Medianoche.La bengala volvió a iluminar el cielo nocturno, como un reloj quemarca la hora puntualmente. Bohyuk llevaba tres horas desaparecido.
Mingyu llegó a la carretera y se quedó impresionado al ver la luminosidad de aquella zona, en comparación con las hondonadas fangosas que acababa de dejar atrás. También oyó voces por primera vez desde que se había separado de los demás, muchas voces, gente que se llamaba entre sí. Apretó el paso y sorteó los últimos tres árboles. Entonces, vio una docena más de vehículos aparcados, que contribuían a iluminar el terreno con sus faros. Había mucha más gente.
En el pueblo había corrido la voz y algunos hombres habían ido a prestar ayuda. Incluso desde lejos, Mingyu reconoció a la mayoría. Personas que habían desafiado la borrasca, personas que tenían que trabajar al día siguiente, personas a las que Wonwoo probablemente ni conocía.
El ambiente, sin embargo, era de absoluto desánimo. Los que habían estado buscando al pequeño regresaban empapados, cubiertos de lodo y arañazos, exhaustos y decepcionados. Al igual que Mingyu, habían comprobado que el terreno era oscuro e impenetrable.
Kim se acercó a ellos, y todos callaron, al igual que los recién llegados. El sargento Kwon se dio la vuelta, con la cara iluminada por las linternas. En su mejilla se podía ver un arañazo profundo, reciente, parcialmente oculto por una mancha de barro.
—¿Alguna noticia? ¿Has encontrado algo?
Mingyu sacudió la cabeza.
—No, pero creo que sé hacia dónde se dirige.
—¿Cómo lo sabes? —intervino el sargento Lee esta vez, acercándose a ellos.
—No estoy seguro. Solo es una suposición, pero creo que va hacia el sudeste.
Al igual que el resto de los presentes, aquellos dos sargentos conocían la reputación de buen rastreador del bombero. Se conocían desde que eran niños.
—¿Por qué?
—Bueno, primero porque allí encontramos la manta; si ha seguido en esa dirección, tendrá el viento a su espalda. No creo que un niño pequeño intente ir contra el viento; supongo que es al revés, que procurará seguir la dirección del viento. De lo contrario, la lluvia resultaría muy pesada. Y creo que también querrá apartarse de los relámpagos. El joven Jeon ha dicho que le dan miedo.
El sargento Lee lo miró con escepticismo.
—Eso no es mucho.
—No —admitió Kim—, tienes razón. Pero creo que es nuestra mejor opción.
—¿No crees que deberíamos continuar la búsqueda tal como lo hacíamos? ¿Cubriendo todas las direcciones?
Mingyu sacudió la cabeza.
—Seguiríamos demasiado dispersos, y eso no es bueno. Ya has visto la situación en la ciénaga —dijo mientras se secaba las mejillas con la palma de la mano, con actitud reflexiva.
—No lo sé, Mingyu —dijo Soonyoung.
¡Cómo deseaba que Seungcheol estuviera allí con él para ayudarle a convencer alos demás! A Seungcheol se le daba muy bien lo de disuadir a la gente.
—Miren —dijo el bombero finalmente—, ya sé que solo se trata de una suposición, pero me apuesto lo que quieran a que no me equivoco. ¿Qué tenemos, de momento? ¿Más de veinte personas? Podríamos barrer toda la zona en esa dirección.
Kwon lo miró, indeciso.
—¿Y si no ha ido en esa dirección? ¿Y si nos equivocamos? Es noche cerrada... Es posible que el pequeño se esté moviendo en círculos. Quizá se haya resguardado en algún recoveco. Que tenga miedo de los relámpagos no significa que sepa cómo alejarse de ellos. Solo tiene cuatro años. Además, ahora disponemos de bastantes voluntarios como para buscar en diferentes direcciones.
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Rescued ➳ Meanie
Fanfiction"El bombero voluntario Kim Mingyu siempre se ha sentido empujado a asumir grandes riesgos para salvar vidas sin problemas. Sin embargo, hay algo a lo que Mingyu sí le tiene miedo: enamorarse. Cuando una tormenta feroz llega al pueblo de Changwon, J...