Chris Evans Mi Compañero De oficina

Es Como Un Sueño

- Ven salgamos. - dijo Chris

Salimos del agua, nos sentamos en el césped a disfrutar del picnic que Chris había preparado para los dos.
Disfrutábamos estar juntos, reíamos y jugábamos, nos acostamos en el césped sobre un cobertor, mirábamos el hermoso cielo azul.

- Este lugar es maravilloso, podría vivir aquí el resto de mi vida. - dije

Chris se incorporó, me miró y me beso.

- Te amo Mía
- Y yo a tí.

Nos besamos y volvimos a mirar el cielo, Luego hice una pregunta.

- Chris puedo preguntarte algo?
- Díme
- Prometes que no te molestaras con mi pregunta?
- No lo haré, dime.
- Porque dejaste de creer en el amor?
- Mía!!
- Prometiste no molestarte.
- Ok. Hace unos años iba a casarme con la que era mi novia de toda la vida, ya estaba todo listo y un día antes de la boda, me dijo que no podía casarse conmigo, porque ya no me amaba, que se había enamorado de otro hombre y ese otro era mi mejor amigo...
Quedé devastado y decidí vivir una vida loca, fiestas, licor, drogas y sexo, me jure no volver  a creer en el amor, hasta que llegaste tú.

- Por que yo? Que te hizo fijarte en mi? Soy tan....
- Hermosa... La primera vez que te ví me causaste mucha gracia, con tus enormes gafas y tú coleta, que para nada me gustaba, te ves más hermosa con tu cabello suelto, y tú timidez era lo que me gustaba, cada vez que pasaba por el frente de tu escritorio veia como me mirabas y luego la noche de fin de año, cuando fuiste mía cambiaste toda mi vida y mira dónde estamos, te haz convertido en mi aliciente, volviste a darme una razón para creer en el amor y ahora que te tengo a mi lado no pienso dejarte ir, por poco te pierdo cuando le dejé el camino libre a Cavill.

- Chris te amé desde el primer día que te ví salir del ascensor, con tu hermosa sonrisa y esos hermosos ojos azules que me miraron. Y ahora estoy aqui contigo y no pienso dejarte nunca.

Nos besamos.

- Ven vamos a nadar!
- Mía es en serio?
- Si, ven

Me levanté y salí corriendo hacia el lago, Chris salió detrás de mí, corríamos por la orilla, jugábamos, entramos al lago, nos besabamos debajo de la cascada, el agua caía sobre nuestros cuerpos, Chris me tomó por las caderas, lo abrace, aferre mis piernas a su cintura, salimos del agua besándonos, Chris me recostó sobre el cobertor, quedandi sobre mi, desabrochó mi sostén y comenzó a acariciar con su boca mis pechos,  su mano fue bajando hacia mi entrepierna sin dejar de besar mi cuerpo, mi vientre, sus manos en mis pechos acariciándolos tiernamente.

Lo bese, bajando por su cuello, ver su torso desnudo me hizo sentir un calor en mi interior, baje por su vientre sin dejar de besar su cuerpo, nos abrazamos, Chris se puso sobre mi, podía sentir la calidez de su cuerpo sobre el mío, sus manos grandes aprisionado las mías, besándome, yo acariciaba su gran espalda y sus brazos, esos que tanto me gustaban,  comencé a acariciar su pene empecé a notar como se ponía duro y crecía en mi mano, con una de sus manos el empezó a hurgar en mi vagina, sentí como abría poco a poco en mi interior, era uno de sus dedos entrando en mi, no pude evitar dejar escapar un gemido, aquellos gemidos que lo volvían loco.

Comenzó a atardecer y la noche hacia su aparición una hermosa luna llena iluminaba nuestro amor, la fogata a nuestro lado avivaba más la llama de nuestro amor.

No podía dejar de mirarlo a los ojos, con deseo, pero sobre todo con amor, Chris bajaba por mi cuerpo sin dejar de besarme y acariciar mis pechos, puso su cara sobre mi vagina, me abrió las piernas y empezó a meter y sacar su lengua, sentí un cosquilleo en mi interior, nuevamente se me escapo un gemido de satisfacción, sentía algo cálido dentro de mi, arquee mi espalda para soportar ese deseo incontenible que mi cuerpo estaba experimentando.