Chris Evans Mi Compañero De oficina

Nunca Más Lejos De Tí

Comencé a besarlo, Chris se paró frente a mí se quito los boxers y quedó completamente desnudo, volvió a subirse a la cama, se puso encima de mi y comenzamos a acariciarnos, a besarnos mientras yo le abría mis piernas para que se acomodara, mientras me besaba y acariciaba yo acariciaba su pene, quería ponérselo bien duro antes de que me penetrara, la acomode en la entrada de mi vagina y empezó a entrar lentamente, comenzo a moverse en círculos como queriendo abrir mas mi cavidad.

Empezó a moverse como solo él sabía hacerlo, sus manos recorrían mi traserso y mis pechos, me besaba el cuello y jadeaba a mí oído, me decía cosas que me excitaban mucho y me estrujaba los pechos como si quisiera arrancármelos

-La sientes? Te gusta? Apriétala que es tuya, con nadie me gusta coger mas que contigo - me decía

Yo solo gemía y le acariciaba la espalda, le besaba el oído y me contoneaba mientras sentía el primer orgasmo que ya llegaba

-Así mi niña... regálame un orgasmo bien rico.- me decía mientras me seguía arremetiendo con mas fuerza.

-Dime cuanto te gusta que te coja?

-Mucho... mucho - le decía con lo que me quedaba de aire - sígue no pares sigue - le decía mientras mi orgasmo se hacía cada vez más fuerte.

Y llego el primero, fue tan fuerte que solo pude brincar y encajarle las uñas en la espalda de Chris, él lo noto y le dolió, pero el placer de verme extasiada lo hizo sentir menos dolor, bajo el ritmo de sus arremetidas para que disfrutara mas.

Chris salió de mí, yo lo miraba divertida acostada en la cama, me levanté y lo tiré a la cama me subí sobre él comencé a besar su pecho, mordía sus tetillas, fuí bajando lentamente recorriendolo con mi lenguame hasta llegar a su pene comencé a chupárselo despacio, tenía un sabor mezclado entre sus jugos y los míos muy extraño pero excitante. Volví a subir hasta su boca, comenzamos a besarnos, Chris me volteo boca abajo, se acostó sobre mi y empezó a moverse en círculos, su pene pegaba con mis nalgas y las abría poco a poco, a mi el sexo anal me gusta pero no es algo que disfrute mucho, el noto algún cambio en mi cara porque besándome en el lóbulo de la oreja me dijo.

- Solo una vez si?

Mientras tomaba mi cadera para que me levantara y poder darle paso, el gesto de su rostro era de súplica y lujuria a la vez, no me negué y accedí, el empezó a besarme las nalgas y a recorrerme con la lengua, mojaba sus dedos en mi vagina y lubricaba mi ano despacio, fue algo que empezó a gustarme, mientras me lamía y me besaba yo solo gemía

- Que ricas... Mmmmhhh y son mías nada mas-

Se enderezó y comenzó a poner su pene entre mis nalgas, y empezó a entrar al principio me dolió mucho, pero él lo hace de una forma magistral, hasta que lo tuve todo dentro, antes de empezar a moverse se inclinó sobre mi y me beso el cuello y me tocaba los senos

- Te amo...

Empezó a moverse lentamente, conforme sentía que me adaptaba a el, comenzó a moverse un poco más rápido, Chris comenzo a gemir, en verdad le producía placer, gemía y casi gritaba, mientras mi dolor se iba transformando en placer por la sensación que me producía y por el placer que le estaba otorgando yo a él, de pronto sentí como sus movimientos fueron acelerando dando preámbulo al orgasmo.

- Quiero terminar dentro de ti.

- Hazlo - dije

Me acoste boca arriba y me penetró por la vagina. Aquello me excitó tanto que me llevó a unirme con él en un orgasmo que ambos sentimos gigantesco, empecé a sentir como corría todo su semen dentro de mi, él se pegaba a mi para que nada se desperdiciara, no se cuanto tiempo duró dentro de mi, mientras no dejaba de repetirme lo mucho que me amaba.

- No sabes cuánto te amo Mía!!!

No dejaba de besarme y de masajearme las nalgas. Cuando terminamos ambos nos quedamos abrazados un buen rato, sin decir nada, solo abrazados y besándonos como si el mundo se nos fuera a terminar en ese beso un rato después

-¿Te gusto? - pregunte

- Mucho... Pero, aún no hemos terminado - dijo

Comenzamos a besarnos y acariciarnos, el pene de Chris volvió a ponerse duro y yo caliente, y volvimos a hacerlo. Esta vez yo fui quien tuvo el control, pues no le permití tocarme, solo yo lo podía tocar a él.
Chris se prestó a mí juego y así pasamos largo rato, al tercer orgasmo de ambos nos quedamos dormidos uno encima del otro.

Fue maravilloso volver a estar con él, sentírme suya otra vez.