Espero que les guste y disfruten de la lectura como yo la estoy disfrutando escribiéndola. Es una historia hot con nuestro dorito Chris Evans, después de intentarlo varias veces, salió esta historia que, creo, no quedando tan mal. Por supuesto, me...
Me alegra que hayas venido, hace tiempo que quería que tuviéramos más tiempo para hablar.
- Siempre tenemos tiempo para hablar...
-No, no aquí en la oficina -señaló él, moviendo la cabeza-. Nunca me dices nada, más que un movimiento de la cabeza para saludarme y vuelves a tu trabajo. Como si yo te cayera mal o algo así.
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Abrí mi boca, estaba muy nerviosa, pero las palabras no salian, hasta que logré decir:
- No, no de donde sacas eso Chris? - De tú actitud hacia mí
Chris no me caía mal, no había ningún problema con él, todo lo contrario era yo quien estaba fuera de lugar.
Me había pasado la vida haciendo lo que creía que era correcto, estudiando, cuidando a mis padres, había ido a la universidad y me había graduado con las más altas calificaciones, pero había descuidado lo más importante que podía haber en la vida de toda mujer: el amor, los hombres, y el sexo, mejor dicho. Nunca había estado con un hombre íntimamente, es decir, nunca había llegado más allá de unos besos y caricias con algún compañero de la universidad, y también era cierto que, al pasarme la mayor parte del tiempo en la biblioteca del campus, pocas oportunidades tenía de hablar y conocer a los chicos.
Y ahora realmente lamentaba eso, porque realmente me gustaba Chris y no tenía ni la menor idea acerca de lo que tenía que decir o hacer para que no se marchara.
-¿Qué quieres decir? -logre preguntar, ahora un poco más calmada, me volvi y deje la copa sobre la barra que estaba a atras de mi espalda.
Chris respiró profundo, vació la copa de un trago y se pegó a mi cuerpo para poder dejarla detrás de mí sobre la barra, pero cuando lo hizo, no volvió a alejarse. Podía sentirlo sobre mí piel, podía sentir la dureza de su pecho presionando el mío y, más abajo, también podía sentir una dureza debajo de sus pantalones.
-Te ves hermosa, el negro es mi color favorito- susurro a mi oído.
Un calor agobiante me invadió pero logre componerme y me aferre a los hombros de aquel hombre que ahora me estaba respirando entrecortadamente en el oído.
- Bailamos? - dijo él - Chris yo...
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