Enamorada del diablo [Demi Lovato y tu]

Capítulo 21

Camine hacia la puerta tranquila y tratando de ocultar el miedo que sentía aunque ¿Qué ando yo ocultándole al mismo diablo? Pero prefiero fingir que no sabe lo que siento dentro de mi.

—Hola cariño —dije con naturalidad.

— ¿Cariño a quien? A la Camila esa ¿Verdad? —dijo alzando la voz.

— ¿De que hablas? —dije tratando de abrir la puerta pero para mi se volvió una misión imposible al darme cuenta de que estaba tan nerviosa que seria imposible hacerlo de esa manera.

—Puedo leer tus pensamientos. No te hagas la idiota conmigo —dijo tomando el pomo de la puerta y abriendo tranquilamente.

Joder, que fácil le sale todo así pero ¿Que digo ahora? No fue un pensamiento malo o eso creo yo.

—No lo hacia con intención —dije entrando al apartamento y dirigiendo me a la cocina.

—Lo se, pero adoro verte nerviosa cuando crees que estoy molesta.

—Pero si es la primera vez que pasa —dije antes de tomar un vaso de agua que había dejado en el frigorífico.

—Para ti, pero se todo lo que haces —dijo y camino hasta el piano que teníamos en el salón junto a los sofás de cuero.

— ¿No lo irás a destrozar verdad? —dije preocupada.

— ¿Crees que no se tocar? —dijo antes de tomar asiento en el banco frente al piano.

— ¿Como aprendiste sabia? —dije caminando hacia ella

—Es fácil —dijo sonriendo —Soy el diablo ¿Recuerdas? Puedo hacer muchas cosas.

Bueno ahora me salen preguntas estúpidas, pero si es cierto sabrá hacer un montón de cosas supongo.

—Si, recuerdo que eres el diablo y ¿Eso que afecta a que sepas usar el piano? —dije mientras me apoyaba con los brazos cruzados en una pared que se encontraba cerca del piano.

—A que es el mejor pasatiempo del mundo después de hacer el amor contigo.

Eso si que me hizo sonreír por lo menos piensa en mi para algo que le guste.

— ¿Solo un pasatiempo? —dije fingiendo enfado.

—Quisiera que tu fueras mi forma de vida, princesa —dijo y empezó a tocar el piano.

Era una melodía suave y tranquila, nada tétrico y deprimente como yo creía es tan maravillosa y ella mucho más. De verdad como la quiero.

— ¿Por que me miras así? —dijo Demi sonriendo con una sonrisa pícara.

La miraba con cara de estúpida mientras sonreía al verla y tocar el piano tan tranquilamente. Juro que era un momento que no quería nunca olvidar.

—Nada, solo que me gusta verte tocar el piano —dije sonriendo.

—Puedo hacerlo siempre que quieras cariño —dijo y se levanto del banco.

—Yo quiero hacer otras cosas —dije rodeando mis brazos en su cuello mientras ella me tocaba la cintura.

— ¿Así? ¿Qué quieres hacer? —dijo acercando sus labios a los míos.

—Que me digas la verdad —dije dando un paso hacia atrás y dejando un espacio enorme entre nosotras.

— ¿De que verdad me hablas? —dijo confundida.

— ¿Eres el diablo si o no? —dije impaciente.

— ¿Dudas de mi? —dijo un poco enfadada.

—Dudo de lo que realmente eres —dije tratando de tragarme el miedo que sentía en ese momento.

Era lógico que tenia miedo por que podía pasar cualquier cosa. No dudaba de ella sino de todo lo que ocurría en estos momentos.

—No puedo creer que no confíes en mi —dijo alejándose de mi y dirigiéndose a la otra punta del salón.

—Confió en ti pero no en lo que ocurre —dije tratando de acercarme a ella.

—¡Alejate de mi! —dijo y sus ojos se volvieron grises y fríos — ¿Quieres que te trate como a un animal?

—No Demi, no es eso —dije asustada.

—Eso es lo que pretendes decir, pues bien vamos a jugar a tu juego —dijo caminado hacia mi con paso firme.

Me acerque a la pared que tenia tras mio pero Demi llegó antes y me tomo del pelo con fuerza haciendo que me lastimará y gritara del dolor. Me y acercó a sus labios agresivamente y me beso cuando acabó lo único que vi fue la palma de su mano tocar rápidamente mi mejilla en forma de cachetada haciendo que callera al suelo y empezara a llorar.

—Tu sola te lo buscaste —dijo y desapareció dejandome sola con mi dolor no solo corporal también sentimental y psicológico.

Solo a mi se me ocurre cuestionar al diablo si es que ella lo es.