once.

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Él no quería ser el típico profesor amigo de los alumnos, pero teniendo en cuenta como aquellos jóvenes castigados habían comenzado a contarle sus vidas como si se conocieran de toda la vida, se temía lo peor.

En realidad, la única que hablaba era la chica Jeon, puesto que el mayor de los alumnos Lee parecía bastante callado; estaba entretenido anotando cosas en una libreta. El otro Lee, DongHyuck, estaba notablemente enfadado con él, evitando a toda costa la mirada del mayor.

— Jeno parece callado y serio,— ante esto, el nombrado levantó la cabeza para ver lo que la rubia tenía que decir.— pero ahí donde lo ve, tiene un secreto, es pirómano.

— No deberías bromear con eso, niña.—  dijo el pelinegro con parsimonia, su ceño algo fruncido en desacuerdo. En cambio DongHyuck se levantó de la silla como un torbellino, haciendo que la silla crease un molesto chirrido al arrastrase hacia atrás.

— ¡Pero si fuiste tú la que amenazó con quemar mi casa!

— Lee, siéntese.— ordenó el adulto en la habitación. El pelinaranja lo miró con sus llameantes ojos, furioso por la orden, pero acatándola al fin y al cabo. Un profesor en un instituto era la ley; no se podían infringir sus normas.— ¿Cómo acabaron castigados?

— ¡Oh! Bueno, es una historia graciosa, porque—

Los débiles golpes en la puerta interrumpieron la cháchara de la fémina. Un muchacho de despeinado cabello, de un color oscuro, entró al aula aflojándose la corbata del uniforme.— Lamento llegar tarde, señor Lee. Es mi primer día de castigo y no sabía en qué aula estarían.

El hombre tomó la escusa del chico como válida y lo invitó a tomar asiento en alguno de los pupitres. JinSol lo consideró un momento oportuno para continuar con su historia.

— Ella es muy molesta. Kim JiWoo, ¿sabe quién es? Bueno, claro que sabe quién es. El caso es que ella...

Los otros tres adolescentes habían comenzado a cuchichear por detrás, y aunque el profesor lo notó, decidió ignorarlo y escuchar a su alumna.

— Jaemin, qué mierda haces aquí.— había susurrado Jeno, extrañado de que precisamente su mejor amigo, por no decir único, y además presidente del consejo, estuviese castigado.

— Te defendí, al menos sé un poco agradecido, me llevé unos buenos golpes...— el volumen de su voz había ido bajando progresivamente, aunque el pelinegro fue perfectamente capaz de escuchar el suave murmullo.

— Pero presi, ¿no tiene que atender cosas del consejo. ¡Oh!, y revisar el periódico, ya sabe lo que pasó la última vez...— intervino el pelinaranja.

— DongHyuck, te he dicho mil veces que me hables de tú a tú.

— Me gusta llamarlo presi,— comentó con una sonrisilla. Después añadió.— presi.

Jaemin bufó, aunque el sonido quejumbroso no pudo tapar la divertida sonrisa que se asomaba en su rostro. Jeno volvió a su tarea de escribir en la libreta y Jaemin sacó un par de libros de su mochila. DongHyuck hizo un puchero. La conversación había durado bien poco, y que ambos muchachos fueran estudiosos y bien educados convertía aquello en un total aburrimiento. Se giró en su sitio para poner atención a lo que JinSol contaba.

— Creo que Jeno se peleó con alguien. Físicamente, me refiero.— estaba diciendo. Hizo repiquetear sus largas uñas sobre la madera del pupitre.— Fue Jaemin quien salió a defenderlo.

— ¿Y sabe usted qué causó la pelea?

La muchacha negó con su cabeza. Observó a DongHyuck, que los había estado mirando intensamente. Le sacó la lengua y volvió a mirar a su profesor. Lee también tenía sus ojos puestos en el aniñado rostro del pelinaranja.

— DongHyuck obligó a una alumna a que le hiciese los deberes.— comenzó, atrayendo la atención del adulto.— Tan idiota.

— ¡Pero no se lo cuentes!

— ¿Y eso por qué?

— Yo también sé lo que has hecho, y estoy seguro de que no le has dicho toda la verdad al profe.

La chica gruñó, como si se tratase de un gato al que le acababan de pisar la cola.— ¡Sólo cállate, imbécil!

— ¡Haya paz! Por Dios, ¿no pueden estar ni un segundo sin pelearse?

— Casi siempre estamos castigados por pelearnos, ¿qué esperaba?— cuestionó DongHyuck, sus cejas alzadas  formando unos graciosos arcos medio tapados por su cabello.

El mayor se encogió de hombros. JinSol sonrió.— Yo no estoy castigada siempre, profe.— aclaró.

DongHyuck rodó los ojos.

El docente observó al pelinaranja. DongHyuck le devolvió la mirada, aunque la suya, cargada de un brillo oscuro, irreconocible a ojos del adulto. Aprovechó el despiste de la parlanchina fémina para vocalizar un claro "Espéreme cuando los demás alumnos se hayan marchado".

Se aseguró de que DongHyuck lo había entendido cuando este le dedico una fea mueca.









chiquis, chiquis, chiquis de verdad que lo siento muchísimo por haber estado desaparecida las últimas semanas (casi un mes, creo) sÉ QUE NO ES UNA ESCUSA PERO HE ESTADO LLORANDO POR IT CH2 y me vicié a leer fanfics fix-it y me olvidé totalmente de mis fics:(( Además han empezado las clases y pues ¡¡ deberes, estudios !! y esas cosas (¿qué tal lo lleváis, por cierto?) y sé que mis escusas son bastante cutres así que mejor me callo dkalksksmak. En serio lo siento muchísimo, no me matéis xfa 😔✊ También os pido perdón por el capítulo tan cortito

kiss the teacher ;;ᴍᴀʀᴋʜʏᴜᴄᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora