La Sirvienta De Un Príncipe ¿Pequeño?

Capítulo 26

•Adios Porthial•

(Tres horas... )

Llegando a la ultima letra escrita en la carta, cerré mis ojos. Varios sentimientos negativos se cruzaron.

Todo mi esfuerzo ahora es en vano...

Ya no puedo salir de esta situación, ya no puedo ver a Erick nunca jamás. Eso significa que perdí todo.

Una amistad, mi llave para regresar a casa....

Sin hacer nada, me convertí en enemiga de la familia real. Por orden del príncipe Elias, tengo prohibido acercarme a la familia real y soy exiliada del reino Porthial. No tengo derecho a defenderme ni probar mi inocencia.

¿Todo esto fue planeado? Me pregunto ¿Y por quien?

No creo en las palabras del Conde, porque conozco al príncipe Erick. Pero el sabe de mi historia y eso me hace dudar...

Yalitza me traicionó, tampoco entiendo el porque.

¿Habré hecho algo malo? También me pregunto.

Miré por última vez el palacio.
¿Erick sabrá de esto?
¿Ancel también lo sabrá?

Volví a ver el frente, sintiendo un nudo en mi garganta.

¿Aquí termino todo...?  ¿Ya no podré luchar mas para poder regresar...?

Tantas preguntas, tantas palabras me tragaba que ya no podía más.

No lograras nada llorando, Kim... Me dije a mi misma agarrando fuertemente mis malestas. Mire el cielo, respirando hondo. Una mano femenina toco mi hombro.

— Tranquila... — Dijo aquella persona quien era la Sra. Sara — Mi esposo sabía que esto pasaría, hay un carruaje en la frontera esperandote. Dale esta carta al cochero y el te llevará a una casa.

Sin saber que decir asenti «G- Gracias» Sonriendo, hice una reverencia y poco después, salí del palacio.

Sentí que debía confiar en ellos, además que no tenía adonde ir...

***

Ciertamente, todo lo que había pasado era planeado. La señora Sara y su esposo lo habían notado.

El conde sabía de mi historia gracias a un guardia del castillo y se aprovechó de Yalitza. Quien se sentía celosa de mi cercanía con el príncipe Ancel...

Astutamente, el supo como aprovechar toda la situación:

Un prisionero que enveneno al príncipe...

Una mujer celosa y rencorosa...

Y una chica de otro mundo con fama de "Criminal" por haber huido de la guardia real.

Solo necesitaba arreglar unos cables sueltos para crear la situación perfecta: Contratar a Yalitza para soltar al prisionero aunque no hubo necesidad, manipular un poco al príncipe aumentando su ira contra el culpable y sobornar a un guardia para que mienta y culpe a la chica que el diga.

Y como todo fue perfecto, ahora solo le quedaba una cosa «Obtener su objetivo» Quedarse con la chica y sacar provecho de que es la nieta de una señora importante en Porthial.

Al Rey de Whentrial le gustará conocer en persona a la chica que es nieta de la señora conocida como "El verano". Pero ¿Que ganará si se la presenta? Todo eso lo ponía a pensar, su deseo y punto es ganar poder y dinero... Mas de lo que el tiene.

Para su mala suerte, no me encontró fuera del castillo. Yo me fui por otra dirección cuando el salia.

***

Corriendo entre a unos callejones.
No quería encontrarme con mis amigos de Porthial... Recordar y contar lo sucedido, seria duro y doloroso. Por esa razón, decidí ir por el camino peligroso.

Si, es algo loco y arriesgado. No lo pensé bien cuando fui por allí.

Hombres unos altos, otros bajos se me acercaban con malas intenciones, golpeándoles violentamente con mis maletas, corri y pase por un callejón que guiaba hacía el centro de la cuidad.

¡Fiu....! Los perdí.

Recuperando aliento, camine por la gran capital.

Aquí es donde viven los panaderos....

Moví mi cabeza hacia la derecha «Si tan solo tuviera una capa o un sombrero... » Subiendo la velocidad de mis pasos, me metí entre una famlia. Tal vez así no me vean y crean que soy una joven hija de ese alto señor con bigote.

El mencionado señor, me volvió a ver hacía abajo. Agarró del brazo a su hija y me miro con sospechas.

Sin prestarle mucha atención, volvía a ver cada dos minutos a la panaderia. Por suerte, estaba llena de gente.

Dejando escapar un suspiro de alivió, volví a ver después un Tranvía.

Si les soy sincera, no conozco muy bien este reino pero se moverme un poco en el... Así que agarrando fuertemente mis maletas, corrí y tirando una adentró, salte y me subí en el Tranvía.

Todos los pasajeros me miraban con cara de -Que horror o Que susto- Con una tímida sonrisa, agarré mi maleta y volvi a ver hacía afuera. Viendo como me alejaba del castillo...

Cada vez estoy mas lejos del lugar que comenzaba a considerar mi hogar... Y de las personas que comenzaba a querer.

Con tristeza, volví a ver al frente.

Parece que nunca volvere a casa, papá, mamá....