Capítulo 33

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Respuestas y algunas verdades •

Los minutos pasaban en aquella oficina. . .

El príncipe Ancel estaba mas serio que nunca. Y Erick sentado en un sillón cerca de un escritorio, escuchaba las palabras de su hermano al Conde y Minna se habia ido a otra habitación...

La conversación de Ancel con el Conde cada vez se volvía mas seria (Se notaba que conocía al Conde más de lo que parecía) Todo el tema de conversación iba hacia el mismo punto «No te metas con mis seres queridos» Ancel estaba cerca del Conde mirandolo a los ojos.

Y aquel señor con su desagradable sonrisa no dejaba de escucharlo y jugar de inocente.

Por supuesto, Ancel no estaba dando un paso en falso, sabia lo que decía y por eso, no temía a la "seguridad" del Conde Francis.

Mientras que Erick, solo escuchaba (no quería meterse en el asunto, en especial, que no estaba enterado de nada) Su hermano mayor, apesar de que cayó en la mentira de Yalitza, sospechó de la situacion; ¿Como? ¿Cuando, Que o Quien provocaron esas sospechas?

Todas esas preguntas fueron respondidas por su propio hermano:

[... Uno de los mas fieles guardias del palacio, estuvo huyendo de mí cada vez que me veía, ¿Crees Conde Francis que no me pareció extraño?]

*Tck*
— Sí Alteza, me lo imaginó. Yo tambien estaría de esa manera, si llego a ver algo así.

Las sospechas del principe llegaron al notar la extraña actitud de un guardia y no solo eso, ver a un hombre muy alto, otro de los guardias desanimado y molesto. Al igual ver que los sirvientes se ponían nerviosos delante de Erick y de Minna...

Algo anda mal aquí... Pensó el principe al ver todo eso y detuvo su plan de fiesta navideña.

Poco después de eso, un gritó llamó su atención "¡Mentirosa!" Y el momento adecuado llegó para tener respuestas a sus preguntas.

***

"Señor, la sirvienta y la ama de llaves han llegado" Dijo Moshe frente de la puerta.

"Dejalas pasar"

Al escuchar eso, las puertas se abrieron y las mujeres entraron.

Una breve bienvenida salio de la boca de los dos principes, y el punto del tema llegó mas pronto de lo que se esperaba.

— Señora Darrien Porther — Llamó con seriedad el príncipe — ¿Me puede decir que fue lo que realmente pasó con la señorita Kimberly?

La nombrada era la Ama de llaves, quien se inclinó profundamente como signo de arrepentimiento y disculpa; abrio su boca, recupero aliento y respondio:

"La señorita Kimberly...

Fue exiliada de Porthial hace varios días...

Ella fue culpada de liberar a un criminal aunque todos los empleados sabemos que ella no fue la culpable, nosotros la...

¡Espero que nos perdone, su Magestad!"

Para Yalitza era lo mas extraño y ridículo que había visto en su vida; La ama de llaves se estaba disculpando por todos, ¿solo por acusar a una simple sirvienta de hacer algo que no hizo?

¡Ni que fuera que acusamos a la reina o a alguien de la nobleza! Pensaba Yalitza mientras rodaba sus ojos hacia la derecha, y hacia un silencioso sonido con su boca * Agh *

Erick tenia la boca abierta, se levanto inconcientemente de la silla golpeandose detras de la rodilla con ella y gritó furioso: ¡¿Que!? ¡Ustedes no merecen---!

Su hermano lo detuvo y se acercó a la señora que se mantenía con la cabeza baja. El se paró al frente de la señora y le hizo una pregunta: ¿Quien dio la orden de exilio?

"Su Alteza Elias..."

La respuesta provocó que el príncipe abriera la boca y frunciera el ceño poco despues... Luego agradeció y le dijo que podía enderezarse.

Habló con su hermano Erick, pidiendole que regresará a hacer lo que estaba haciendo y luego, mandó a llamar a unos guardias...

***

Yalitza fue despedida y un guardia la acompañaría a casa dandole a la familia de ella una carta que estaba escribiendo Ancel.

— Ten —  Dandole a Hofwart la carta, el príncipe volvio a ver a Yalitza —  No escribi todo lo sucedido, señorita. Se bien que tu familia tiene buena reputación en Porthial y nunca te perdonarías si la rompieras, por eso, estas perdonada.

— Gra- Gracias... Respondió Yalitza.

— Pero, no significa que la familia real volverá a tener la misma confianza que tenía antes contigo... — Aclaró Ancel para luego llevar el tema hacia una afirmación que quería hacer — Se bien sobre su plan, mis hermanas hace tiempo me habian hablado sobre el tema. Usted les pidió que la ayudarán a llegar a tener algo conmigo... Espero que entienda que no logro su objetivo.

Yalitza miró los claros ojos del principe que habia amado y admirado durante todo ese tiempo.

Se sentia avergonzada, frustrada, disgustada y enojada.

No estaba enojada con el príncipe por que en su interior seguía sintiendo algo por el, sino estaba enojada con ella misma. Por sus decisiones.

Poco después, Yalitza, bajó su cabeza y cerrando sus ojos, salio de la habitación.

El conde se levantó de la silla con furia y al ver como Ancel volvía su mirada hacia el, lentamente se sento.

Erick dejó escapar una carcajada, del cual, llamo mucha la atención. Luego, salio de la habitacion.

***

Otro guardia entró después y se quedó con el Conde Francis, quien pronto sería acusado de los crimenes que había hecho. La verdad había salido a la luz, al fin, ese conde iría a la carcel por los secuestros, los trabajos sucios que había hecho y hacía detrás de las espaldas de los reyes.

Y ahora el príncipe Ancel llegó cara a cara con su familia. Allí estaba la mayoría de sus hermanos: Jannet, Gianna, Elias, el pequeño Cedrick, Vannesa y Berwin (El segundo adoptado y el amigo de la infancia de Ancel. Se puede decir, que el es el unico con quien Ancel puede hablar tranquilo sin usar sus tonos serios y su actitud formal) y sin olvidar que también estaban allí sus padres.

Cuando Ancel entró todas las miradas fueron fijadas en el; sus hermanos que conversaban y otros que hacían aparecer papeles y desaparecer, haciendo aparecer otras cosas para hablar del tema con sus padres, dejaron de hacer sus cosas para prestar atención a su hermano...

La Sirvienta De Un Príncipe ¿Pequeño? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora