Capítulo 8

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•Mi primer día como sirvienta...•

Cuatro de la mañana; sono una campanita, despertando a todas las sirvientas para comenzar a trabajar... Menos a una.

Que obviamente era yo. La cama estaba tan caliente y afuera tan frio, que no daban ganas de levantarse asi que, seguí durmiendo, sin embargo, la jefa se enteró de mi holgazanería.

Y por supuesto, entro a la habitación  muy molesta.

Dejando de lado, la piedad que debería tener a una persona con sueño, me agarro del brazo y me hizo levantarme.

" Ay ¿Que sucede? "

Pregunte en forma de queja.

— ¡¿Como que, que sucede?! — Respondió la ama de llaves furiosa — ¡Ya es hora de trabajar! No puedes estar durmiendo a estas horas, niña.

Terminando sus palabras, ella suspiro y puso sus manos en su cintura.

— Recuerda que ahora eres una sirvienta y las sirvientas deben limpiar y preparar todo, antes que la familia real despierte ¡Asi que, ve a cambiarte!

— Esta bien... Respondí con pereza.

— "Esta bien" no es la forma de responderle a tu jefa, señorita y mucho menos hacerlo con esa actitud. Se dice "Si señora" con respeto ¿entendido?

— Si entien... Digo ¡Si señora!

— Ahora, ve a cambiarte.

— Si señora.

Rápidamente salí caminando de la habitación. Y al rato, como en una hora, salí vestida con un uniforme negro como para ir a un funeral solo que con unos detalles extras que no lograba ponerme bien... Pero gracias a una compañera de trabajo, pude arreglarme bien.

¡Ahora sí estaba lista para trabajar!
¿Cual será mi primer trabajo?

***

" Tu primer trabajo, sera limpiar los establos reales. "

Decía la ama de llaves seriamente. Mientras yo miraba el establo...

— Pero ¡Este no es el trabajo de una sirvienta! ¿Que paso con los encargados de ese... ¡Este lugar!? Pregunte no muy contenta con la idea.

— Tienen el dia libre. El principe Erick les dio vacaciones ayer para que tu pudieras pasar el día con los animales que amas...

— Ah eso explica todo el encanto ¡Que conciderado es el principe conmigo!

— Deja de hablar y limpie todo, sin dejar ni una suciedad. Mas tarde iré a ver su trabajo..

«Como no lo vi venir...» Murmure molesta.

Mientras tanto, unas horas después... En la mañana; caminaba dos hombres por los jardines del castillo — Principe Ancel, recuerde que debe atender al panadero Juan. El desea poder hablar sobre unos asuntos importantes que han pasado en el pueblo.

— No lo he olvidado, Moshe— Respondió el, leyendo unos papeles que tenía en la mano.

Y desviándose del camino, pasaron cerca de los establos donde se escuchaban mis escandalosas quejas...

La Sirvienta De Un Príncipe ¿Pequeño? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora