Capítulo 37

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El conde, Erick, Ancel
y Primavera

"¡Silencio!" Una orden salida de la boca de una persona conocida, se escucho en el salón. Impidiendo mis palabras y las de Erick.

La persona que había gritado se abrió paso entro los hombres que se habían burlado de Erick. Al llegar a ver su rostro, fruncí el ceño.

El conde Francis...

Parándose el conde al frente del pequeño príncipe, coloco su mano derecha en el hombro de él. De forma como si el estuviera defendiéndolo y de su lado, volvió su mirada a todos:

— Respeten a Su Alteza Erick — Al decir eso el conde, el príncipe nombrado alzo su mirada y como un niño lo miro con su boca abierta — Puede que él, llegue a ser el futuro y verdadero rey de Porthial.

Tras escuchar esas palabras, entendí el plan del Conde.

El sabe que Erick es fácil de manipular..

Enojada le quite su mano del hombro del príncipe. El conde exclamo con sus ojos y fingió estar sorprendido:

— ¡Señorita Primavera! ... ¡¿Acaso usted no quiere que Su Alteza Erick, sea rey?!

Todos me volvieron a ver. Incluso la familia de Erick, quienes deberían estar de mi lado porque ellos saben que la corona le pertenece al escogido, Ancel.

— No seré parte del espectáculo que usted quiere formar, señor conde — Dije mirandolo seriamente — Todos saben muy bien, quien es el heredero y ese no es Erick. Lo digo con mucho respeto, alteza.

El pequeño príncipe me miró con seriedad y luego asintió con la cabeza.

El conde exclamó:

— ¡Pero si, el se lo merece! El es de nuestra sangre, de nuestro mundo.

Los invitados que escuchan al conde, regresaron sus miradas a mí.

— Se lo mereciera o no, ya hay un escogido. ¿Porque quieres cambiarlo? ...

— ¿Y porque no debería? — El conde tomandome fuerte del brazo me jalo obligándome a estar delante de todos — ¡Esta mujer, no quiere que nos gobierne uno de nuestra tierra! Mi pregunta es... ¿Porque?

El rey se levantó de su trono gritando "¡Conde Francis!"

— ¡Majestad, no defienda a esta chica que no es de su pueblo, sino quiere tener grandes problemas en un futuro!

Al escuchar esas palabras, el rey volvió a ver a los invitados... Todos lo observaban fijamente. El rey volvió a sentarse e hizo silencio.

El conde Francis, se paro al lado mío y Alan, agarrando a Ancel lo empujo hasta llevarlo junto a nosotros.

— ¡Pobre de mi corazón! ... ¡Pobre de vuestros corazones! — Exclamo el conde — Nos engañaron, incluso a la familia real de Porthial los han engañado.

Escuchando las palabras del conde, volví a ver de reojo a Ancel. El no dice palabra, solo mantenía su cabeza baja... Frunci el ceño al ver eso.

¡¿Va a dejar que ese conde siga diciendo sus mentiras y ridículas manipulaciones?!

— Confiamos en Clarissa, la mujer que todos le llamamos El Verano — Poniendo su mano en mi hombro, el conde grito — ¡Ella dijo que mantendría el secreto de la existencia de nuestro mundo a los suyos! Pero no fue así... Ella trajo a un joven huérfano para que nos gobernase y luego, cuando creí que solo era eso, ella trajo a su nieta para que se casase con este joven y los dos... ¡Los dos tomaran el trono y así, tuvieran el poder suficiente para convertirnos en sus esclavos!

Exclame con mis ojos, Ancel también. Los dos levantamos nuestras miradas:

— ¡Eso no es verdad! — Grite.

Alan puso una pistola en mi cabeza y un hombre de vestidura anaranjada puso su espada en mi cuello.

— ¡Vaya mujer irrespetuosa que interrumpe a un hombre que dice la verdad! — El conde quito su mano de mi hombro y levantó sus dos manos para seguir hablando en voz alta — ¡La desgracia llegara a este mundo si aceptamos que eso suceda! Imaginen, si Clarissa trajo a dos personas aquí.. ¿Como sería si ellos tomarán el trono? Nuestro mundo se convertiría el de ellos y nosotros perderemos todo e incluso nuestra libertad.

Todos los invitados comenzaron a inquietarse. Las palabras del conde lograron que le creyeran. Gritos de ideas sonaron en todo el salón y la que mas sonaba era:

"Debemos acabar con ellos"

Una mujer, quien era Yalitza salio de entre los invitados:

— Yo diría que antes de acabar con ellos, debemos usar a la chica y al príncipe para que cierren el portal de nuestro mundo al suyo. Así evitaremos que vuelva a suceder y todo volverá a ser como antes..

Erick pidió que apartaran las armas.

— Ella no hará nada si la tienen de esa forma... Es mi sirvienta, me obedecerá.

Al escuchar esas palabras, volví a ver a Erick. El príncipe me miro con seriedad y formo una pequeña sonrisa. Por un momento creí que era mi imaginación pero sentí que debía confiar en el.

— Así es.. Solo obedeceré las palabras de Su Alteza Erick.

El pequeño príncipe empujo a Ancel.
E inmediatamente un humo violeta entro al palacio. Ya no se podía ver a nadie.

Todos comenzaron a gritar.

Y una mano me agarró el brazo y me llevo corriendo hacia una ventana. La ventana se rompió sorprendentemente sola y alzandome el y yo caímos fuera del palacio.

***

De diferentes lugares, salieron Kared, su prometida y Ancel. Espera... ¡¿Ancel?!

Entonces quien...

Volviendo a ver a la persona que me había traído hasta aquí, note que era el chico que es idéntico a Ancel.

Wow.. De verdad son idénticos.

Ancel se sorprendió también al verlo, el chico le hizo una reverencia:

— ¿Su alteza, me permite quedarme con toda la diversión? — Pregunto el.

Ancel sorprendido asintió con la cabeza. Al ver eso, el misterioso chico sonrió y me volvió a ver.

— En su momento, ustedes sabrán que hacer, asi que, no tengas miedo señorita.

Dándose la vuelta, el fue corriendo y una muchacha de cabello marrón tomo de la mano al chico y juntos entraron al palacio.

Sorprendidos los dos, Ancel y yo, cruzamos miradas.

La Sirvienta De Un Príncipe ¿Pequeño? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora