La Sirvienta De Un Príncipe ¿Pequeño?

Capítulo 12

•La insistencia del príncipe Ancel•

Mientras tanto en el palacio habia mucha presión. Porque, el príncipe Ancel quería ir con su hermano Erick a salvarme pero, sus padres, los reyes, lo negaron.

Sabían bien los riegos que habrían si el iba. Después de todo, donde yo estaba era el reino Wenthrial el primer reino en estar en contra de que el príncipe Ancel, fuera el futuro rey.

No podían dejar que el fuera.

«¡Pero padre!» Decia el príncipe insistiendo hasta llegar a cansar al rey de su terquedad.

Furioso el rey lo regaño y le prohibió que volviera a hablar del tema.

Mientras que a Erick, extrañado por la actitud y preocupación de su hermano por mí. El comenzó la búsqueda con un gran grupo de guardias...

***

Rápidamente Erick y sus guardias salieron del palacio e inmediatamente aparecieron en la frontera del reino Whentrial donde encontraron a el príncipe Kared amarrado y sentado en el suelo.

- Me imaginó que tu eres el príncipe que también fue secuestrado - Dijo Erick con un poco de seriedad y Kared con una sonrisa, le dijo - ¿Y tu eres el pequeño príncipe que viene a rescatar a la señorita?

- ¿Pequeño? Te salvas que eres un príncipe y eres mi amigo.

Al ser desatado Kared, contestó riendo - Lo sé - Y añadió - La señorita esta en el pueblo lago azul, en la tierra del caprichoso conde Francis.

- Gracias. - Agradeció Erick y pregunto - ¿Vienes con nosotros?

Pensandolo un momento, Kared decidió ir y los dos montados en sus caballos fueron hacia aquella tierra...

***

Como en una hora, llegaron al frente de la tierra del conde... Encontrándose con el y sus hombres en la entrada.

- Conde Francis - Habló con firmeza el príncipe Erick - Usted tiene algo que me pertenece.

"¿Que le pertenece? " Diciendo esas palabras. Extrañado el conde volvió a ver a sus hombres - ¿Me puede decir que es lo que yo tengo que sea de su pertenencia, príncipe Erick? - Dijo el, mirándolo a los ojos.

- Tienes a mi sirvienta.

" ¡¿Su sirvienta!? " Exclamó el conde.

Sacando un pañuelo de un bolsillo y limpiándose el sudor de su frente, comento molesto - Usted cree alteza ¿que yo secuestraría a una simple y sencilla sirvienta?

- Lo ha hecho - Contestó el príncipe Kared - Sus hombres secuestraron a la chica incorrecta, incluso, también me secuestraron a mi...

- ¿Secuestrarlo a usted? Me ofende sus palabras... Yo, el conde Francis, jamás secuestraría al príncipe y futuro rey de Wenthrial.

Esas palabras, hicieron molestar a Kared...

Muchos sabían del interés de los dos reinos acerca de su compromiso con la princesa primogénita del rey de Whentrial. Pero, todo eso fue idea del mismísimo conde Francis... Al mencionar los beneficios de la union de los dos reinos.

Aunque el padre de Kared no ha dicho palabra, el le dejo la oportunidad a su hijo de escoger a su esposa.

Se podría decir que su reino estaba bien en todo sentido. Una unión seria muy beneficiosa pero no tanto para ellos sino mas para el reino vecino (El reino Wenthrial)

***

En media conversación.
Un hombre, el líder del grupo de secuestradores estaba furioso por ver la presencia del príncipe Kared.

Porque el había desobedecido a sus amenazas.

Le había dicho de que no intentará salvarme y es lo primero que hizo... Por esa razon, aquel hombre lo iba a hacer arrepentirse de haber vuelto.

Cumpliendo su palabra...

Caminando despacio, se oculto el detrás del conde y en pocos segundos, desapareció...

En donde estaba, en aquel oscuro calabozo recostada en la pared. Escuché el sonido de unos pasos...

Inmediatamente una pequeña luz de una vela, me iluminaba y aquel malvado hombre, entrando, me agarro fuerte y violentamente del brazo, forzandome a levantarme.

Aterrada me quede mirándolo a los ojos...

Y el también me miro a los ojos, notando algo en mí que lo hizo abrir grandemente sus ojos.

- ¡Tu no eres de aquí! - Exclamo el sorprendido - Con razón te querían de vuelta... - Sonriendo el cambio de opinión, ya no iba a hacerme daño, sino iba a aprovechar de la situación.

Y caminando forzandome a caminar, me saco del calabozo. Haciéndome pasar por pasillos de la enorme mansión en donde estaba y salir por la puerta de atrás.