Capítulo 29

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El Verano•

Hora del té. Sentados; el matrimonio de bibliotecarios en un largo sillon y yo en otro al frente de ellos. En silencio.

Mi té estaba servido en una mesa, el silencio era cómodo en cierta manera. Levanté mi tasa y tomé un poco...

La señora Sara y su esposo, seguian mirándome en silencio. Lo que me querían decir, parecía ser algo difícil de contar.

Regresando delicadamente la tasa en la mesa, pedí permiso para hablar. Algo que sorprendió a los dos bibliotecarios.

Ellos dos dejaron de estar pensativos y me prestaron toda su atención.

-Gracias... - Moviendo un poco mi cuerpo, saque un libro de un bolso que tenía. Con cariño lo coloque en la mesa y lentamente se los acerqué - Me gustaria que me hablaran sobre este libro... Y sobre mi abuela.

Los dos señores miraron el libro sorprendidos, luego volvieron a verme.

- Ustedes la conocen, ¿no es así? Pregunté amablemente pero segura de mis palabras.

Sin palabras los dos se cruzaron miradas «Parece que no hubo necesidad de hablar sobre esos detalles» Pensaron. Luego, el bibliotecario puso su mano debajo de su barbilla:

- Estas en lo correcto, señorita - Dijo el usando un tono serio - ¿Que le gustaría saber? Pregunto después.

- Varias cosas, señor - Respondi también con seriedad - Desde hace varios dias atrás, me he dado cuenta que mi abuela también a estado en este mundo... Por lo que, he querido investigar acerca de su vida aquí, pero no he tenido suerte. Mi unica esperanza es el libro que usted me presto para saber su historia, pero mi pregunta es ¿en su contenido esta la historia de mi abuela?

- Comprendo - Dijo el pensativo - La historia de ese libro si cuenta la de tu abuela... Pero no solo la de ella, si no también la de un herrero.

- Me alegra escuchar su respuesta... Alguien me había hablado acerca del herrero, el escribió la historia.

- Así es, veo que usted se informó antes de que le diera libro.

- No puedo negar que fue así. Mis deseos de conocer la historia de mi abuela son altos, por esa razón, he llegado a investigar de mas... Pero por sucesos que hubieron en el palacio de Porthial, no tuve tiempo para leer el libro que usted me presto.

- Ya veo... Entiendo.

- Eso es bueno. Señor, como hemos llegado al tema que queria llegar, ¿puedo seguir haciendole preguntas?

- Claro, señorita Kimberly. De hecho de estos temas nosotros le íbamos a hablar a usted.

Los dos señores se sentian contentos de llegar a esta conversación. Desde la mañana, antes de llegar aqui, tenían pensado hablar sobre ese tema. El cual, no eran los únicos. Yo también lo tenía pensado.

La señora Sara, mirándome pregunto:
- Señorita Kimberly, ¿Que le gustaría saber sobre su abuela?

- Bueno... ¿Como llego mi abuela a este mundo?

Sara, para responder a mi pregunta abrio el libro en la tercera pagina. Donde había una frase escrita por el herrero: La casa de mi amigo quería pertenecer al verano.

- Tu abuela antes de llegar aqui. Quería comprar en tu mundo, la casa que antes era de tu abuelo. Allí conoció a el herrero quien se interesó en ella.

El Verano se robó mi corazón, solo con su dulce voz...

- El herrero enamorado, quiso enseñarle nuestro mundo y la invitó.

Sara al terminar de decir esas palabras. Se quedo en silencio y su esposo añadio:
- Clarissa tu abuela, acepto creyendo que la llevaría a conocer otras casas. Y tu abuelo como sabía adonde la iba a llevar su amigo, el también fue. Preocupado por Clarissa. Y así fue como llegó por primera vez aquí...

- Entonces, ¿la casa de mi abuela en realidad es la casa de mi abuelo? Pregunté.

- Así es... - Respondió Sara - Aunque antes no vivia en ella, solo los fines de semana pasaba ratos por allí.

- Entiendo... Y mi abuela, ¿es El Verano?

- Estas en lo correcto - Respondio esta vez, el esposo de Sara - Así la llamo el principe que ahora es el rey de este Reino. Su seudónimo fue por su alegría y por su color de cabello que en ese entonces era del color del sol.

- Oh... Ahora todo tiene mas sentido.

- Y tu eres La Primavera - Dijo Sara antes de tiempo. Su esposo salto al escuchar lo que ella dijo- Tu abuela, a finales del libro, el herrero mencionó que ella tenía una nieta que su seudónimo seria de una estacion igual que la de ella, el cual, sería primavera.

Sorprendida, inconscientemente abri mi boca. El bibliotecario fingio toser, y tomo un poco de té.

— Entonces, mi abuela sabía que llegaría aquí...Por cierto, ¿Ella nombro a todos por estaciones? Quiero decir, ¿es algo de familia? Mi padre es otoño y mi abuelo invierno?

La señora Sara nego con la cabeza.
- Primavera es el unico que nombró tu abuela. Es el nombre que le dio a su heredera... Hace mucho tu padre renunció a tal responsabilidad, pero acepto que su hija la tuviera.

La palabra heredera, chocó fuertemente. El seudónimo Primavera me había gustado, pero ser heredera y tener una responsabilidad... No me gusto mucho que digamos.

- Sara, tenías que ir mas suave con ella acerca de esto... Dijo el bibliotecario- Kimberly, tu abuela no te va a obligar a ser su heredera pero, no se si sabes que ella esta enferma de una enfermedad mortal. Por esa razón...

Al escuchar eso, una negación inconsciente salio de mi boca:

- No, mi tía dijo que su enfermedad no era grave...

Los dos bibliotecarios bajaron sus cabezas... Sentí un revoltijo en mi estómago al ver sus rostros que expresaban lamento. Me comencé a preocupar.

(Mi abuela es la unica que siempre me ah expresado cariño. Es doloroso el  pensar que esta mal o....)

Notando eso, con delicadeza ellos me devolvieron el libro.

- Seguiremos con el tema cuando te sientas mas cómoda, señorita Kimberly.

Al terminar de decir eso, el bibliotecario dio un suspiró.
Después el y su esposa, se levantaron y me dejaron sola en la habitación.

La Sirvienta De Un Príncipe ¿Pequeño? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora