•¿Mentirosa?•
Fuera del palacio de Porthial, una pequeña princesa jugaba con la nieve. Cantando una inocente cancion, como ella acostumbra hacer. Y allí en medía canción escucho que entre los arboles había un misterioso sonido...
Con curiosidad fue a ver... Encontrando un pequeño cachorro.
La niña quien era Minna, lo miró con cariño y se agachó para agarrarlo.
El cachorro estaba asustado pero en poco tiempo confió en la pequeña niña.
"Que lindo eres" Dijo, y alzándolo como si fuera un bebé, se lo llevó al palacio.. Para enseñárselo a su hadita y luego a su mamá.
Ella apesar de las mentiras de Yalitza y de los sirvientes, ella seguía buscándome porque no confiaba en ellos.
Caminando silenciosamente por los pasillos, mirando el alrededor escondiéndose de los sirvientes, llego a los dormitorios de ellos.
Allí estaba la ama de llaves dando órdenes. La princesa trago saliva al ver como se veía de enojada esa señora...
"Shh!" Le dijo al cachorro que estaba temblando del miedo. Y entró a una habitación.
* ¡Aahh! * Una mano toco su hombro. El pequeño rostro de Minna se puso pálido.
El sirviente que la había tocado, la miro extrañado...
«¡La princesa!» Sorprendido quito su mano del hombro de ella. Luego se alejó e hizo una reverencia «Lo siento, alteza.. ¿La asuste?» La pequeña niña se dio la vuelta y asintió, abrazando fuertemente a su nueva mascota.
"Un perro..." Susurro el sirviente, queriendo preguntar pero el sabe que un sirviente no tiene derecho de hacer preguntas así que se quedo en silencio.
- ¿Donde esta mi hadita? - Pregunto Minna - Quiero verla...
El sirviente abrio su boca para responder, pero Yalitza se paró sorprendentemente al lado suyo.
- Su Alteza Minna, su hadita esta ocupada- Dijo Yalitza - Las hadas tienen mucho trabajo en el invierno.
- No estoy jugando ¡Quiero ver a mi hadita, ahora! - Enojada Minna, miro a los dos sirvientes.
«¿Quien es su hadita?» Pregunto en susurro el sirviente pero no tuvo respuesta.
- Alteza, ella esta muy ocupada y muy enojada... Debería dejarla estar sola, luego cuando ella este tranquila le puedo decir que usted quiere verla - Respondió Yalitza y le tomo de la mano a la princesa - Vamos, la reina no le gustaría verla a usted en este lugar.
El cachorro se escapo de las manos de la princesa, la niña trato de ir tras el, pero Yalitza la detuvo. Minna lloró en el camino de regreso a su habitación.. Hasta que miró la puerta de la oficina de Ancel..
- Quiero ir a ver a mi hermanito... Dijo ella.
La sirvienta miro la puerta y volvió a ver a la niña...
- Pero Su Alteza Ancel esta ocupado... No debería molestarlo- Dijo Yalitza siguiendo el camino...
Minna miro hacía atrás, cada vez estaba mas lejos de la habitación donde estaba su hermano... Luego volvio a ver a la sirvienta. Enojada Minna se hizo la pesada, ya no quería caminar. Provocando que Yalitza la jalará con violencia.
- ¡Mi mano! - Se quejo Minna al sentir como Yalitza le agarraba con fuerza - Duele, sueltame ¡No te quiero!
- Alteza, lo hago por el bien del príncipe. El no quiere estar con usted...
La pequeña niña dejo de quejarse para mirar sorprendida pero no de buena manera a Yalitza... En poco tiempo, los ojos de Minna se llenaron de lágrimas y grito: ¡MENTIROSA!
Yalitza se puso nerviosa y trato de callarla pero Minna grito repetitivamente la misma palabra.
- ¡MENTIROSA! ¡Eres una mentirosa! Tu no quieres que vea a mi hermanito, tampoco tus amigos quieren que vea a mi hadita... ¡USTEDES SON UNOS MENTIROSOS!
"Shh.. Shh..! Alteza.. " Moviendo su mano en signo de -Por favor haz silencio- Yalitza miraba muy nerviosa, en varias direcciones.
Y dos oficinas que estaban una detrás de ellas y otra al frente, fueron abiertas.
"¿Que sucede?"
"¿Porque tanto ruido?"
Dos príncipes de tamaños muy distintos, Erick y Ancel miraron a su hermana y a la sirvienta de rostro pálido.
***
"¡A- Altezas!"
Yalitza nerviosa miró a Minna y volvió a ver nuevamente a los príncipes.
- Ah, la princesa Minna... No quiere ir a su habitación y terminar de estudiar...!? - Dijo la sirvienta con una sonrisa que hacía evidente sus nervios.
- ¡MENTIROSA! - Volvió a gritar Minna y se fue corriendo a abrazar a su hermano Ancel.
Los dos príncipes miraron seriamente a Yalitza y cruzaron miradas.
- Señorita Yalitza, ¿me puede decir la razón de su mentira? - Pregunto Ancel creyendo en su hermana.
- Hablando de mentiras... - Mencionó Erick interrumpiendo la pregunta - ¿Donde esta la rencorosa, anciana? - Seriamente miró a Yalitza - Usted me dijo que le diste mi lista de castigos a ella... Y en la lista decía que ayer debía limpiar mi oficina, deje un desastre para ella y nunca llegó. Tampoco limpió los pasillos que envíe a llenarlos de nieve...
La sirvienta pálida, nerviosa, sin palabras, miro al príncipe y abrió su boca para responder pero un hombre habló en voz alta: ¡Altezas! Cuanto me alegra verles, los estaba buscando.
El Conde Francis, llegó para salvarle el pellejo a la sirvienta mentirosa.
Con una enorme sonrisa se acerco a los príncipes y uno el mas pequeño lo miro con desconfianza.
Erick sabía que si estaba el conde en el palacio algo malo había o estaba apuntó de pasar... Ese hombre ya había secuestrado a su sirvienta una vez, intentando secuestrar a su hermana. Ya no podía confiar en el.
Inmediatamente volvió a ver a su hermano, y el entendió la mirada.
"Señorita Yalitza, dile a la ama de llaves que quiero verla y a usted en mi oficina antes de llegar la tarde" Ordenó Ancel y volvió a ver a su hermano «Ven, Erick» Lo llamo y su hermano le obedeció parándose al lado de el, observando como Yalitza se iba.
Luego, volvieron a ver al Conde.
- Conde Francis, puede pasar - Dijo Ancel con la puerta abierta de su oficina, y el conde contesto - Gracias, pero sus hermanos también van a pasar?
Tras escuchar esa pregunta Ancel sonrió; - Usted dijo que nos estaba buscando, le escucharemos lo que tiene que decir pero antes me gustaría hablar con usted- Y entró junto a sus hermanos...
El Conde se sintio que no era buena idea entrar, pero sabía que no podía escapar o usar una excusa, entonces, entró...
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La Sirvienta De Un Príncipe ¿Pequeño?
Fiksi RemajaEn mi vida pasa lo que no espero y espero lo que no pasa... Puedo decir que mi vida esta llena de viajes inesperados. Aunque en un comienzo no era así... ¡Quien diría que una equivocación puede cambiar tu vida! De una chica normal a una sirvienta•