𝑴𝒐𝒐𝒏𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕© <byler>

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝟩

Mike pone su mano encima de la mía y mientras me mira a los ojos. Estamos cerca, demasiado cerca. No decimos ni una sola palabra pero se que los dos nos sentimos de la misma forma. Inconscientemente le miro los labios por unos rápidos segundos y él sonríe, creo que se ha dado cuenta.

— ¿Quieres besarme? —pregunta, y yo noto que me pongo rojo como un tomate.

— ¿Tú quieres? —consigo decir.

— Yo te he preguntado primero, Byers —pone su mano sobre mi cabello y empieza a jugar con él, esto es demasiado— responde.

— Si.

Ahora mismo me estoy muriendo de vergüenza.

— Quiero la frase completa —hace una sonrisa pícara picara.

— Q-quiero besarte, Mike.

Al pronunciar esas palabras él deja de jugar con mi cabello y pone la mano en mi cara, acariciandome con su pulgar. No me puedo creer que esto vaya a pasar. Nos acercamos lentamente y yo no sé qué debería hacer ahora ¿empiezo yo el beso? ¿o lo empieza él? Pero estamos tan cerca que eso ahora no parece importar, este momento parece eterno, y me gusta así.

— ¿Will? —oigo una voz conocida a lo lejos, pero no veo a nadie a mi alrededor.

— ¿Has oído eso? —pregunto pero de repente Mike ha desaparecido. ¿Qué?

— ¡Will!

Vuelvo a escuchar esa voz lejana y de repente veo que mis ojos se abren. Espera, ¿todo esto era un sueño?

— ¿Qué hacíais dormidos a estas horas? Es casi la hora de comer —dice Once, mierda, ¿por qué me tuviste que despertar?

Miro a mi alrededor y veo que Mike todavía sigue dormido con la cabeza en mi hombro, se nota que no ha dormido en toda la noche.

— Fue una siesta matutina —bostezo, todavía tengo algo de sueño.

— ¿Qué pasa? —oigo la voz de Mike a mi lado y está algo ronca porque se acaba de despertar, me encanta su voz así.

— ¿No tenías que estar en tu casa a la hora de comer? —le recuerda Once.

Mike se incorpora y mira su reloj. ¿No nos podía dejar dormir ni cinco minutos más?

— Es verdad... en fin, me tengo que ir —dice mirándonos a Once y a mí— ¿nos vemos mas tarde?

— Claro —dice Once y se despide dándole un pequeño beso en los labios— te quiero.

— Lo sé, adiós —dice y se va rápidamente, me parece raro que no le haya dicho "yo también te quiero" pero en fin, da igual.

Once se voltea y me mira algo seria. ¿Qué le pasa ahora?

— ¿Por qué Mike parece mas feliz contigo que conmigo?

Mierda, ya empezamos otra vez....

— ¿Qué?

— Will, estabais durmiendo casi abrazados y teníais las sonrisas de idiotas mas grandes del universo. Si no os conociera diría que sois novios.

Lo sabía, está celosa.

— Ce, no digas tonterías —suspiro— eres la persona más importante para Mike, ya te lo ha demostrado muchas veces, te quiere mucho.

Vale, admito que decir eso fue como si me clavaran una espada en el corazón.

— Will, no soy estúpida, dime que le pasa a Mike.

Esto ya es suficiente. Me levanto del sofá y la miro fijamente, pero ella no retrocede ni un paso.

— Estoy harto de que siempre vengas a quejarte de tu relación con Mike. En serio, si no te gusta déjale —hago una pausa y veo su cara de confusión, yo tampoco me esperaba que fuera a decir esto— Mike no ha dicho nada de ti ¿vale? Lo siento mucho pero no eres el centro del mundo.

— Gracias por ser sincero, Will —veo que se le llenan los ojos de lágrimas y sin decir nada más, se va corriendo a su habitación. Quizás me he pasado diciéndole esas cosas, no sé en que estaba pensando.

Decido no perseguirla e irme a mi habitación yo también. La conozco lo suficiente como para saber que en estos momentos lo único que necesita es estar sola.
Entro y lo primero que hago es echarme en la cama y quedarme mirando al techo. El sueño que tuve hoy... wow, no me lo puedo quitar de la cabeza, parecía demasiado real. Y en verdad me gustaría que fuese real. No sé... era una sensación que nunca antes había sentido, fue raro, pero ojalá lo volviese a sentir. Diablos, ¿Estoy enamorado de mi mejor amigo? No voy a mentir, creo que lo estoy. Y te aseguro que no es bonito enamorarte de tu mejor amigo de toda la vida que además es el novio de tu hermana, y menos bonito aún es no poder decírselo a nadie. Si les digo que soy gay me van a acabar marginando más del grupo, eso seguro.

— ¿Byers? —oigo una voz por mi walkie talkie, hacía como un año que no lo usaba, pensaba que se había estropeado— Mike al habla, cambio.

Joder, es él. Agarro el walkie talkie con la mano algo temblorosa y pulso el botón para hablar.

— Will Byers le recibe, ¿qué pasa? Cambio.

— Estaba haciendo limpieza por el sótano y encontré el walkie talkie, me apetecía hablar contigo a si que... aquí estoy. Cambio.

— Me echas de menos, ¿eh? —bromeo y escucho su risa al otro lado de la línea.

— ¿Y tu a mí?

Más de lo que el se imagina.

— Ya te gustaría —rio— oye... ¿te ha pasado algo con Once?

— ¿Por qué lo dices?

— No me para de preguntarme que si te pasa algo, que si ya no la quieres más... me tiene harto.

— Es que se ha vuelto demasiado pesada, yo la sigo queriendo pero tampoco quiero estar pegado a ella las 24 horas.

— Ya, te entiendo, necesitas tu espacio.

— Exacto, y también quiero pasar tiempo a solas con mi mejor amigo.

Al escuchar eso no puedo evitar sonreír.

— Lo mismo digo.

— Oye, ¿quieres venir a dormir hoy a mi casa?

— ¿A dormir?

— Si... Once se va a dormir a casa de Max y he pensado que tu puedes venir a la mía, bueno, también van a estar los demás chicos.

Qué susto, por un momento pensé que íbamos a estar nosotros dos solos.

— Ah vale, iré —dije quitándole importancia, pero en realidad me estaba muriendo de ganas de ir— ¿cuando?

— ¿A las 8 te parece bien?

— Si, no tengo nada que hacer.

— Bien, pues te espero en mi casa, cambio y corto.

Dejo el walkie talkie sobre la mesa y me siento en la cama sin saber que hacer ahora. Voy a mi escritorio y abro el cajón donde había guardado la carta y la vuelvo a leer: "no puedo parar de pensar en ti." Mi corazón empieza a latir más rápido cuando empiezo a pensar si la escribió Mike, pero todos sabemos que eso es imposible. En fin, supongo que soñar es gratis. La vuelvo a guardar y vuelvo a mi posición de antes, tumbado en la cama mirando al techo. Si te soy sincero me siento extraño desde que me di cuenta de que soy gay, suena hasta raro decirlo. Pasé toda mi vida pensando que me gustaban las chicas, aunque en realidad nunca me ha gustado ninguna y... ¿ahora resulta que me gusta mi mejor amigo? Bueno tendré que aprender a vivir con eso.