𝑴𝒐𝒐𝒏𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕© <byler>

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝟣

— ¡Will! ¡Es la hora! —exclama Once abriendo la puerta de mi habitación, parece muy emocionada.

— Ce, se llama antes de entrar —digo cerrando mi maleta.

— Lo siento —sonríe— ¿te ayudo a llevar algo al coche?

— No hace falta —bajo la maleta de la cama y la pongo en el suelo— ¿por qué tanta prisa? —pregunto, aunque en realidad ya sabía la respuesta.

— Quiero ver a Mike cuanto antes, y a todos los demás también —dice todavía con una sonrisa en la cara.

— Wow es verdad, Mike, solíamos ser amigos en el pasado —ruedo los ojos, hablé varias veces con Once sobre el tema de que Mike parece que se está olvidando de mí, pero creo que ella no le da demasiada importancia.

— Me dijo que tenía ganas de verte la última vez que hablamos.

Mi corazón acaba de dar un salto.

— ¿En serio? —la miro sorprendido— lo diría solo para no quedar como un idiota que no llama a su amigo en un año entero.

— Se que tú también tienes ganas de verle, no lo ocultes.

— Tengo ganas de ver a todos —añado, aunque en realidad he de admitir que a pesar de todo a quién más ganas tengo de ver es a Mike.

— Ya, claro... —agarra mi maleta— ¡vamos! ¡tenemos que irnos ya! —exclama y sale de mi habitación con mi maleta.

Le doy un último vistazo a mi habitación, no la voy a echar de menos. Solo me voy por unos meses y tampoco tengo nada especial que me espere aquí.
Oigo la bocina del coche de mi madre, que me está llamando para avisarme que ya es hora de irnos.

Salgo rápidamente de allí y me subo al coche sentándome al lado de mi nueva hermana. Mientras que en la parte de alante se sientan Jonathan y mi madre. El coche se pone en marcha y durante todo el viaje voy observando el paisaje que hay alrededor, no hay mucho que contar, solo árboles y más árboles, también hace un día bastante soleado y no hay casi ninguna nube en el cielo.
Miro a mi muñeca en la que tengo puesto el reloj que me había dado Mike antes de que me fuera, ya se ha estropeado de tanto ponerlo pero me gusta llevarlo igualmente. Me hace sentir acompañado y me gusta que cada vez que lo veo me recuerde a él. Maldita sea, creo que me estoy volviendo loco. No debe de ser bueno pensar tanto en una persona, va a parecer que estoy enamorado de él o algo.

(...)

— ¡Will! ¡Despierta! —oigo la voz de Once, pero no me molesto en abrir los ojos— ¡Ya estamos aquí!

— Cinco minutos más... —murmuro medio dormido.

— ¡Mike esta ahí!

Al escuchar esas palabras mi corazón vuelve a dar otro salto, odio que me pase eso cada vez que escucho su maldito nombre.

— ¿Qué? ¿Dónde? —abro los ojos rápidamente.

— Es verdad, parece que os han venido a esperar —dice mi madre aparcando el coche.

Veo a todos enfrente de mi casa y Once sale corriendo del coche para abrazarles, yo también salgo pero no tan rápido porque todavía estoy intentando asimilar todo lo que está pasando; he vuelto a mi antigua casa. Con mis antiguos amigos. En la ciudad en la que crecí que y no pensaba que fuera a volver. Wow, este sin duda va a ser el mejor verano de mi vida.

— ¡Byers! —exclaman todos a la vez y se acercan corriendo hacia mi para darme un abrazo en el que casi me tiran al suelo, parece que no se han olvidado de mí después de todo.

— Te echamos de menos amigo —dice Dustin sonriente.

— Intentamos llamarte varias veces pero Mike siempre estaba usando el walkie-talkie para hablar con Once —añade Lucas.

— Ya, me he dado cuenta —sonrío— os eché de menos, en mi nueva ciudad es casi imposible hacer amigos.

— Por lo menos tienes a Once, yo estoy harta de pasar el rato siempre rodeada de chicos —Max rueda los ojos.

— También puedes estar con chicas si quieres, no te lo prohibimos —le dice Lucas a Max.

— Oh, ¿estás diciendo que debería hacer amigas? ¿te molesto en el grupo? —Max se pone a la defensiva como de costumbre, y no puedo evitar soltar una pequeña risa.

— ¡No! ¡Yo no digo eso! —exclama Lucas.

— Mierda, ya empezamos otra vez... —dice Dustin, parece que ya está acostumbrado a esta situación.

Me desconecto por un momento de la conversación y miro hacía atrás, donde veo que Mike y Once se están acercando a nosotros. Mike pasa el brazo por los hombros de Once y esta sonrie, me gusta ver feliz a mi hermana pero por dentro algo me impide alegrarme por ella.

— Hey Byers, ni siquiera me saludas ya ¿eh? —me dice Mike sonriente clavando sus ojos en mi.

Por unos segundos me quedo casi sin aliento y solo le miro fijamente, el corazón me va a a mil y no sé como reaccionar.

— Ah... si, lo siento, yo...

Mike no me deja acabar la frase y me da un abrazo. Madre mía, siento como si el corazón se me fuera a salir por la boca, espero que él no note que estoy tan nervioso. Le abrazo fuertemente intentando entender la mezcla de sentimientos que hay dentro de mí, nunca había sentido esto antes y no sé como controlarlo, ni siquiera sé por qué me siento así.

— Veo que todavía sigues teniendo el reloj que te di —dice terminando el abrazo y mirando hacia el reloj, mierda, debería habérmelo quitado antes de que me lo viese.

— Ni siquiera sabía que lo llevaba puesto —fuerzo una pequeña risa, pero parece una risa nerviosa más que otra cosa. Por favor que alguien me saque de aquí.

— Admite que te recordaba a mi —aparta la mirada del reloj y vuelve a mirarme a los ojos, eso no mejora las cosas.

— Lo dices como si alguna vez pensara en ti —digo intentando no parecer tan nervioso.

— ¿No lo haces? Me ofendes, Byers —dice fingiendo decepción y ríe, mientras que yo debo tener una impresionante sonrisa de idiota en la cara.

— ¿Y tú piensas en mí? —pregunto sin pensar, y Mike me mira sin saber que responder.

— Hey chicos, ¿queréis ir al cine? Steve puede hacer que entremos gratis —dice Dustin interrumpiendo el momento tan incómodo y yo suspiro de alivio para mis adentros.

— ¿Todavía trabaja allí? —pregunto, me sorprende que esté durando tanto tiempo en un trabajo sin que le despidan.

— Sorprendentemente si —dice Lucas.

— Entonces vamos —dice Once abrazando a Mike, parece que esos dos están pegados con algún tipo de pegamento súper resistente o algo así.