𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝟤𝟦

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Narra Mike:
Llevo cinco días en este hospital de mierda y se supone que hoy me dan el alta. Los médicos han dicho que he tenido suerte de llegar más o menos bien, si hubiera llamado a la ambulancia unos minutos más tarde esto sería más serio. Ha sido gracias a Will, si yo me hubiera quedado solo todavía estaría tirado en el suelo del baño inconsciente. Él se ha pasado todo este tiempo a mi lado, a pesar de que yo a veces sea una mierda con él, no le merezco, se merece algo mejor que yo.

Por el momento todo parecía ir bien, bueno, todo lo bien que se puede estar encerrado en cuatro paredes blancas. Pero hoy por la mañana escuché una conversación de mi madre con el médico que la verdad, no me acaba de gustar. Básicamente no escuché nada que no hubiera escuchado antes, dice que me tendrían que ingresar en un psiquiátrico y toda esa mierda. Mi padre está a favor de meterme en esa cárcel pero por suerte mi madre insiste en que no, y ella es la que suele tomar las decisiones. Yo no pienso volver a un psiquiátrico, no estoy loco pero la gente que está ahí metida me hacen pensar que si lo estoy, que soy uno de ellos. Es horrible ese sitio, no le desearía ni a mi peor enemigo que le encierren allí.

— Ey, toma —dice Will entrando a la habitación y lanzándome una chocolatina— no le digas a nadie que te he traído eso, se supone que no debería.

Will se sienta en la silla que está al lado de mi cama y le miro.

— Será nuestro secreto —río— gracias.

— ¿Qué tal estás?

— Deseando salir de esta mierda de sitio —apoyo la cabeza en el respaldo de la cama— no sé como tú has aguantado tanto aquí.

— La costumbre, supongo —sonríe— te daban el alta hoy ¿no?

— Se supone que si, pero todavía no ha venido nadie a decirme nada —bufo— me aburroo.

— Hala me ofendes, yo estoy aquí —dice fingiendo estar ofendido, lo que me hace reír.

— Y menos mal —sonrío— gracias por quedarte aquí, no tenías por qué.

— ¿Como no me iba a quedar? No soy tan mal novio.

— Nop, eres el mejor novio que existe.

Me incorporo un poco para darle un pequeño beso en los labios.

— Ey, Mike —dice mi madre entrando a la habitación y yo me separo rápidamente de Will— ¿Cómo estás?

— Bien, gracias —sonrío— ¿y papá?

Se perfectamente que no quiere ni verme pero aun así sentía la necesidad de preguntar.

— Está... ocupado, cariño —dice ella sentandose en una esquina de la cama, se que está mintiendo pero lo entiendo, no me iba a decir la verdad— ya te han dado el alta, puedes salir de aquí —sonríe.

— ¿En serio? ¡Por fiin! —me levanto— ¡vámonos!

— Oye oye tranquilo, ¿vas a salir con la ropa del hospital o qué? —me lanza unos pantalones y una camiseta— cámbiate anda, te espero en el coche.

— Ah coño, es verdad —río— gracias.

— No tardes.

Mi madre se acerca a la puerta de la habitación y se va. Me quito el ridículo pijama que me habían dado en el hospital y me empiezo a poner mi ropa rápido. A pesar de que estoy de espaldas a Will, puedo sentir su mirada en mi, lo que hace que una sonrisa se esboce en mi rostro.

— ¿Te gusta lo que ves? —digo entre una pequeña risa para romper el silencio que había.

— ¿Qué? N-no estaba mirando —dice apartando la mirada, nunca se le ha dado bien mentir.

— ¿Seguro? —alzo una ceja— pues tu te lo pierdes.

Me pongo mi camiseta y el vuelve a mirarme.

— Vamos, tu madre nos está esperando fuera —Will se levanta de su asiento y va hacia la salida— las señoritas primero —dice sujetándome la puerta para que salga.

— Que te jodan —río.

Salimos del hospital agarrados de la mano, hasta que llegamos al coche de mi madre. Separo mi mano de la de Will y me subo al asiento del copiloto, dejando a Will solamente con la opción de sentarse en la parte de atrás solo. Me duele hacerle eso pero no quiero que mi madre sospeche nada de nuestra relación, cuanto más separados estemos delante de ella, mejor. Como se entere de que estamos saliendo se lo dirá a mi padre y ahí se declararía la tercera guerra mundial. Espero que Will lo entienda.

— Vamos a casa, tu padre está deseando presentarte a alguien —dice mi madre arrancando el coche.

¿Mi padre? ¿Me quiere presentar a alguien? Eso no puede ser bueno.

— Ehm... ¿vale? —la miro— ¿quién es?

— Dice que no te puedo decir nada, es una sorpresa.

— ¿P-puede venir Will? —pregunto.

Will ahora mismo es como mi soporte, si no me acompaña seguro que no acaba bien.

— Claro, seguro que también le encantará conocerla —sonríe.

— Espera, ¿es una chica? —digo confuso.

— Ups, creo que ya he dicho demasiado —ríe nerviosa— finge que no te lo he dicho, por favor.

— E-esta bien, supongo...

Miro a Will por el espejo del retrovisor, está sentado en la parte de atrás sin decir nada. Enseguida su mirada se cruza con la mía y veo que él está igual de confuso que yo. ¿Una chica? ¿Para que me iba querer mi padre presentar a una chica? Bueno, no hay que ser mal pensado, igual es solo una prima o alguien de la familia ¿no? No sé, quiero pensar eso.

𝑴𝒐𝒐𝒏𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕© <byler>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora