𝑴𝒐𝒐𝒏𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕© <byler>

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝟣𝟦

Mi "cita" con Mike está yendo bastante bien de momento. Hablamos de temas random y estuvimos riendo casi todo el tiempo. Hemos ido a una tienda de disfraces, a una sala de arcade y luego al burger king porque a Mike le había entrado hambre, otra vez.
Se me ha pasado demasiado rápido esta tarde, ya son casi las 10 y pronto van a cerrar el centro comercial. Me da lástima que esto se acabe pero por suerte habrá muchas mas tardes así ¿verdad? No sé, por lo menos eso espero.

— Me ha gustado salir contigo —sonrie— cuando salía con Once siempre hacíamos lo que ella quería, era una mierda —rueda los ojos.

— Tan malo no sería ¿no? —le miro.

— "¡Mike! ¡Te quiero muchoo! ¿Te gusta este vestido? ¡Vamos a entrar a esta tienda!" —dice haciendo una mala imitación de la voz de Once, lo que me hace reír.

— Pues parecíais muy unidos, la verdad.

— Era una pesadilla —ríe— encima no me dejaba ir al burger king.

— Wow, eso si es serio —río.

— Lo sé —mira alrededor— ya no hay casi nadie aquí.

— Es verdad —miro mi reloj— es casi la hora de cerrar.

— ¿Si? Entonces supongo que podré hacer esto.

— ¿El qu...

Sin dejarme acabar, Mike junta sus labios con los míos y me empieza a besar. Él abre la puerta del baño del centro comercial, que estaba justo detrás de mi y sigue besándome, de pronto mi espalda se apoya contra una pared y el beso se vuelve cada vez más y más apasionado. Mike mete las manos por dentro de camiseta, lo que me hace arquear algo mi espalda por lo frías que están, pero dejo que siga haciendo lo que sea que esté haciendo. Se me eriza la piel en cuanto noto el contacto de sus manos acariciando todo mi torso. Mike está a punto de quitarme la camiseta pero de repente oímos la puerta del baño abrirse, y rápidamente nos separamos. Mierda.

— Vamos a cerrar, tenéis que salir —dice un señor algo viejo con cara de pocos amigos, tiene una escoba en la mano a si que supongo que estará esperando para limpiar el baño.

— S-si, claro, perdón —dice Mike forzando una pequeña sonrisa y agarrándome de la mano para salir del baño.

— No sé que acaba de pasar —río mientras caminamos hacia la puerta de salida del centro comercial.

— L-lo siento si he sido demasiado lanzado antes... no sé, me he dejado llevar —hace una pequeña sonrisa y se sonroja.

— Tranquilo, estuvo bien —sonrío.

— Oye... ¿quieres venir a dormir a mi casa? —dice montándose en su bici.

— ¿Hoy?

Me monto en mi bici y Mike me mira.

— Eh... si, ya es muy tarde, no quiero que otro demogorgon te secuestre por el camino si te dejo solo —sonríe.

— Bueeno... —fijo pensármelo por unos segundos— claro que quiero, idiota —río— ¿vamos?

— Vamos.

Empezamos el trayecto hacia su casa completamente en silencio. Pero no es un silencio incómodo ni nada de eso, por lo menos para mi. Está empezando a oscurecer y en el cielo están empezando a aparecer las primeras estrellas, las farolas ayudan a alumbrar la calle mientras que la luna ya se está empezando a poder apreciar. No hace mucho calor para ser verano, ni tampoco mucho frío. Hace la temperatura perfecta.
Pronto llegamos a casa de Mike, dejamos las bicis en su jardín. Mike abre la puerta con la llave que ha sacado de dentro de una maceta y abre la puerta lentamente, el interior de su casa está oscuro, parece que no hay nadie.