𝑴𝒐𝒐𝒏𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕© <byler>

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝟤𝟩

Me despierto por los molestos pitidos de la alarma. La apago medio dormido y hundo la cara en mi almohada. Hoy es el día, no pensaba que esto fuera a llegar de verdad.
Después de unos minutos intentando asimilar que ya estoy despierto me levanto de la cama y voy a darme una ducha. ¿Vendrá Mike a despedirse de mí? Teniendo en cuenta lo que pasó ayer por la noche... no lo creo. No va a venir, estoy seguro. ¿Cuándo me vaya conseguirá a alguien más y se olvidará de mi? ¿Estará enfadado conmigo para siempre? No sé, además el sueño que tuve hoy no ayuda mucho a tener pensamientos positivos. Soñé que Mike se suicidaba antes de entrar al psiquiátrico, y que me enteraba el día después de haberme ido. No va a pasar en la realidad... ¿verdad? Por favor, espero que no. Viviría para siempre con la culpa de que se ha suicidado por mi culpa, y no podría con eso.

Cuando salgo de la ducha me visto y voy a la cocina. Allí están todos; mi madre, Jonathan y Once. No puedo evitar mirar mal a Jonathan por no dejar quedarme aquí con él. ¿Tan difícil es que me quede? Ah claro, el seguro que quiere la casa solo para Nancy y él, eso no es para naada egoísta ¿a qué no? Seguramente van a terminar en menos de una semana, se van a acabar aburriendo el uno del otro.

— ¿Tienes hecha la maleta, Will? —pregunta mi madre sacándome de mis pensamientos.

— Si, luego la llevo al coche —me siento.

— Alegra esa cara, he hecho waffles para desayunar —me acerca un plato con waffles, cada vez me dan más asco.

— Qué novedad —ruedo los ojos.

— Que sarcástico estas hoy, ¿no? —mi madre ríe— venga come, va a ser un viaje largo.

Me cruzo de brazos y apoyo mi espalda en el respaldo de la silla.

— No tengo hambre —respondo.

— ¿Quieres que te prepare otra cosa? —me pregunta Jonathan.

— No quiero nada de ti, gracias.

— Wow, ¿qué pasa? —dice él mirándome sin entender y sentándose a mi lado.

— Sabes perfectamente lo que pasa, no te hagas el tonto.

— ¿Es por qué no te dejo quedarte conmigo?

— ¿Tú qué crees?

— Will, no te preocupes. Seguro que volvemos dentro de poco —interviene mi madre.

— ¿Como cuando dijiste que volveríamos en navidad y nunca lo hicimos? —dice Once.

— Sabéis que es difícil para mí estar aquí.

— ¿Y por eso tenemos que estar encerrados todos en un estúpido pueblo en el que ni siquiera tenemos amigos? —digo, creo que me que pasado.

Ella se queda mirándome en silencio por unos segundos.

— Acábate el desayuno, luego nos vamos —responde mi madre seria.

Joder, ahora mi madre se ha enfadado por mi culpa. Vaya día de mierda llevo.

Aunque no tenía hambre, me acabo el desayuno y voy a mi habitación a buscar mi maleta para llevarla al coche. Estaba a punto de salir por la puerta cuando recuerdo algo ¡las cartas! Voy hacia el cajón del escritorio de mi habitación y las busco. Eran las cartas que Mike me había escrito de forma anónima cuando a principios de verano, a decir verdad parece que eso ha sido ayer, no me puedo creer que ya hayan pasado dos meses. Cuando las encuentro las guardo en el bolsillo de mi chaqueta y salgo de mi habitación por fin.
Mi madre y Once salen detrás de mi y Jonathan las ayuda con el equipaje. Me quedo mirando alrededor para ver si veo a alguien venir, una parte de mi todavía espera que Mike venga. A lo lejos veo algo que hace que mi corazón empiece a latir más rápido; veo a todos venir y rápidamente busco con la mirada a Mike, pero obviamente no lo encuentro. Bueno, por lo menos los demás si vienen a despedirse.