63.Me estoy muriendo.

1.7K 194 425
                                    

Después de haber ingresado, Eleven cerró la puerta de el cuarto de Jacob. Miró todo detenidamente, con una triste sonrisa.

Caminó con lentitud, viendo todo. Su vista se topó con el armario, una de sus puertas estaba entreabierta. Se acercó hasta allá, y lo abrió por completo.

Una pequeña sonrisa decoró sus labios, cuando vió toda la ropa que había colgada, e incluso, entre varios pantalones, encontró un dvd que decía "Leñadoras en Bikini: La Película".

Eleven soltó una divertida risa, que apenas duró más de tres segundos, aprieta sus labios dejando de mirar a la cinta, y se fija en la ropa.

Su mirada cayó en una camiseta en especial, al verla ella se sorprendió. Era la misma camiseta que él había usado hace un año, en su última noche juntos, cuando se hicieron novios, un día antes de que se fuera.

Bajó su mirada hasta el suelo lentamente.

-Pero te prometo que volveré lo más seguido que pueda-habla Jacob mirándola-No podría pasar mucho tiempo sin verte. Eres demasiado hermosa-dijo. Y la castaña bajó la mirada con un sonrojo en sus mejillas.

-Te extrañaré, Jacob...y a los demás también. Pasamos por tantas cosas juntos que...ahora no sé que haremos cuando se vayan-suspira con pesadez.

-Piensa en mi, eso lo resolverá todo-le guiñó un ojo haciéndola reír-Ah, y esto también-

La besó de un momento para otro tomándola por sorpresa y explotando millones de emociones en su rostro y corazón, lentamente fue cerrando los ojos, comenzando a corresponder el deseoso beso que le daba el castaño.

-Dios, sabía que besabas bien-suspiró Jacon cuando se separaron, viendo la boba sonrisa que ella tenía estampada-. Escucha Eleven, sé que tu y yo no nos conocemos perfectamente, y que mañana me voy, pero...¿te gustaría-

-Si-respondió al instante, él abrió sus ojos sorprendido-Si quiero...-susurra para besarlo otra vez, haciéndolo sonreír a mitad de este y sujetarla por la cintura.

-Te quiero-susurró el juntando sus frentes.

-Yo a ti-sonrió con sus mejillas rojas y completamente feliz.

Eleven creó una triste sonrisa, recordando uno de los mejores momento de su vida. Volvió a mirar hacia la camiseta, y luego de pasar saliva, la descolgó.

Segundos después, ella se miraba en el espejo de el cuarto, viendo como le quedaba aquella camisa marrón, con rayas azules y rojas que formaban delicados cuadrados al rededor de toda la tela.

Le quedaba perfecta.

Sonrió levemente, acariciando los botones. Su mirada, todavía clavada en el espejo, se topó con la cama tras ella. Esta estaba bastante desorganizada, con las sabas y almohadas fuera de lugar.

Se da la vuelta, dirigiéndose hacia allá, observándola fijamente.

-Eras tan desorganizado-susurra con un leve tono de diversión, pero al mismo, este fue triste.

El suspiró, y sin pensarlo por mucho tiempo, se sentó en el colchón, acariciando este, pero frunció el ceño al sentir algo debajo de ella.

Se levanta y quita las sábanas que cubrían aquel objeto, y cuando las quita, sus cejas se alzaron con sorpresa.

Bajo las frazadas se encontraba uba libreta, forrada por un lindo cuero marrón. Ella frunció el ceño, volviendo a sentarse, pero esta vez con el cuaderno en manos.

S T R O N G Donde viven las historias. Descúbrelo ahora