capítulo 7.

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LOS MISTERIOS DE LOLA.

Capítulo 7.

Un día  increíble.

Me dijo que me pusiera algo cómodo porque me tenía una invitación según él al paraíso. Pasamos a su casa, se cambió de ropa, luego me invitó a pasear, era una sorpresa. Salimos en su coche, nos alejamos un poco de la ciudad.

—Cariño ¿A dónde vamos? —Indagué. 

—Que niña tan curiosa, es sorpresa.

—¿Te estás vengando de mí por lo de anoche? 

Me regaló una  hermosa sonrisa y  me dió un beso.

—Para nada, solo quiero darte una linda sorpresa, así como tú me diste una noche mágica, yo quiero darte un día increíble. Solo déjate robar un día solos tú y yo.

—Vale cariño, yo encantada de estar con un ladrón hermoso.

Una hora después…

Llegamos a nuestro destino, una reserva natural, un lugar divino donde solo se respira tranquilidad, alejados de todos.  Árboles y el canto de las aves, un río de agua cristalina, un verdadero paraíso solos los dos.

—¡Espectacular! —Murmuré maravillada mirando todo el lugar.

—¿Te gusta? —indagó.

—Me encanta, aquí solo se respira paz.

— Es un lugar mágico.

—Tienes razón, un verdadero paraíso.

 Me tomó de la mano y me besó con dulzura.

—El paraíso eres tú, estar contigo, tenerte aquí, solos tú y yo.

Me aferré de su cuello, salté sobre él, lo rodeé con mis piernas, entrelacé su cabello con mis dedos y lo besé apasionadamente. 

— El paraíso es esto, tus labios, tus besos, tus ojos y la forma en la que me miras, la manera en que me tratas, lo que provocas en mí cuando me tocas. Lo que me haces sentir con tu forma de tratarme, lo que me haces sentir cuando estamos así cerquita. Tú eres mi paraíso.

Volvió a besar mis labios.

—Te amo mi princesa, no sabes cuanto anhelaba escuchar esas palabras de tu boca.

—Sí, lo sé, esperaste demasiado por mí. Lo importante es que pude entender que tengo un hombre maravilloso a mi lado y que lo amo.

Me abrazó con fuerza mientras daba vueltas conmigo, sus ojos se cristalizaron, pero sabía que era de felicidad.

—Mi bonita, soy el hombre más feliz y afortunado, ahora solo quiero convertirte en mi esposa y poder estar contigo el resto de mi vida.

—También sueño con eso cariño.

Empezamos a caminar tomados de la mano. Por lo que me dijo ya conoce este lugar, iremos a un arroyo donde el agua es cristalina. Nos adentramos en el bosque, no cabe duda que este lugar es especial. Eso es lo que más amo de él, que cada lugar a su lado es increíble. Me enseña a conocer cosas nuevas, a ver la vida de una forma diferente, disfrutar de cada momento.

Pueden creer que ya no extraño las fiestas. Desde que estoy con Juanse aprendí a disfrutar de esas pequeñas cosas que antes ni notaba. Luego de caminar unos minutos llegamos. Había una pequeña cascada y un lago hermoso.

—¿Te gusta? —me preguntó con una sonrisa. 

—¡Divino!

—Ven sentémonos aquí.

© LOS MISTERIOS DE LOLA. #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora