capítulo 34

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LOS MISTERIOS DE LOLA.

CAPÍTULO 34.

NUESTRA BODA.

Llegué a casa de mis tíos, Felipe fue el que nos recibió, se sorprendió mucho al verme, al igual que mis tíos.

—¡Qué bueno verte! —Saludó mi tía.

—¡Nos alegra mucho verte! —saludó mi tío.

—Ya me enteré de tu embarazo, felicidades por tu hermosa bendición —habló mi tía.

—Muchas gracias. Seré directa, ustedes querían hablar conmigo, los escucho.

—Primero queríamos agradecerte por escucharnos —Empezó mi tío.

—También queremos pedirte disculpas por todo lo que pasó —Agregó mi tía—, con eso no borraremos el dolor por el que tuviste que pasar, solo que nos dimos cuenta de nuestro error  un poco tarde, pero lo bueno es reconocerlo. Nos dejamos cegar por el dolor y tal vez la manera en que pasaron las cosas no logramos asimilarlo de la manera correcta.

—Estamos felices de saber que tú eras ese amor del que tanto hablaba mi hijo, estamos orgullosos porque Manuelito no pudo tener una mejor madre —comentó mi tío.

—Mi hijo también guardaba los mismos recuerdos que tú guardas. Mi niña estamos tan arrepentidos por nuestro error. Tal vez Manuel no confiaba lo suficiente en nosotros por eso nunca nos habló de ti.

Mi tía no  pudo seguir hablando empezó a llorar, como madre podía entender su dolor. Me hinqué de rodillas y la tomé de las manos.

—No digas eso, Manuel quiso hacerlo muchas veces, pero yo se lo impedí, ya saben cómo era, si se quedó callado fue por mí. Le dije que esperáramos el momento indicado, pero ya saben lo que pasó.

—Nuestro hijo se fue, pero nos dejó un tesoro valioso que gracias a ti lo tenemos, perdón por el daño que te causamos —Comentó mi tío.

— Por mi culpa mi nieto se perdió y tú sufriste tanto, pero te juro Lolita que esa nunca fue mi intención, es mi nieto —mi tía apretó mi mano.

—Todos cometemos errores, como dicen por ahí lo bueno es saber reconocerlos, dejemos el pasado atrás y continuemos siendo la familia unida que éramos antes —Respondí.

Sellamos nuestra reconciliación con un abrazo.

—Que bueno escuchar eso mi niña ¡La niña de Manuel! Nuestra niña por  siempre —mi tía me abrazó.

—Así es, nuestra consentida, la mamá de mi nieto —Mi tío me abrazó.

—Cada que quieran pueden visitar al niño, les prometo que le hablaré de su verdadero papá, solo pido un poco de tiempo para que mi niño pueda entenderlo.

Platicamos mucho.  Les entregué la invitación para mi boda, ellos se pusieron felices. Luego nos despedimos,  Felipe nos acompañó hasta la puerta.

—Gracias por venir, eres un ángel —Felipe tomó mi mano.

—Tampoco, solo hice lo correcto, debíamos volver a ser la familia unida de antes.

—De todos modos gracias.

—Al contrario, gracias a ti por estar en los momentos más difíciles conmigo, apoyándome siempre, como un ángel.

—Ni lo digas ojitos de gato, siempre estaré contigo cuando me necesites.

Lo abracé fuerte, él me devolvió el abrazo.

—Te debo tanto, gracias a ti Juanse sigue con nosotros.

—Sabes que por ti haría cualquier cosa.

—¿Por qué haces esto? —Inquirí.

© LOS MISTERIOS DE LOLA. #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora