capítulo 19.

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LOS MISTERIOS DE LOLA.

DESTRUCCIÓN TOTAL.

CAPÍTULO 19.

Me ganaba la angustia de pensar que alejarían a mi hijo de mí, solo me puse a llorar. Mi madre trataba de darme consuelo, pero tenía miedo, mis tíos estaban llenos de resentimiento, no descansarían hasta alejarlo de mí. Llegó Juanse, al ver mi cara de preocupación se acercó a mí.

—¿Mi bonita que pasa? —preguntó.

—¿Qué haces aquí? —Respondí con otra pregunta.

—Tenemos que hablar, por favor estos 8 días han sido un infierno.

—¿De que quieres hablar? — Llorando susurré—, de cómo todo se derrumbó, de cómo me señala la gente  en la calle y en la universidad, de cómo esa maldita acabó con nuestras vidas y todo por ti que rompiste tu promesa de no hacer nada para lastimarnos. Tú confiaste en ella, le contaste nuestro secreto y ella me destruyó. Mi familia se cae a pedazos, mis padres están desilusionados, mis tíos me odian, aparte me citaron al juzgado, están pidiendo la custodia de mi hijo.

Le arrojé la citación, bajé la cabeza y lloré.  Se quedó de rodillas en el piso, me tomó de las manos, aunque le manoteé él me haló con fuerza sujetándome fuerte. Me abrazó con fuerza  contra su pecho, solo lloré, podía escuchar los latidos de su corazón, a pesar de todo lo que había pasado, sus brazos me daban tranquilidad. Con la voz quebrada susurró.

—Sé que estás dolida conmigo, pero te juro que yo no le conté nada a Carla, jamás lo hice, yo sé que no me crees, pero te juro que no descansaré hasta demostrarte que no lo hice. Te juro que lucharé hasta el final, no dejaré qué nos quiten el niño, te demostraré con hechos, si es posible traeré a Carla a rastras para que te diga la verdad, no dejaré de luchar por ustedes.

Me dió un beso en la frente y se fue.

No podía ni hablar esto era demasiado para mí, me puse de pie sentí que las piernas me flaqueaban. Me pegué de la pared, sentía otra vez esa extraña sensación cuando me faltaba el aire. No podía respirar bien, hacía tanto que no me pasaba, mamá se acercó y me tomó de la cintura, me ayudó a sentar,  me acariciaba el rostro.

—¿Hija estás bien? mírame estás muy pálida, estos días no has comido bien, mi niña, ya hablé con tu papá, me dijo que hablará con el abogado, no dejaremos que nos quiten al niño, pero tienes que ser fuerte.

—Si alejan a mi niño de mí, me muero —susurré.

Mamá me daba ánimos, decía que todos juntos lucharíamos como familia, pero no dejarían que me separaran del niño. Me ayudó a subir a la habitación, me dio un calmante y me dormí.

     ______ Narra Juanse _____

Tomé las llaves del auto, yo sabía que Carla llegaba hoy de su dichoso viaje, llegué a su casa y toqué a la puerta.

— La van a tumbar —escuché desde adentro. Abrió la puerta y se sorprendió un poco al verme, la tomé del brazo y la entré de un empujón.

—¿Dónde estabas? —exclamé furioso.

—Me lastimas —chilló—,¿cuál es tu problema?

—Tú sabes muy bien, dañaste la noche de mi compromiso.

—Solo dije la verdad —rodó los ojos.

—¿De dónde demonios sacaste esa información? —pregunté.

Se acercó acariciando mi mejilla, pero yo le retiré la mano.

—Tengo mis mañas, cuando se quiere se puede.

© LOS MISTERIOS DE LOLA. #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora