capítulo 4.

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LOS MISTERIOS DE LOLA.

CAPÍTULO 4. 

REMORDIMIENTOS.

El bebé se durmió, ya era tarde, Juanse me dio un beso y se despidió. Lo alcancé en la escalera, lo tomé de la mano y le di un beso apasionado. Él me miró confundido y sonrió.

—Te amo mi bonita, hasta mañana. 

—Cariño, hasta mañana.

Me acosté a dormir con mil cosas en la cabeza. ¿Será que Leila tiene razón y yo sé cuáles son mis verdaderos sentimientos, pero me da miedo enfrentarlo? Al día siguiente me recogió como lo hacía siempre. Salimos a la universidad, después de clases Leila y yo iríamos a casa de mis tíos a llevarle la invitación de su boda y por supuesto a Manuelito.

—¿Lola cómo vas? —preguntó Ilse. 
 
—Qué te digo, fatal.

—¿Le pasó algo al bebé? —indagó preocupada. 

— No, Manuelito está muy bien, es que tengo una confusión terrible.

—¿Ahora qué pasó?

Le conté todo lo que había pasado el día anterior. Le dije que estuve a punto de estar en sus brazos, pero no sé qué pasó.

»Amiga, debes entender algo, tú no estás traicionando a nadie, solo estás continuando con tu vida. Lamentablemente Manuel ya no está aquí, no porque tú no lo quisieras, sino porque el destino lo quiso así. Tú estás en todo tu derecho de continuar con tu vida, él  siempre será tu primer amor, eso nadie lo cambiará. Por eso el miedo que sientes, no pienses que lo traicionas, estoy segura que él está feliz de que continúes con tu vida al lado de un hombre maravilloso como Juanse. Un hombre que te ama, te respeta y daría la vida por ustedes.

—Tanto me conoces —afirmé—, la verdad si me sentía así, como si le fallará a él, por eso siento miedo, culpa, remordimiento, son tantas cosas.

—Amiga, no tengas miedo a sentir lo que sientes, solo deja que todo fluya. No sientas que le fallas  a él, ya fue suficiente, ya hace casi dos años que Manuel se fue y Juanse sigue ahí esperándote.  ¿No te parece injusto con él?  Dime qué hombre va a esperar tanto tiempo sabiendo que te desea y se muere por ti. Otro ya se hubiese ido a quitar la calentura con otra, pero él no, todo este tiempo se quedó  ahí esperando paciente a que estés lista.

»Perdón amiga, pero ya fue suficiente. No hagas que se canse de esperar y llegue otra y se quede con él. Nunca encontrarás un hombre como él, tan paciente y dedicado a ti. Si tú sigues indecisa dejando que pase el tiempo, lo vas a perder a él también.

—¿Tú crees que él se canse de esperar? ¡Ay no!  No quiero  perderlo.

—Entonces apúrate, porque puede llegar una  zorra a metérsele  por los ojos. Cualquier mujer anhelaría un hombre como él. Puede amarte mucho, pero un hombre también necesita sentirse deseado y amado, solo aclara tus sentimientos rápido.

—Tienes razón, no quiero perder a Juanse, yo quiero darle todo lo que él se merece.

— Entonces deja el pasado atrás de una buena vez. Sigue adelante, ponte bien guapa y a demostrarle lo que sientes, prepara una noche inolvidable.

Cuánta razón tenía Ilse. Ya era hora de pensar en Juanse. Por supuesto que no quería perderlo. Era injusto con él que siempre me había esperado pacientemente. Esa larga conversación que tuve con Ilse me sirvió mucho para desahogarme con ella, más porque Ilse tiene una forma cruel de decir las cosas, pero tenía demasiada razón en sus palabras. Luego de unas horas salí de la universidad, compré algo para almorzar y fui a la universidad donde trabaja Juanse y le llevé algo de comer.  

© LOS MISTERIOS DE LOLA. #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora