5- El profesor Lupin

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El día siguiente comenzó como cualquier otro de los que Nicholas había vivido en Hogwarts. Se levantó por la mañana, se vistió y bajó con sus amigos a desayunar. La única diferencia, era que ahora era un chico de segundo año, y que tenía un hermano en el colegio, claro.

Cuando llegó al Gran Comedor junto a Riley y Adrian, se encontró con que ya estaba lleno de estudiantes que conversaban animadamente con sus compañeros sobre las vacaciones, pero las conversaciones se detuvieron apenas Nicholas entró en el Gran Comedor.

El chico trató de ignorarlo, pero el hecho de que todo el Gran Comedor lo mirara, lo hacía sentir realmente incómodo.

Se sentó en la mesa común de Gryffindor al tiempo que Emily Riggs, una chica bastante linda, de unos ojos verdes brillantes y cabello café lacio se acercaba a Nicholas y a sus amigos con algo parecido a la culpa en su rostro. Nicholas miró a Emily acercarse, al tiempo que rememoraba como se había sentido el año anterior cuando se había enterado que ella y Leo, su hermano mayor, eran sus hermanos perdidos, hijos del padre que lo había abandonado. En un principio, Nicholas y Emily había sido muy buenos amigos, y Emily era parte de su grupo, pero cuando traicionó a Nicholas al saber de la broma de Zachary y Leo con su escoba, Nicholas había dejado de ser su amigo.

Aunque no había sido fácil, ya que Nicholas había llegado a tenerle mucho cariño, sabía que era lo correcto. No podía ser amigo de alguien que lo traicionaba de esa manera.

-Nicholas-susurró ella, al llegar a su lado-¿puedo hablar contigo un momento?

Nicholas volvió la vista a sus amigos, que negaron con la cabeza al mismo tiempo. Ambos odiaban a Emily Riggs por haber puesto la vida de su mejor amigo en riesgo.

Sin embargo, el chico asintió.

Se levantó de su asiento y tomó su mochila al tiempo que la profesora McGonagall se acercaba a los chicos con un gran fajo de papeles en la mano. Eran los horarios de todos los niños y niñas de Gryffindor.

-Riggs, Dunn, García y Riggs-enumeró, pasándoles su horario a Nicholas, a Riley, a Adrian y a Emily-quiero que se los aprendan de memoria lo antes posible. Hay que demostrar que los Gryffindors no necesitan un papel para saber a qué clase ir.

-Si, profesora-asintieron los chicos.

-No puedo soportar al profesor Snape recordándome amablemente una vez más que los Slytherin no llegan nunca tarde a ninguna clase-dijo la profesora con su usual voz cargada de seriedad, alejándose a entregar los demás horarios.

Nicholas le indicó a Emily que esperara mientras revisaba su horario. ¡Tenía la primera clase del año con Lupin!

-Lupin de primero-dijo Adrian.

-¿Será bueno?-preguntó Riley.

-No lo sé, pero nada es peor que Lockhart-respondió Nicholas.

-No puede ser-continuó Adrian mirando su horario-tenemos a Snape los Lunes, Miércoles y Viernes.

-Al parecer es una norma que Snape sea la última clase del viernes-dijo Riley.

-No es una norma, es una broma pesada.

-¿Te sigue costando pociones?-preguntó Emily a Nicholas, con la voz más amable que pudo-si quieres te puedo ayudar.

-¿Que acaso no sabes de las clases para ayudar a los alumnos que imparte Dumbledore los viernes?-dijo Riley, con altanería-créeme que Nicholas no va a necesitar tu ayuda si tiene la de Dumbledore.

Emily bajó la vista al tiempo que Nicholas miraba a Riley con reproche. Esta enarcó una ceja y bufó. Ella era, tal vez, la que más odiaba a Emily en el grupo. Nicholas no sabía por qué, pero entre él y Adrian había salido la teoría de que Riley había quedado muy triste al perder a su única amiga en el grupo.

Nicholas Riggs y el Prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora