Nicholas Riggs y el Prisionero de Azkaban

21- San Valentín

Pasaron los días de Febrero con una rapidez alarmante. Los alumnos de Segundo no podían encontrarse bajo mas deberes, trabajos y redacciones. Según los profesores, los estaban preparando para los exámenes y para su futuro, pero según los alumnos, era solo tortura dada gratuitamente.

Al día siguiente, 14 de febrero, San Valentín, Nicholas jugaría el partido más importante de su vida, la final de Quidditch. Ravenclaw había perdido contra Slytherin en el último partido, Gryffindor le había ganado a Ravenclaw y a Slytherin, eso los dejaba arriba, seguidos por Slytherin, que le había ganado a todos menos a Gryffindor y luego por Ravenclaw y Hufflepuff. Los últimos dos equipos ya habían tenido el partido en el que se había definido el tercer y cuarto lugar, con Ravenclaw como ganador, pero ahora, era hora de que Slytherin y Gryffindor se enfrentaran por la copa.

Nicholas no podía estar más nervioso, y el plan de intimidación de Slytherin en los pasillos no ayudaba. Pero Nicholas ya estaba acostumbrado, o por lo menos no vomitaba como el año anterior. Ahora se sentía seguro de sí mismo, y eso es lo que Lupin aplaudió esa tarde, el día antes del partido, cuando estaban terminando sus clases contra los dementores.

-Estoy orgulloso, ya sabes hacer un patronus casi corpóreo-dijo el profesor.

Nicholas se sentó en el suelo, agotado y asintió-creo que sí, ¿podríamos intentar una vez más? Estoy seguro que esta vez se verá su forma. De verdad quiero ver cual es mi patronus.

Lupin puso los ojos en blanco, pero asintió, riendo-está bien, pero solo una vez más.

Nicholas tomó su varita, se levantó y apuntó al armario, listo para enfrentar al boggart. Cuando este salió, con la forma de un dementor, Nicholas comenzó a sentirse mareado, pero inmediatamente rememoró su recuerdo más lindo.

-Expecto Patronum!-exclamó, con todas sus fuerzas, al tiempo que algo que parecía un fantasma de un león, salía de su varita, atacando al dementor. El boggart volvió a esconderse en el armario, asustado, al tiempo que el león se acercaba a Nicholas para que lo acariciara, y la puerta del despacho se abría, dando paso a Albus Dumbledore.

-Solo venía a... oh.-Dumbledore cerró la boca, impresionado por el patronus corpóreo que estaba viendo.-Nick...

Nicholas sonrió y acarició la cabeza del león. Tocarlo daba una sensación extraña, pero agradable. Dumbledore se acercó y puso una mano sobre la cabeza del león, que también parecía feliz de verlo, hasta que el patronus desapareció.

-No puedo creerlo-susurró Lupin.

-Es magia muy avanzada-dijo Dumbledore, asintiendo-muy avanzada.

Nicholas cayó al suelo, el director logró sostenerlo y ayudarlo a sentarse.

-Debes estar agotado-dijo Dumbledore. Nicholas asintió.

-Creo... que iré a dormir-dijo el chico-tengo que estar bien para mañana.

Lupin y Dumbledore lo ayudaron a levantarse y Nicholas salió junto con el director, después de despedirse del profesor Lupin. Cuando salieron, Dumbledore, que parecía preocupado de que Nicholas fuera a caerse o algo por el estilo, tenía una mano detrás en su espalda en caso de emergencia.

-¿Señor?-preguntó Nicholas-¿puede ayudarme con algo?

Dumbledore asintió.

-La verdad es que... me gustaría aprender a aparecer una flor.

-¿Una flor?-repitió Dumbledore-¿por qué una flor?

-Bueno... mañana...-titubeó Nicholas, poniéndose rojo.