4- Llegada a Hogwarts

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Cuando el tren se detuvo en la estación de Hogsmeade, Nicholas notó que la felicidad que debería haber sentido por volver a casa, estaba empañada por la vergüenza y el miedo que tenía de que la voz volviera.

¿Qué haría si había vuelto a crear un obscurus en su interior? No estaba preparado para otro año con esa cosa dentro. Recordó lo difícil que había sido el año anterior teniendo que soportar a esa criatura en su interior.

Sin embargo, si la voz había vuelto, ¿por qué había escuchado la voz de Voldemort en su interior, si se suponía que el mago tenebroso había sido derrotado? O que por lo menos había quedado lo suficientemente débil como para que se le hiciera imposible poseerlo de nuevo.

En el momento de bajar del tren, Nicholas tomó su baúl y las jaulas de sus animales, cuando notó que Riley también tomaba una jaula del porta equipajes. La miró extrañado. Por lo que sabía, Riley no tenía mascota.

-¿Qué...

-Les iba a contar-dijo Riley-es... es mi nueva mascota-destapó la pequeña jaula y Nicholas se encontró con una rata, que no parecía estar en las mejores condiciones-se llama Tails.

Inmediatamente, Dagger, en su jaula, comenzó a removerse nervioso, mirando a la rata con malicia.

-¿Cómo la obtuviste?-preguntó Adrian, al tiempo que comenzaban a bajar del tren.

-Me la dio la prima de mi madre, Molly Weasley.

-¿La señora Weasley?-preguntó Adrian-No entiendo... ¿No era que tu familia era Muggle? Los Weasley son una familia muy conocida en el mundo de la magia-agregó, al ver la cara de confusión de Nicholas.

-Mi madre es una squib-dijo Riley.

-¿Una qué?-preguntó Nicholas.

-Una Squib, alguien que, dentro de una familia de magos, nació sin magia.-explicó Riley- No solemos hablar mucho del tema, es algo que mamá todavía no supera.

-No fue fácil para ella cuando vio que todos sus hijos podían hacer magia-agregó Zoe, que caminaba detrás de ellos.

-Bueno... ¿y por qué te dieron la rata?-preguntó Adrian, intentando cambiar de tema. Las conversaciones sensibles no eran su fuerte.

-Porque su último hijo, Charlie, ya salió de Hogwarts, así que ya no necesitan a la rata-contestó Riley, mirando a su nueva mascota con cariño. Nicholas sonrió al ver a su amiga tan emocionada-¿no es linda?

-Si, claro-respondieron sus dos amigos, sin ser totalmente honestos.

Cuando salieron del tren, se encontraron con una gran cantidad de carruajes que se movían solos, cosa que, incluso a Adrian le llamó la atención.

-Que genial es el mundo de la magia, ¿no, Nick?-le comentó Dean Thomas, deteniéndose a su lado.

Nicholas asintió, maravillado-si que lo es.


Después de unos minutos, todos los amigos que habían estado en el compartimiento en el tren, lograron subir un carruaje, justo al tiempo que en que empezaba a llover a cántaros.

-Vamos a llegar al banquete completamente mojados-dijo Adrian, molesto.

-Imagínate mi hermana-repuso Riley-ella tiene que ir en bote.

"Y Jasper"-pensó Nicholas.

Poco a poco fueron acercándose al impresionante castillo, que captó la atención de Nicholas una vez más. Quería gritar de emoción. Por fin había vuelto a su hogar.

Nicholas Riggs y el Prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora