Olvídame (2min)

Cada vez más cerca...

En poco más de dos horas y media ya habían terminado con ocho de los nueve postulantes a traines que tenían que entrevistar.

El equipo en pleno se encontraba en su antigua casa, la Universidad de Artes de Seúl, y sentía nostalgia por volver a pisar sus aulas y visitar cada espacio que le gustaba recorrer mientras fue uno más de los estudiantes de dicha institución.

-Iré a dar una vuelta...- dijo levantándose del asiento donde se encontraba.

-Está bien- respondió el director sin verlo, revisando unos papeles- Cuando llegue el último postulante te avisaré.

Minho solo levantó la mano en señal de concordancia.

Se estiró un poco en la salida de aquel salón donde se estaban llevando las pruebas, respirando profundamente mientras una sincera sonrisa se dibujaba en su rostro.

Caminó por algunos lugares que le traían buenos recuerdos, saludó a muchos profesores que habían llevado materia con él y Taemin, pero ninguno dijo nada del menor, solo le preguntaron cosas particulares y lo dejaron ir sin prisa.

También se llevó varias sorpresas al enterarse que algunos de sus compañeros estaban enseñando pequeños talleres, ahí mismo.

-¡Suho está en el taller de teatro aún!- decía uno de sus antiguos maestros, mientras el alto caminaba de prisa- ¡Si te apuras, seguro que lo alcanzas!- levantó los pulgares y se fue.

-¡Pero vaya la sorpresa que se llevará el bueno de Suho!- se decía así mismo, sonriendo de lado.

Tenía que cruzar el campo de futbol para llegar hasta su destino, pero ver a su amigo valía la pena.

Cruzó el campo respirando profundamente el aroma a tierra húmeda.

«¡Ahhh! Tan buenos recuerdos»

Pero nada podía ser perfecto ¿No?

Y aunque no lo había planeado. Ahí estaba él.

Frente al moreno, hablando con dos personas desconocidas para el alto.

Aquello no le importó.

Aceleró los pasos y tomó el brazo del chico con fuerza, llevándoselo lejos, ante la mirada incrédula de los desconocidos que no pudieron hacer nada para evitarlo.

-Pero ¿Qué..?

El chico no sabía qué estaba pasando, porque se encontraba de lo más tranquilo esperando por Taemin, cuando se encontró con viejos amigos de la universidad y se puso a platicar con ellos.

Fue entonces que de pronto sintió un fuerte agarre en el brazo y empezó a ser arrastrado quién sabe a dónde, ni por quién.

¡Estaba furioso!

Nadie podía llevárselo así y salir bien librado.

El intruso iba a pagarlo caro.

-¡OYE TÚ...!

-...

Pero se quedó callado.

Todo el enojo que sintió en un principio se esfumó en segundos, transformándose en terror.

-Min-Minho...

El alto lo arrastraba con el ceño muy fruncido y una sola idea en la mente.

Ver a Taemin.