¿Qué voy hacer?

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Por más que Taemin quiso conciliar el sueño, no pudo hacerlo.

La tensión de saber que en cualquier momento Minhyuk cruzaría esa puerta y se acostaría cerca de él, lo llenaba de miedo.

Pero no del miedo malo, que te hace querer esconderte debajo de las cobijas, porque uno de esos monstruos imaginarios que creías ver siempre debajo la cama, saldría a jalarte de los pies en cualquier momento.

Sino del miedo que te eriza la piel y te la pone como de gallina, esperando lo inesperado pero, que de igual forma ansías, que termine pasando.

Porque Taemin estaba tan confundido con las actitudes del mayor, que ya casi se quedaba sin uñas de tanto que las había mordido de puro pensar en él, y en el justo momento en el que casi se habían besado.

Y es que por un lado, el moreno intentaba todo el tiempo, con lo de no sentir nada más por él que solo amistad pura y sincera. Porque era completamente heterosexual, y además de que tenía novia, a la que Taemin también conocía porque ambos trabajaban juntos, teniendo que verlos cariñosos cada vez que él estaba presente.

Algo que también empezaba a molestarle un poco, solo que lo disimulaba muy bien, porque Minhyuk solo era su amigo, e Irene su novia.

No tenía por qué incomodarse con sus muestras de amor frente a todos.

Pero los argumentos del alto fallaban terriblemente, cuando los dos estaban solos y demasiado cerca el uno del otro.

Como había pasado hace un par de horas atrás.

Porque el discurso aquel, de que era un hombre completamente hetero y enamorado, se desvanecía en apenas segundos, cuando Taemin se perdía en la profundidad de esos grandes y oscuros ojos.

Viendo en ellos, nada más distinto a la amistad o empatía que decía tener por él, algo mucho más profundo.

El pelirrojo podía ver en ellos, sin pensarlo demasiado, cariño, preocupación, temor y por qué no decirlo, deseo.

Todo en una extraña mezcla que lo dejaba sin aire; y peor aún, sin saber cómo reaccionar.

Además de que la tensión que se formaba cuando estaban juntos, era palpable a simple vista.

Todo aquello hacía que todas aquellas razones que le habían sido mencionadas para explicar su heterosexualidad, se fueran por el ducto de la basura en un segundo.

Lo peor de todo era que Taemin no se estaba rehusando a la idea de ser besado por su amigo.

Al contrario, las dos veces que habían sucedido, se había sorprendido así mismo deseándolo también.

Y si no fuera porque la imagen de su novio se había cruzado por su mente, logrando que recobrara la conciencia en el último segundo, junto a las miles de razones del porqué lo que hacía estaba mal; hace rato que ya hubiera probado la miel de los labios de Minhyuk.

-No no no no no...- tomó la manta con fuerza, para esconderse de los fantasmas de su conciencia que le gritaba que todo estaba mal. Como si con ello, fuera a recobrar la cordura y el pálido de sus mejillas que ahora sentía rojas como tomates al tener pensamientos nada santos con una persona que no era su novio precisamente. Apretando los ojos hasta que vio estrellas detrás de sus orbes- No puede ser, no puede ser...- movía la cabeza negando en susurros apenas audibles- No puede ser...

-¿Qué no puede ser?

La pregunta lo tomó por sorpresa completamente, tensándose en su sitio, sin atreverse a salir de su escondite porque la cercanía de la voz de su amigo, le decía que estaba casi encima de él, esperando por una explicación que él no estaba dispuesto a dar.

Olvídame (2min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora