Falsa promesa de amor

1.1K 114 35
                                    

Minho estaba sentado con los codos sobre sus piernas sosteniendo su cabeza, frotándose los ojos con rudeza.

No podía creer que las cosas esa noche, hubieran salido tan mal.

Taemin no debía haber llegado.

No, en ese momento.

No, ese día.

No, sin avisarle.

Se agarró los cabellos con fuerza, frunciendo fuertemente las cejas por lo estúpido que había sido.

Por no prestar atención a las señales que le habían sido enviadas días antes, cuando Taemin no respondía a sus preguntas sobre cuando sería su próxima visita. Solo cambiando de tema o diciendo que sería una sorpresa.

¡Vaya sorpresa!

Si Taemin hubiera sospechado que la sorpresa que pensaba darle a su novio, se la llevaría él. Entonces lo habría pensado mil veces antes de hacerla.

Minho miró con frustración la mesa que hasta hace menos de una hora, había preparado con tanto anhelo.

Todo estaba tirado y roto en el piso.

Los platos, todos rotos, regados por toda la habitación, igual que las copas, velas y, la champaña aun absorbiéndose en los cojines del mueble, tirados por doquier.

Suerte que tenía buenos reflejos, porque hasta un cuchillo, que no sabía de dónde salió, pudo esquivar.

Se pasó una mano por la cara, frustrado. Bufando ruidosamente.

Ahora que todo había acabado, que Taemin se había ido terminando con él, de paso una relación de más de cinco años, se sentía mal.

Más que mal.

Fatal.

Como basura.

Escoria humana que no tenía derecho a recibir consuelo de nadie.

Ni siquiera de su amante.

Y es que Minho lo estaba engañando.

Tenía un amante mientras Taemin estudiaba en el extranjero.

Y no es que fuera un sinvergüenza o promiscuo que no podía respetar a su novio tan solo porque éste no estaba cerca.

Era la primera vez que había fallado.

Sin pensarlo, sin planearlo.

No sabía exactamente cómo sucedió. Un día solo se dio cuenta que empezaba a tener sentimientos por alguien más, y que no pudo reprimir.

«Soy un idiota»

Se echó hacia atrás, mirando el blanco techo, en medio de la oscuridad en la que se había sumergido después de todo el escándalo que habían protagonizado en el departamento.

...

Avanzada la noche Minho no podía evitar que un sinnúmero de recuerdos lo asaltaran en forma desordenada.

Ellos habían pasado muchas cosas juntos, y habían sufrido varias separaciones, incluso se habían dejado de ver cuando al menor lo adoptó una pareja sin hijos.

Minho se había enterado dónde vivía exactamente el chico, así que algunas noches se escapaba del orfanato para verlo a escondidas, porque los padres adoptivos de éste, no querían que su hijo siguiera en contacto con nadie de aquel orfanato.

Pero era imposible estar lejos uno del otro, simplemente no podían.

Y cuando se enteraron que los padres del menor saldrían del país por cuestiones de trabajo, es que decidieron escapar.

Minho tenía 15 años recién cumplidos, estudiaba la secundaria a punto de terminarla para ingresar a la preparatoria, pero eso no servía de nada si buscabas un trabajo. Mucho menos si llevabas a cuestas a un mocoso de 12.

Batallaron tanto juntos.

Cambiándose de ciudad constantemente, ocultando sus identidades y haciéndole creer a las personas que, gracias a Dios, eran benevolentes con ellos, que eran hermanos que querían separar llevándolos a orfanatos horribles.

Estuvieron en una que otra casa, quedándose tan solo unas semanas, porque apenas la familia que les daba cobijo o trabajo, quería dar parte a la policía sobre los menores, inmediatamente éstos huían.

Después que Minho cumplió la mayoría de edad y sabía que ya nadie lo buscaba, ni a Taemin, porque sus padres adoptivos prefirieron zafarse de problemas y abandonar el país, es que el mayor pudo encontrar un trabajo más estable para que ambos pudieran estudiar, alquilar una pieza pequeña, pero lo justo para dos jovencitos que lo único que querían hacer era estar juntos, y vivir una vida tranquila.

Y es que desde que Taemin llegó a la vida de Minho, éste sintió ese instinto protector con el menor.

Lo vio tan frágil, tan indefenso, con una apariencia angelical y desprovisto de cualquier maldad.

Poco a poco ese aprecio de hermandad que sentía desde chico, se fue convirtiendo en algo más.

Algo profundo y especial.

Tan fuerte que, apenas tuvo la edad suficiente como para hacerse cargo de sus sentimientos, se confesó, siendo correspondido por el menor que le profesó el mismo amor que le declaraba el pelinegro.

«Perdón»

Solo fue un susurro en medio de la noche.

Una lágrima solitaria rodando por su mejilla, quemando y calando hondo, en lo más profundo de su ser.

En ese momento, Minho sintió arrepentimiento, pero era demasiado tarde.

Ya nada se podía hacer.

Todo había sido su maldita culpa.

Haber lastimado a Taemin, era algo que no tenía perdón.

Él no se merecía eso, ni una sola lágrima debió salir de sus hermosos ojos cafés.

Ni una sola maldición o arrepentimiento, debió sentir su corazón.

Taemin no merecía conocer la traición de manos de su novio.

No, de la persona que juró protegerlo con su vida.

Minho se había prometido, y había prometido a Taemin que nunca nadie lo haría llorar, porque él siempre estaría a su lado, protegiéndolo de todo y de todos.

Porque él era la persona que más lo amaba en el mundo, y quien lo haría feliz hasta el final de sus días.

¡Qué ironía!

Porque Minho sí lo había protegido y defendido de todo aquél que en algún momento lo hizo menos o quiso acabar con él por envidia o miedo al sentirse rebajados ante tanto talento que tenía su novio, pero ¿Quién lo defendió de él mismo?

¿Acaso Taemin había estado preparado para enfrentar y soportar la traición más grande que pudo esperar de la vida?

No.

Ni él, ni nadie...

Nadie pudo hacerlo, ni saberlo o imaginarlo.

Porque Taemin nunca imaginó, ni en sus más recónditaspesadillas, que aquella persona, la que juró protegerlo siempre, sería la que alfinal lo destruiría.


***

Hola nuevamente.

Para informarles que los primeros 3 capítulos son uno solo, pero como era demasiado largo, es que decidí hacerlo de esta manera. Así también no se aburren de leer algo taaaan largo y pueden esperar con ansias.

Espero que les esté gustando y la recomienden a sus amigas, así me dan una idea de saber si estoy haciéndolo bien o no.

Bye!!!

Olvídame (2min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora