Olvídame (2min)

Una víctima... ¿Dos culpables?

-¡Jae Yeong!- un chico alto, aparentemente mayor, se acercó a grandes zancadas hasta el menor, que al verlo se levantó como si fuera impulsado por un resorte- ¡¿Estás bien?!

Lo abrazó con un poco de fuerza después de revisarlo superficialmente. Tenía un pequeño parche en la sien pero nada más.

-Estoy bien hyung, pero el chico...- se contuvo un poco porque el nudo en la garganta era muy grande, no así las lágrimas que escaparon al ver a su hermano mayor. 

Se sentía a punto de desmayar porque después de una hora, los médicos todavía no habían salido a decir nada y eso era frustrante porque no sabía si el chico estaba bien o no, y si era lo segundo, ¿Qué pasaría ahora con él?

-¡¿Qué fue lo que pasó?!- preguntó tomando el rostro del menor entre sus manos para que lo mirara directamente- ¿De qué chico hablas?

-Yo... y-yo...- los hipidos no lo dejaban hablar- Hyung... yo... atropellé a alguien...

El mayor abrió los ojos apenas escuchó la noticia, asombrado, temeroso y molesto.

Todo a la vez.

Quería reprender a su hermano por no haber tenido cuidado al manejar como tantas veces le había dicho, pero sabía perfectamente que ese no era el momento ni el lugar para hacerlo, mucho menos al sentir el fuerte abrazo que su pequeño hermano estaba ejerciendo en él.

-¡Está bien!... Está bien- palmeó su espalda- Todo estará bien Jae Yeong-ah... Todo va estar bien... Ya estoy aquí.

-¡¿Qué voy hacer hyung?!- gimió desesperado sin soltar el abrazo- Los médicos no me dicen nada. Y si ese chico... al que atropellé... ¿Murió? ¿Qué voy hacer? ¡No quiero ir a la cárcel, hyung!- El mayor acarició su nuca poniendo un poco de presión, al ver la desesperación de su hermano.

-Eso no va a pasar, pequeño. No dejaré que nada malo te pase- se separó al fin del abrazo, tomándolo de los hombros- ¿Me escuchaste? Nada pasará. Solo déjamelo a mí... Confía en mí.

Las palabras del mayor tranquilizaron a su hermano, éste nunca había faltado a una promesa antes y estaba seguro que no empezaría hacerlo ahora.

Fue una noche larga para los hermanos, sobre todo después de que los médicos al fin salieran informando que el paciente había superado una crisis de baja de presión, la cual pudieron controlar a tiempo. Aparte de eso, tenía un par de costillas rotas, de las cuales una le había atravesado el hígado y, para no ser suficiente, el impacto contra el pavimento le había roto el cráneo, lo cual era muy grave también porque se había formado un coágulo difícil de extraer por el momento.

Realmente el chico se había salvado de una muerte segura.

La policía tomó la declaración del chico infractor y después de asegurarse de que no hubiera contradicciones en su relato, lo dejaron ir, no sin antes asegurarse de que al día siguiente se acercara a la estación de policía para recibir la multa y sanción correspondiente de acuerdo a ley.

...

Minwoo solo fue capaz de dejar en paz a Minho hasta la mañana siguiente.

El alto despertó con un maldito dolor de cabeza que no lo había abandonado en gran parte de la noche. 

Dolor que en ese momento estaba acentuándose gracias al molesto ruido de ollas y platos en su cocina.

Estaba preparado para salir del dormitorio y reclamarle a Taemin por lo ruidoso que era, pero no fue hasta que vio la figura de alguien más que, obviamente no era su novio, que se dio cuenta que lo que pensó fue un mal sueño, no era tal, sino la realidad.