Olvídame (2min)

Tonto corazón

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¡Hola de nuevo!

Antes que nada, pido disculpas por la demora.

No quiero que suene a excusa pero, la inspiración se tomó unas cortas vacaciones jajajaja

Espero no tener que volver a demorar en actualizar y... Solo lean y comenten qué les pareció el capítulo.

Byeeeeee!!!!!

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En sus pensamientos miles de cosas se entremezclaban.

Dudas, preguntas, certezas.

Todo y nada a la vez.

-¿Cómo es que... esto está aquí?... Lo perdí hace tanto tiempo.

Rememora el momento en que su padre se la entregó en aquella delicada cajita de plata en forma de corazón.

Un regalo que su madre quiso entregarle cuando cumpliera su mayoría de edad, pero que debido una repentina enfermedad que acabó con su vida en pocos meses, le fue imposible hacerlo.

-Te extraño tanto, mamá.- una lágrima rodó por su mejilla sin poder detenerla. Acariciando la fotografía con el índice, sonríe al traer sus más bellos recuerdos a su mente.

...

-...Solo tienen que llevar la copia a edición para que los del...

Minho camina de prisa hasta su escritorio, se le hacía tarde para tomar su vuelo, pero algo encima de la pulcra madera estaba mal.

Frunce el ceño al ver que parte de la cadenita del relicario está fuera de la caja.

-¿Alguien entró en mi oficina?- preguntó entre molesto y curioso.

-Solo la Presidenta Park, señor.

Minho se quedó estático, sosteniendo ahora la joya en sus manos, preguntándose si acaso la curiosidad y la prisa de la Presidenta habían ocasionado tal descuido.

-Está bien- chasquea la lengua porque no tiene tiempo de pensar demás- Retírate, y me avisas por el correo si algo se presenta.

Termina de guardar sus cosas en la pequeña maleta de mano y sale de su oficina, sin pensar en nada más que, en pocas horas estaría frente a frente con la persona que más ama en la vida.

Y ruega porque éste no le cierre la puerta en las narices, antes de entregarle aquel preciado regalo.

...

Sung Ah se siente perdida.

No sabe qué pensar, ni siquiera sabe si es buena idea ir a buscar a Minho antes de que se vaya de viaje, y preguntarle cómo y por qué es que SU relicario estaba en su escritorio.

Tantas ideas que cobraban vida en su mente y se volvían historias de ciencia ficción en su cabeza.

Que hacen que todo le dé vueltas.

Se recuesta en su caro sillón de cuero negro, cerrando los ojos para relajarse un poco, pero no puede solo poner su mente en blanco. Miles de imágenes del alto siendo niño, pasan por su cabeza. Llorando, riendo, jugando en un lugar desconocido, solo y con la ropa rota y vieja.

Sacude la cabeza desesperada y abre los ojos enfocando hacia la nada.

-¡No puedo quedarme sin hacer nada!