Olvídame (2min)

Los misterios del corazón

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Hola de nuevo!!

Siento que estoy subiendo capítulos despreocupadamente y demasiado rápido.

Creo que es bueno y malo para ustedes a la vez jajajaja, se acostumbran mal.

Es solo que cuando termino un capítulo, no puedo esperar a que pasen algunos días para que ansíen leer lo que sigue, así que solo los subo y luego me arrepiento.

Medio loca creo jajajaja

Bueno, no les quito más tiempo, y espero disfruten del capítulo.

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Sung Hee aún revolvía su café en silencio.

Taemin siquiera se movía de su sitio. Solo se mantuvo viendo por el gran ventanal de la cafetería, donde la mayor lo había llevado para hablar a solas.

Y aunque Key y Jae Yeong se preocuparon después de verlos salir del vestidor, una sola mirada de la mujer bastó para hacerles saber que tenían que irse y hablar.

Taemin no sabía qué hacer.

¿Qué decirle a la madre de tu prometido, después de un arrebato de histeria y confusión, que no estabas seguro de querer seguir con la boda?

«¿Cómo pude hacerlo?, ¿Ahora qué voy hacer?... ¿Qué voy a decirle para arreglar todo?»

Fueron solo algunas de las preguntas que se arremolinaban en la mente del menor.

Mientras veía en la calle pasar cientos de personas. Solas, en pareja, o en grupo.

Todos con una vida estable. Felices o tal vez no tanto.

Pero en sus rostros podía ver la determinación de que lo que estaban haciendo tenía algún sentido.

No como él.

Que aún, estando a puertas de casarse, se sentía perdido.

Sin rumbo.

Su reloj parecía haberse detenido en algún punto de su vida, y no sabía dónde, ni cómo hacer para echarlo andar otra vez.

-¿Puedo hacerte una pregunta?...- la suave voz de Sung Hee lo sacó de sus pensamientos. Taemin volteó a verla, tomándose su tiempo para asentir- ¿Es por Minhyuk?

Taemin abrió mucho los ojos, sin poder ocultar su sorpresa.

-¿Q-qué?- tartamudeó presa de los nervios.

-Has estado extraño desde que volviste de Ulsan.

-N-no y-yo no...- su labio inferior tembló al intentar responder.

Bajó las manos hacia sus pantalones frotando sus palmas en ellos, porque de pronto sintió que estaban demasiado húmedas.

-No hace falta que lo niegues cariño.- la mujer sonrió con tristeza, pero mostrándole la palma de su mano sobre la mesa, para que la tomara; era un signo de confianza entre ellos- Te conozco muy bien.- el pelirrojo sacó de su escondite una mano y tomó la que le era ofrecida- Y sé... que estás luchando contra sentimientos que no puedes manejar. Lo veo en tu rostro.

Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos sin poder evitarlas. Su rostro se volvió rojo, avergonzado.

¿Cómo podía estar haciéndole esto a Changmin?... Si él era tan bueno.