Consejos para cuidar el templo del ESPÍRITU SANTO

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Es un hecho que el modelo de belleza es dictado por la sociedad y, muchas veces, menosprecia a los “gorditos”. Nadie debe sentirse presionado a tener cierta apariencia por cuestiones estéticas.

No obstante, la relación con la salud debe ser tomada muy en serio.

Casi todo el mundo es obeso

En todo el mundo, 1900 millones de mayores de 18 años tienen sobrepeso, de los cuales, 650 millones son obesos, según señala la Organización Mundial de la Salud.

Lamentablemente, los datos son cada día más alarmantes. Esto es consecuencia de que las personas practican menos actividades físicas, duermen cada vez peor y se alimentan inapropiadamente.

Los problemas de tener sobrepeso

El cardiólogo Daniel Petlik hizo la siguiente advertencia: “El exceso de peso puede aumentar el riesgo de padecer hipertensión, diabetes, infarto y varios tipos de cáncer, como de mama, endometrio e intestino”.

Por su parte, la nutrióloga Ana Kátia Rakovicius resalta que la obesidad es mortal, porque “puede traer como consecuencia enfermedades como diabetes, infarto, accidente cerebrovascular, hipertensión, intolerancia a la glucosa, entre otros”.

De hecho, la obesidad causa más casos de algunos tipos de cáncer que el tabaquismo.

Un estudio publicado en el British Medical Journal demuestra que la obesidad afectaba a 105 millones de personas en 1975. Hoy, afecta a 650 millones en todo el mundo. En caso de que el aumento siga de manera proporcional, el 20% de todos los adultos del planeta serán obesos en 2025.

Serán 1.6 mil millones de personas enfermas, con la fuerza productiva perjudicada y corriendo riesgo de muerte prematura.

Daños al templo del Espíritu Santo

La Biblia afirma:

“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1 Corintios 6:19-20).

El obispo Edir Macedo explicó que el cuerpo de todos los seres humanos —del pasado, del presente y del futuro— ya fue comprado por Dios. Y el precio fue el sacrificio del Señor Jesús.

Dios quiere utilizar el cuerpo de cada persona para mostrar Su Gracia. Pero, para que ese “negocio” se concrete, es necesario que cada uno elija entregarse a Él.

“A partir de ese momento, cuando la persona es comprada por Dios, en la persona del Señor Jesús, entonces, Dios hace de su cuerpo Su morada. Porque es Su morada”, afirmó el obispo.

Desde entonces, le corresponde a cada uno cuidar del templo del Espíritu Santo. ¿Y cómo se hace? Respetando el cuerpo y manteniéndolo limpio y saludable.

¿Acaso una persona, sabiendo el mal que provoca la obesidad, se puede entregar a ella y a Dios al mismo tiempo? La respuesta es “no”. Quien está en una condición poco saludable debe buscar ayuda para mejorar su salud. Y, así, honrar el templo del Espíritu Santo.

¿Y cómo hacer eso?

Su peso es determinado por la cantidad de comida que usted come”, le declaró David Curtis a la BBC, Profesor del Instituto de Genética de la Universidad de Londres. “Tenemos una cultura que acepta que las personas sean gordas y se está convirtiendo en una norma. Pero la única manera de engordar es ingiriendo más comida de lo que usted está quemando en sus actividades”.

Por eso, la primera tarea que alguien con sobrepeso necesita cumplir para restablecer su salud es la reducción alimenticia.

“El primer consejo es dejar la pereza a un lado y reservar un tiempo para ir de compras y preparar alimentos naturales. Cada persona necesita pensar en lo que va a comer y ofrecerles a los niños”, afirma la nutrióloga Andréa Marim.

De acuerdo con ella, “los alimentos industrializados tienen altos niveles de grasa, azúcar y sodio”. Lo cual causa inflamaciones en el cuerpo y, al mismo tiempo en que aumenta el peso y la grasa, disminuye la nutrición.

Otra actitud importante es implementar una rutina de ejercicios. Ana Kátia Rakovicius explica que “para las personas de 18 a 64 años, es necesario, semanalmente, por lo menos 150 minutos de ejercicios aeróbicos de intensidad moderada. O 75 minutos de ejercicios aeróbicos intensos. Para los niños de 5 a 17 años, lo ideal es más de 60 minutos de ejercicios aeróbicos moderados e intensos a la semana”.

De esa manera, evitar el sobrepeso y la obesidad depende solo del comportamiento de cada persona. ¿Usted está listo para cambiar el suyo?


Tomado del blog Universal México.

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