Capítulo 12: Cacería

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Ya estando ahí, bajé de la patrulla y caminé hasta la puerta de cristal. Podía ver cómo un Hunter me acechaba desde detrás de los autos, mientras que otro se dejaba ver saliendo del centro comercial. Recordando la forma de disparar que estaba en el manual, saqué mi pistola y disparé al Hunter, teniendo problemas con el retroceso y desvíos de la pistola, apenas logré atinarle una bala en la pata, haciendo que este chillara del dolor.

Otro Hunter salió por la puerta principal en mi dirección, a la par de que el del estacionamiento ocultaba su carrera con la de su compañero del frente. Corrí hacia el frente y logré atinarle un disparo a la cabeza al Hunter que estaba frente a mí, mientras que sacaba otra pistola y disparaba a quemarropa al Hunter del estacionamiento, matándolo de 3 disparos. El Hunter que estaba herido, se me abalanzó y logró derribarme, pero, antes de que pudiera hacer otra cosa, le disparé a la cabeza. La sangre me cayó en el rostro, ya había olvidado que esta era acida. Me lo quité de encima y logré observar como 9 Hunter salían del centro comercial. Corrí hacia el estacionamiento, en dirección a la patrulla. Los Hunter me seguían el paso, les disparaba cada cuanto, pero me era difícil atinarles, de hecho no les di en ningún disparo y las balas se me agotaban.

En un giro inesperado para ellos, giré hacia las hileras de coches, golpeándolos y activándoles las alarmas a algunos. También disparaba a los depósitos de gasolina, pero estos no explotaban.

-¡Jodido cine!- Maldecía al viento.

Entre tanto ruido, ellos no sabían dónde me encontraba, pues me había puesto pecho tierra para cargar las armas. Al menos yo podía ver a algunos por la parte de debajo de los coches. Uno estaba del otro lado de donde yo estaba, así que corté cartucho y salí de mi escondite para luego acribillarlo. 2 Hunter me vieron y corrieron hacia mí, pero estaban lo suficientemente separados, como para que me acomodara y logrará atinarle a ambos en la cabeza. Me sorprendí de tal hazaña, pues hace poco apenas y pude atinarle a uno en la pata. Mis pensamientos fueron interrumpidos por la zarpa de un Hunter que estaba a centímetros de mi mejilla. Por instinto, esquivé su ataque y disparé a su abdomen.

"No tengo que bajar la guardia"

Salté hacia un auto y miré a los Hunter restantes sobre el techo de varios autos, al igual que veía a muchos otros rodeando la patrulla, parecían alguna especie de cocodrilo amontonados alrededor. Eran aproximadamente 17.

"¿Tienen un centro comercial y no saben que existe la puta televisión?"

No podía con todos ellos con solo 2 pistolas. Sin embargo, una idea se me vino a la mente: Rasgué varios trozos de mi abrigo y playera, quedándome casi con el torso al descubierto, los mojé con la sangre de los Hunter y los coloqué en los depósitos de combustibles de 4 autos que estaban muy juntos, estratégicamente amarré los trapos de tal manera que quedaran cubiertos, hasta me di a la tarea de ocultarlos con la tapa de los tanques. Fui hacia donde estaba la manada completa y vacié un cargador entero en varios de ellos, causando que todos comenzaran a seguirme. Entré a un coche cercano y comenzaba a dar vueltas por el estacionamiento, disparando de vez en cuando detrás de mí, sin tener éxito alguno.

-¡Que esto funcione!- Grité a la par de que me dirigía hacia la trampa que les tenía preparada.

Cuando estuve cerca, di un gran giro que ocasionó que el auto chocara con otro al lado de mi trampa. Salí y, ya teniendo a la manada sobre el auto que choqué, encendí la mecha, para luego echarme a la carrera.

-¡Oigan!- Grité a una distancia razonable.

Todos voltearon e intentaron ir hacia donde estaba, pero una gran explosión los hizo volar en varios pedazos, mientras que a otros los aturdía o hacia volar por los aires. Me tocó parte de la onda expansiva y algunos pedazos de metal llegaron a incrustarse en mis brazos y torso. Debí alejarme más.

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