Capítulo 15: Rosa de los Vientos Parte 6

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La decisión había sido tomada y yo desvié el cañón antes de que mi dedo fuese obligado a disparar. La bala había pasado a centímetros de su rostro, impactando con el motel a su espalda. Mi dedo sangraba a montones, tenía delgados y profundos cortes que se extendían por éste. Mi rostro había caído, no me atrevía a mirar a ese bastardo a la cara.

-¿Qué pasó?, ¿Acaso tuviste miedo?- Preguntó sádicamente.

Si, tenía miedo: Miedo a ya no verla, miedo a saber que todo mi esfuerzo había sido en vano, a ya no tener más oportunidades, a lo que vendría después del disparo. Digan lo que digan, me importa un carajo, pues habiendo sufrido lo que yo, habiendo peleado como yo, y que de un momento a otro, así como así, todo se pierda en el olvido, solo por un arranque de ira, es algo que no puedo dejar que suceda.

-¿No contestas? Bien, me basta con saber que has aceptado tu papel en éste acto. Ya ha de acabar, pues el aullido que se aproxima será tan majestuoso como el de aquel día en la playa, junto al inmenso mar intangible, donde solíamos volar pacientes, hasta que nos alimentamos de la libertad y nuestras fauces se formaron al unísono del marchitar. Perros salvajes, perdidos en este bosque de penumbras, vagando errantes por el sendero infernal, en una carrera por coronarse- Me dio la espalda y caminó en dirección al motel-. Alone, solo queda tu parte por hacer para avanzar al "Segundo Acto".

-Un día de estos, tu patética obra acabará- Aseveré.

-Esa es la esperanza. Hasta entonces, te quedarás aquí, siguiendo el plan, así como lo han hecho ellos.

-¿Ellos?

-Es verdad, no te he contado. Bien: El cuervo, viendo que yo me había presentado en la ciudad, guio a las criaturas más poderosas a una sección de ésta, para que así no tuvieses problemas en desarrollarte como un... Bueno, no tiene importancia...

-¿Un qué?- Lo interrumpí.

-Preguntas al final. Bien, pues su único papel en ésta tétrica prosa es solo el ser tu guía, aquel el que te apoye, para que surques el cielo y logres emanar aquella luz que vive en ti. Para ello decidió alejarte de los más peligrosos del lugar, porque bien sabía que ellos te matarían antes de que pudieras alcanzar la Locura de modo espiritual. Sin embargo, no contaba con algo: Yo. Tan solo me bastó con tenerte inconsciente unas horas y traerte hasta aquí.

-Eso significa...

-Si niño: Estamos en la parte de la ciudad en la que se encuentran las bestias más peligrosas de toda la dimensión, estás lejos de tus refugios, tus trampas, armas y demás cosas. Aquí la electricidad y el agua han sido cortadas, el frio es aún más cruel, la comida es escasa y ni hablar del agua embotellada, pues de algo tienen que vivir los que aquí están contigo. Ah, y eso es solo una parte, ya que también he ordenado a los niños buscar tu refugio y confiscar todo, al igual que he puesto Necrófagos alrededor de la escuela, en donde guardaremos todas tus cosas.

-¡¿Me estás jodiendo?!- Le grité en cólera. Apretaba con firmeza el arma.

-Quería ver qué pasaba si te despojaba de eso, quería ver esa desesperación en tu mirada al saber que todo, absolutamente todo por lo que trabajaste ahora ya no está más contigo. Estas solo en este mundo, ya nada te dará abrigo, alimentará o defenderá, solo estarás tú solo contra el mundo.

-¡Así ha sido desde que he entrado aquí! ¡De que no te hayas fijado, no es mi problema!- Rugí sin importarme si he captado la atención de algo, igual con el disparo ya estarán decenas de criaturas en camino hacia acá.

-Eso es mentira, pues has tenido muchas comodidades, el cuervo y yo te hemos ayudado en varias cosas, no te ha faltado nada, fuera de compañía humana, y aun así no has logrado llegar a tu máximo potencial.

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