Capítulo 9: Masacre

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Tres toques, ¡Tres jodidos toques en el puto vidrio de la ventana! Giré la cabeza con extrema lentitud, pudiendo ver cómo aquel Höllenjunge estaba del otro lado de la ventana, sonriéndome y tocándola con aquellas uñas que le sobresalían. Mi color de piel se perdió, mis manos comenzaron a temblar, ver aquella imagen me daría pesadillas por el resto de mi vida. Aunque, bien sabía que lo que más me aterraba era escuchar a ese maldito cuadrúpedo correr por el pasillo y estamparse contra la puerta de madera.

Ya no había salida, ni ayuda, solo era yo contra ellos. El Hunter rompió la puerta, mientras yo daba una vuelta de comando hacia mi hacha. Él corrió hacia mí lanzando un zarpazo desde arriba. Se lo atajé con el hacha y lo patee en la cara, apartándolo un poco de mí. El Hunter volvió a embestir en mi dirección, al igual que yo en la suya. Justo cuando lo tenía de frente, salté por encima y me di la vuelta para encajarle el cuchillo en una pata. El Hunter chilló, girando hacia donde estaba. Al ver esto, corrí en dirección a la puerta, aprovechando que él estaba con una pata lastimada. Salí de la habitación y corrí hacia las escaleras, cuando una figura me embistió por la espalda, provocando mi caída por las escaleras. Era otro Hunter, y en el primer piso pude divisar otros 2 escondidos en la penumbra.

Ya estaba jodido, los del primer piso me habían visto, escuchaba al herido venir con notable apuro y el que me derribó estaba bajando lentamente las escaleras. Sumado a esto, veía de reojo cómo ese desgraciado Höllenjunge Estaba afuera de la casa, viendo por la ventana y riéndose de mi miseria, cual hiena. Ya no quedaba más.

-¡Cuervo, activa la Locura!- Gritaba con desesperación, a la par de que el Hunter que me derribó estaba ya a un escalón de mí.

Tomé mi hacha y logré darle un tajo sobre su hombre. El Hunter rugió y se me fue sobre. Pero pude esquivarlo, yéndome escaleras abajo. Los demás se corrieron en mi dirección, manteniendo una formación paralela, sin perder la distancia entre ambos. Me incorporé de del suelo y esquivé una vez más al Hunter que aún tenía mi hacha en el hombro. Corrí hacia atrás y tomé un jarrón, para arrojárselo a uno de los Hunter que venía en paralelo, desestabilizando su estrategia por completo. El otro Hunter se dio cuenta y aumentó su velocidad hacia mí. Saltó y me lanzó un zarpazo horizontal, el cual pude esquivar saltando hacia atrás. El Hunter del hacha, aprovechando mis segundos en el aire, pudo derribarme de una embestida. Caí sobre la barra de la cocina, había escuchado un crujir en mis costillas al impacto con el filo. Rápidamente, tomé un cuchillo de cocina y di media vuelta, solo para encontrarme con las garras del Hunter a centímetros de mi cara. Logré esquivarlo casi por completo, apenas teniendo un corte que pasaba toda mi mejilla, hasta llegar a mi oreja. Con toda la fuerza que pude, atravesé garganta, ocasionando que su sangre brotara a chorros de este y me manchara parte de la cara.

-¡Muere de una vez!- Grité enterrando aún más el cuchillo y pateándolo hacia el frente, haciendo que su cuerpo chocara con el de otro Hunter que se había arrojado hacia mí.

Empuñaba con firmeza mi hacha, esperando otro ataque. Sin embargo, un ardor infernal comenzó a manifestarse en mi rostro y parte de mi cuello, era como tener metal al rojo vivo sobre la piel. Me llevé mi mano libre al rostro, esta también se quemó. Inmediatamente, pude reconocer aquello que me quemaba: La sangre del Hunter. Esta era ácida, a tal grado de causar quemaduras de segundo grado en mi rostro y mano. Aun así, me mantuve firme en mi guardia improvisada, alcé la mirada hacia la penumbra, logrando divisar tan solo al Hunter que había derribado con el cuerpo de su compañero. Busqué a los otros con la mirada, sin tener resultado alguno. Miré hacia el Höllenjunge, estaba aplaudiendo y con la cabeza fija hacia el suelo. Aunque sea una criatura con sed de sangre, tenía cierto comportamiento infantil. Si mi hipótesis era correcta, este Hunter sería el primero en atacar, lo que le daría a los otros 2 tiempo para posicionarse estratégicamente y atacarme.

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