¿sumisa? o inteligente

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Desperté, apagué la alarma cuando me disponía a levantarme su brazo se enroscó en mi cintura.

— un ratito más Dasha — murmuró contra la almohada.

— qué haces aquí Erick, tienes que irte— le dije desesperada

El no atendió y siguió dormido, frustrada me quité su brazo y me metí en la ducha despues de hacer mis necesidades.

Salí envuelta en la toalla, y comencé a buscar mi ropa.

Una manos fuertes se afianzaron en mis caderas y apoyo su cabeza en mi hombro olfateando mi cabello.

¿Que sí lo deseo? Sí, me calienta con cualquier cosa como si supiera exactamente cómo y dónde tocar.

— Quieres hacer algo...? — dijo sensual

Solté la ropa que estaba tomando y me giré para enfrentarlo

Tomé los bordes de mi toalla y la dejé caer, él levantó una ceja y quitó por un momento las manos de mis caderas para darle paso a la toalla a que llegara al suelo.

Lo besé y comenzamos un baile desenfrenado de nuestras leguas.

Fuimos retrocediendo hasta caer en la cama, mi ritmo cardíaco está acelerado y siendo en mi entrepierna la humedad de mi intimidad.
Él se sacó el bóxer mostrando su virilidad.
Seguimos besandonos apasionados y tocándonos, sus dedos juguetean con mis pezones, su boca abandono la mía para comenzar un rastro hasta mis senos, haciendo circulos placenteros alrededor de mí pezón.
Continúo su desenso y se ubicó entre mis piernas, siento todo mi cuerpo en una llama de calor, su lengua lleva un ritmo perfecto en mi zona íntima provocando que mis piernas tiemblen.
Su boca se alejó y el úbico su miembro, mi placer es demasiado como para pedirle que se detenga, lo necesito dentro de mí.
Él pasa su miembro de arriba a bajo por mis pliegues íntimos y hace poca presión en mí vagina volviéndome loca, ambos sabemos que no pasará, pero éste contacto lo disfrutamos mucho.
Su miembro sigue ese vaivén y mis manos las encajo en sus glúteos apretando queriendo empujarlo a mí.
Él sigue frotandose martillando mi clítoris, realmente me está enloqueciendo.

— como te sientes de alli? — pregunta cuidadosamente y sé a que se refiere, he estado mejor prácticamente sin dolor así que asiento dándole permiso .

Rápidamente me voltea y me apoyo en mis rodillas, recuesto mi pecho completamente en la cama entregándome.
Escucho roper el empaque  del preservativo  y siento el lubricante en esa zona y él empieza a masajear placenteramente para dilatar.

Poco a poco su miembro comienza a hacer el trabajo que llevaban sus dedos hundiéndose un poquito mas cada vez.

— te amo mí Dasha — dijo con la respiración agitada.

— yo también te amo Erick — contesté igualmente agitada.

El término de invadir mi cuerpo y lentamente comenzó a dar embestidas mientras con una mano marca el ritmo en mis caderas con la otra masajea mi clítoris.

Está vez lo estoy disfrutando tanto que comienzo a mover mis caderas con más rápidez y gemidos escapan de mi boca de manera que su torso se pega a mi espalda y la mano que antes estaba en mi cadera ahora cubre mi boca.

—shhh nena ..— dice entre gruñidos, ambos lo estamos disfrutando.

Nuestros cuerpos están sudorosos, con mis manos aprieto las sábanas bajo mi palma, sintiendo el orgasmo cerca.
Nos movemos mas a prisa buscando la liberación hasta que explotamos en ese placer, su cuerpo cae sobre el mío tendiendome por completo en la cama.
Respiramos agitados y emocionados.
Él sale despacio de mí se levanta y va al baño, luego regresa y se acomoda frente a mí.

DashaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora