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Aquí estaba ya en el comedor esperando que sirvieran el desayuno para acabar con esto....el abuelo hoy está más fastidioso que nunca y el ambiente es pesado en esta casa.

— Dasha !  Me estás atendiendo?— llamó Bratt con enojo sacándome de mis cavilaciones.
Le contesté con un sonido de mi garganta. Resopló frustrado.

— Hoy deberás organizar algunas cosas de la boda con la sra White y tu abuela, espero que seas puntual y prudente— dijo dándome una mirada severa y asentí mirando a annethe.

La abuela o annethe me da igual.

me miró por unos instantes y volvió a su plato vacío.

Solo me hizo pensar en mis cero ganas de convertirme en una mujer como ella, totalmente machista y sumisa, viviendo en un matrimonio abusivo y haciendo vivir lo mismo a sus generaciones lo que me deja la pregunta mas grande ¿como mi madre cayó en esta cueva de lobos llamada familia?

Habiendo acabado de ordenarles a todos en la mesa el itinerario de su vida llamó al servicio y porfin podríamos comer "en paz".

Al finalizar todos se marcharon a sus actividades, salí de la mansión buscando al chófer que me llevaría a la universidad.

Antes de subir al vehículo me detuvo la abuela.

— no se te olvide Dasha, a las 4:00 pm — dijo entregándome la dirección del que asumo es el primer salón previsto, asentí... No batallaré peleas inútiles.

Me adentré al auto y partí.

El celular vibró anunciando un mensaje.
Lo abrí encontrando algo que hizo palpitar como una descarga a mí corazón.

* Ten un excelente día mí Dash, te amo*

Sonreí como una idiota, yo también lo amo aunque sea un imposible... Nadie ve esto con buenos ojos pero nos amamos y no lo podemos evitar.

Eliminé el mensaje y guardé nuevamente el celular, unos minutos más y llegué a la U.

Bajé tomando mis cosas, en el baúl está mi maleta de deporte que hoy me toca, suspiré cansada.

Entré y aprovechando la media hora que aún me quedaba me dirigí a la oficina del profesor de cálculo.
Aceptaría las tutorías, que más da tener algo que hacer mientras espero a Aaron.

Luego de avisar al docente y dejar claro mi horario, empezaría a partir de mañana, voy caminando por el pasillo rumbo a mi primer clase.

Un brazo se pasó por mi hombro y un beso fue dejado en mi cabeza, ya sé quien es sin mirarle, solo su perfume y su manera tan confiada de ser
Seguimos andando aún en esa posición.

— buen día princesa— susurró el tonto útil en mí oído.

— buen día amor — contesté brindando una sonrisa que lo dejó satisfecho... Imbécil.

— te ví salir de la oficina...— afirmó, esto es una forma de indagar que hacía

— si, estaba confirmando que seré tutora... Lo que te comenté ayer... — dije pausadamente.

— Eso está muy bien, pero ya sabes si me haces esperar tendrás problemas princesa. — amenazó "con fingida ternura"

— Lo sé  Aaron, deja de amenazarme, no me gusta.—manifesté molesta.

— no es una amenza... Sabes que es una advertencia... Nos vemos en la tarde— dijo soltandome para irse a su aula, yo estaba frente a la mía, pero antes le tomé la mano.

— hoy no, me iré en cuánto termine — me miró severo y levantó una ceja

— cosas del matrimonio amor. — concluí quitándole tensión.

Me sonrió y dejó un beso corto en mis labios
el dia estaba transcurriendo rápido y pronto mis clases acabaron de modo que salí a esperar al chófer.

Ví llegar el auto negro, el chófer me abrió la puerta y nos saludamos cortésmente.

— aquí está la dirección marcus... — le tendí mi mano con el papel cuando subí.
Y él se puso en marcha.
Al llegar a la recepción del lugar ya me estaban esperando ambas mujeres .
Que emoción! Planear mi matrimonio fracasado sin aún comenzar

Me saludaron de dos besos y les contesté igual.

— Bien señoras, señorita! Si ya están todas Comencemos — dijo una mujer que supongo nos dará el tour.

Mi abuela asintió y nos fuimos tras de la mujer.

El salón es muy bello indiscutiblemente, cada detalle es elegante y sofisticado, tenían dispuestos varios tipos de mesas y sillas para elegir.

Yo me quedé mirando la decoración de una mesa, sin duda esta me gusta.

— Yo espero que seas mas inteligente que tu madre ...— mi corazón dío un impulso, me enoja que la mencionen.

Alcé mi vista y la posé en mi flamante suegra, devie la vista solo para buscar a annethe quien ya estaba en el otro extremo del salón con la asesora.

Retorné mi vista a la sra White y fruncí mi seño confundida y enojada.

A que viene su comentario fuera de lugar.

— no te hagas Dasha, todos sabemos que fue una mala mujer para tu padre y una pésima madre para ti. 

Mi sangre hirvió en mis venas y apreté mis puños.

— No le permito hablar así de mi madre! — Dije con mi mandíbula apretada y levantando un poco la voz. No haría un escándalo aquí, pero está mujer me desborda.

—No Te equivoques Dasha, yo soy quién no te permitirá hacer lo que te venga en gana con mi hijo! Tú no lo mereces, pero no me queda más que aceptarte porque ya lo decidieron mi marido y tu abuelo, pero que te qudde claro que mi hijo no es cualquier idiota que manipularas con tu carita de mustia, sé lo que estás intentando y se te acabará pronto el jueguito— y así sin esperar mi respuesta se marchó a dónde está mi abuela y la asesora.  cada palabra salida por su boca era escupida con veneno, tal vez mi vida de casada sería muchísimo peor de lo que yo esperaba, está víbora estará todo el tiempo intentando encajarme sus colmillos.

Tiré con fuerza sobre la mesa la servilleta de tela que había estado mirando.

Mi abuela me hizo señas y caminé lentamente hasta allá.

—¿Que te parece Dasha?— cuestionó annethe.

— me gusta y para el montaje de mesas y sillas me gusta la numero 14.— contesté tratando de parecer emocionada, aún cuando este lugar me agradó y pueda que me guste cierta decoración no significa que este plan me agrade.

— Yo prefiero que vistemos los demás y luego tomemos decisiones— contestó la sra white

Mi abuela solo le miró y le asintió a la madre de Aaron.

La asesora anotó lo que me gustó y nos hizo una cotización en vase a eso, también lo hizo con la decoración que le gustó a la sra white. Porque sí le gustó algo diferente y seguramente hariamos su voluntad, así que no entiendo para que me traen con ellas.

Así terminó mi día, muy agotada y enojada con todos, pero soy una estupida que sola no tiene ni en que caerse muerta así que no meda otra que aceptar lo que le obligan a hacer y permanecer aquí siendo la tonta útil de mis abuelos.











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