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Subí a mi habitación tratado de no ser notoria.

Al entrar  a la habitación cerré la puerta y me dejé caer.

Llevo demasiada carga, me siento asfixiada, las lágrimas de impotencia me recorren las mejillas.

Un carraspeo de una garganta me hace levantar la vista, chocando con la imagen de Eric sentado en el borde de mi cama.

Justo lo que me faltaba, no sé en que tónica está Eric y no tengo ánimos de lidiar con alguien más.

— no estoy de ánimo Eric— le dije cansada.

— ¿Y yo sí Dasha?... Crees que me encanta  verte golpeada, me hace sentir excelente que todos se molesten contigo y te quiten los privilegios — me dijo exaltado.

Negué

— No me retes más... Sólo... Sólo abrázame — le pedí llorosa.

Él caminó hasta mí y me alzó abrazándome fuertemente, me sujeté a él como si fuese el último día.

Él comenzó a andar y me dejó en la cama, fue al clóset y sacó la pijama.
Regresó, me desvistió y me puso la pijama.

Me ayudó a entrar en las sábanas y se arrodillo al lado de la cama.
Acunó mi rostro lloroso entre sus manos.

— te amo nena ... No me gusta verte así... Quisiera escapar contigo... — suspiró rendido y apoyó su frente en la mía — te amo... Odio todo esto...ver tu cuerpo lastimado me hace mal... — sus lágrimas se mezclan con las mías, porqué todo tiene que ser tan injusto, porqué tuvimos que ser familia.

Besé sus labios suavemente.

— debes irte Eric, ve a descansar ... Yo también te amo.

Él se alejó y limpió mis mejillas con sus pulgares, dió un beso corto a mis labios, se levantó y se fue.

Apagué mí lámpara y me dispuse a dormir.

Mañana sería otro día.

***

Dash.... Dasha

— Despierta mi niña — entre abrí los ojos y visualice a mi nana Amie. — Buenos días cariño— me dijo dulcemente abriendo mis cortinas para que entrara la luz del sol.

— por qué me despiertas Nana?— le pregunté somnolienta

— El día está hermoso— resoplé, no es suficiente razón. — Te prepararé la tina para que te relajes — me dijo reconociendo que no estaba iniciando con pie derecho.

Me estiré lo mas que pude y salí a mi balcóncito que de al jardín lateral.

El día está en precioso debo admitir, coloqué mi mano para proteger mis ojos del sol y poder observar bien.

A lo lejos está Eric practicando tennis con el abuelo y en el jardín la abuela arreglando las flores, la familia perfecta en un ambiente de armonía perfecto, siento que mí presencia es la que daña su perfección.

— Mi niña ya está lista el agua!

entré a la habitación nuevamente y pasé directamente al baño, me despoje de la bata y la pijama y me adentré al agua, que estaba perfecta y oliendo a rosas, justo lo que necesitaba.

Cerré mis ojos y me dejé estar.

Amie estaba frotando suavemente mi cuerpo con una esponja.

Presiento que sabe de algo que no me hará gracia.

— Que tragedia se avecina Nana? — pregunté entre abriendo los ojos.

Ella se rió nerviosa.

DashaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora