cap

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Me asomé a mi pequeño balcón, ya cae la tarde, el jardín luce lindo.
no sé que esperar de todo éste embrollo, siento que estoy sobre una bomba que en cualquier momento detonará.

Mi labio inferior se ve en una combinación roja- amoratada aunque ya la inflamación cedió, me sigue doliendo al roce.

Toc toc toc

Los golpes en la puerta que hicieron girar a verla.

— Dasha voy a pasar—dijo mí Nana.

— está bien Nana — contesté y seguido se escuchó el tintineo de las llaves.

Entró y cerró la puerta tras ella.

Extendió su mano a mí y caminé hasta tomarla, nos sentamos en la cama.

— Mi niña Aarón está abajo hablando con tu abuelo— dijo y me tensioné, la razon de que esté aquí es enteramente mi culpa, yo solo quería buscar una excusa para que me dejaran salir, no un problema más.
¿Porqué Aarón lo debe complicar todo? No podía simplemente acordar la maldita cita del vestido.

— DASHA! — gritó mí Nana moviendo mi cuerpo, lo que me hizo darme cuenta que me quedé mirando un punto fijo sin expresión alguna.

— lo siento Nana, es que no puedo estar más jodida.

Ella asintió lo cuál me sacó una risita, Nana de verdad siente que soy un desastre.
me miró como su tuviera dos cabezas, evidentemente ésta situación no es chistosa.

— A parte de jodida, estoy loca Nana. Olvídalo.

Finalicé con una media sonrisa.

— ay niña... Eres igual o mas rebelde que tu madre.... Eso te puede llevar a la muerte también — dijo apesadumbrada.

Cuando se habla de mi madre es inevitable que me sienta triste, vacía.

— Nana, quiero saber de mí mamá— ella rápidamente negó, pero continúe — quiero contactar con mis abuelos maternos, otra vez desaparecieron...— dejé salir un suspiro— Creo que al final Bratt tiene razón, a ellos no les importó mi madre, ni les importo yo — expresé con tristeza.

Ella volvió a negar.

— Dasha a tus abuelos maternos no los conozco, pero a quienes si conozco es al sr Bratt y la sra annethe, por lo cuál estoy casi segura de que sucede algo más por lo cuál ellos no se acercan a ti. — dijo en voz baja.

Este tema está prohibido en esta casa.

— Estoy tan harta como se pueda estar de esta situación, de verdad no se que hacer, esto me sobrepasa.— dije frustada, queriendo tirar de mis cabellos.

— Te entiendo mi niña per..

Nana fue interrumpida por la puerta siendo abierta, entró una empleada, su vista pasó de Nana a mí y de regreso.

— la señorita debe bajar, el joven Aarón la espera — dijo para retirarse.

Miré a Nana nerviosa, ella se levantó y tiró suavemente de mi brazo poniéndome de pie también.

— cambiate Dasha, te espero afuera.

Asentí y busqué algo suave que ponerme, ya que mi espalda aún duele.

Me quité la bata y me vestí con un vestido blanco con margaritas que me llega a las rodillas, de una tela muy suave.

Salí y seguí a Nana hasta el despacho del abuelo.

Toqué la puerta y escuché un " pase".

Me adentré nerviosa.

El abuelo está en su escritorio y Aarón en la silla de enfrente.

DashaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora