"Eres la primera mujer Malfoy en generaciones, porta tu apellido con orgullo y no me decepciones."
Esas fueron las palabras Lucius Malfoy (mi padre) me dijo en la estación de King's Cross, tras ir a cursar mi primer año, y en ese momento me dije a m...
Ser una Malfoy no era nada fácil y Lynx podía confirmarlo. Había reglas que seguir, comportamientos que tomar y formas de pensamiento que llevaban ya por muchas generaciones sin modificar, tratando con odio y desprecio a todos aquellos que no formaran parte de la supremacía de la sangre.
La cuestión es, que a pesar de que Lynx creciera bajo esos ideales, ella sabía que no era sus padres y podía pensar lo que creía correcto y lo que no.
Así que, cuando conoce a George Weasley, le es imposible no terminar enamorada de aquel romántico, encantador y agradable bromista, que no descansará hasta que ambos estén juntos.
Lynx había prometido no decepcionar a su padre, pero, seguir su corazón era más importante, ¿o no?
