𝐍𝐨 𝐌𝐞 𝐃𝐞𝐜𝐞𝐩𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 (g. weasley)

39. Cena familiar

George

Escucho unos pajaritos cantar y mis ojos parpadean antes de abrirse. Lo primero que veo son los fuertes rayos de sol atravesando por la ventana, me estiro un poco pero me es imposible moverme porque Lynx se encuentra aferrada a mi cuerpo. 

Alzó un poco mi cabeza para ver como la cama (que ahora ya es lo suficientemente grande como para que un hipogrifo descanse aquí) está casi vacía.

Es tan grande que Lynx y yo aún no nos acostumbramos a ella y seguimos durmiendo bastante acurrucados. 

Lentamente la tomó con cuidado y ella no tarda en darse la media vuelta. Me siento en la cama y miro por la ventana como hay pájaros que vuelan alrededor de la casa, quizá fue una buena idea venirnos a vivir a una pradera, es muy callado y tranquilo.

Salvo por los gnomos que tratan de entrar al jardín para esconderse entre las flores.

Me vestí lentamente y mire de reojo a Lynx, se encuentra aferrada a la sabana como si no quisiera ser despertada. Cierro las cortinas para que la luz del sol no la despierte y camino lentamente fuera de la habitación.

La casa está casi lista, bueno, en realidad, ya está lista, solo hace falta decorarla, pero es algo que no nos preocupa demasiado, pensamos colgar fotografías por toda la casa.

El piso de madera es frió y me arrepiento de no tener puestas unas calcetas. Comienzo a mirar cada pared y ventana de nuestro hogar. 

Entre a la primera habitación que se encuentra continúa a nuestro cuarto y me cruzo de brazos achinando ligeramente los ojos con una pequeña sonrisa. Lynx pensó en esta habitación para nuestro futuro bebé. 

Está segura de que tendremos una hija. 

El sueño de tener hijas con Lynx era algo que veía en un futuro muy lejano, aún recuerdo cuando la veía por los corredores de Hogwarts y tenía que resistir mis ganas de hablarle. Ahora, estoy viviendo con ella, planeando nuestro futuro, a nuestra futura familia, 

Un futuro que ahora se ve muy cercano. 

Sigo caminando y bajo a las escaleras con sumo cuidado. La sala se encuentra arreglada ya con el librero y la televisión que compramos hace unos días, en donde vimos una película acompañados de mis padres que no dejaban de estar fascinados ante las imágenes que proyectaba.

Continuó esta vez en dirección a la cocina y me encamino a tomar algunos alimentos para comenzar a preparar el desayuno. Últimamente Lynx se ha encargado de arreglar la casa mientras yo trato de encargarme de sortilegios Weasley.

No es fácil, no fue fácil entrar solo después de tanto tiempo, Ron y Charlie lo estaban manejando bien, pero ellos tenían razón.

Es al lugar al que pertenezco.

Así que, después de cinco meses entre de nuevo, por primera vez sin mi gemelo.

Debo admitir que fue muy doloroso, afortunadamente Lynx y toda mi familia estuvo acompañándome en el momento en que entramos a la tienda, la cual en realidad ha tomado un muy buen rumbo gracias a mis hermanos. 

Charlie que había pedido permiso en Rumania para estar con nosotros es quien estaba a cargo de la tienda recibiendo ayuda de Ron, quien sigue siendo capaz de balancear sus horario de auror, bromista y novio de Hermione. 

No se como logra hacerlo, tengo que aprender de él, supongo.

Veo las salchichas asarse y agito mi varita mientras tomo una manzana para comenzar a comerla. De la alacena sale flotando el jugo y se sirve por sí solo en dos vasos, arreglo un poco el desayuno, dejándolo tan lindo que ni siquiera dan ganas de comerlo.