𝐍𝐨 𝐌𝐞 𝐃𝐞𝐜𝐞𝐩𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 (g. weasley)

34. Harry Potter

Lynx

La batalla se había reiniciado una vez que Harry había logrado salir vivo y que Neville matara a Nagini. Malos y buenos terminamos por entrar nuevamente al castillo. Los centauros se habían puesto a disparar flechas, los thestrals habían estado atacando junto con un gigante que al parecer es familiar de Hagrid.

George toma mi mano con fuerza cuando lanzó un hechizo a un mortífago, por un momento miró a los ojos de Voldemort quien no se sorprende al verme del lado de George y mortífagos comienza a acorralar a Voldemort para protegerlo.

Entonces, pequeñas criaturas llegaron corriendo, inundando el vestíbulo del castillo. Con cuchillos de trinchar, se encontraban los elfos domésticos atacando los tobillos de los mortífagos.

Creo que eso ha sido lo más tierno que he visto en toda mi vida.

Al entrar al gran comedor, vi a Voldemort que esperaba a Potter con su varita en alto, pero Harry no se ve por ningún lado.

—No te separes de mí —susurró George tomando mi mano con fuerza, miró su rostro, preocupado, buscando entre todos a su familia.

—Nunca —es lo único que digo.

Cuando entonces los veo, es mamá gritando el nombre de Draco, intentó ver a todos y George y yo nos separamos para comenzar a pelear, él y Lee Jordan acaban de derribar a Yaxley.

—¡Lynx! —me giro sobre mis talones para ver a Draco que llega siendo empujado por la multitud, él me toma con fuerza y lo tomó de las mejillas.

—Ve con mamá, ¡quédate con ella! —empujó a Draco entre la multitud, cuando choco con alguien, me giro para ver a Ginny que parece un poco aturdida.

—¿Has visto a Harry? —negué lentamente cuando una mortífago se puso frente a nosotros.

—Por fin te vuelvo a ver, Lynx —suelto la primera maldición y apartó a Ginny para comenzar a pelear con Bellatrix.

A lo lejos, veo a mi madre preocupada—. ¡Vamos Lynx! —exclamó Ginny quien se pone a mi lado para ambas pelear contra ella.

Cuando entonces, dos personas más se unieron a pelear con nosotras, eran Hermione y Luna, las cuatro peleando a la par contra Bellatrix, que ya se ve muy molesta.

La maldición asesina estuvo a punto de dar en Ginny.

—¡A MI HIJA NO, PERRA! —Las cuatro salimos expulsadas para atrás al ver como Molly Weasley comenzaba a quitarse la túnica para empezar a pelear con ella—. ¡Déjenmelo a mí! ¡Atrás! ¡Atrás! —exclamaba a todo aquel que quería unirse a ayudarle.

Aún mantenía mi varita en alto cuando Bellatrix comenzó a hablar—. ¿Qué pasará con tus hijos cuando mami muera? ¿Cuándo mami se haya ido como Freddie? —sentí una rabia hundir mi cuerpo.

—¡Tú nunca volverás a tocar a mis hijos! —exclamó molesta.

Y entonces, la maldición asesina rebotó en justo en el pecho de Bellatrix, su sonrisa se congeló y cayó perdiendo el equilibrio, el grito de Voldemort se escuchó por todo el gran comedor, expulsando a McGonagall, Kingsley y Slughorn, con quien estaba peleando.

Voldemort se giró y apuntó hacia Molly dispuesto a matarla, pero alguien grito defendiéndola.

—¡Protego! —todos quedaron perplejos al ver como se desprendía una capa invisible del cuerpo de Harry.

—No quiero que ningún otro ayude —pidió Harry caminando hacia Voldemort con su varita en mano—. Así es como debe ser, tengo que ser yo.

Voldemort siseo, busque con la mirada a George para verlo del otro lado del gran comedor.