𝐍𝐨 𝐌𝐞 𝐃𝐞𝐜𝐞𝐩𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 (g. weasley)

1. No me decepciones

Lynx Malfoy

Siempre obtengo lo que quiero, es increíble lo sé, ni siquiera se el por qué, pero si le pido a mi padre una nueva escoba me la compra, si quiero ropa más linda también la compra para mí. Quizá porque soy su única hija o en realidad es que me lo merezco, después de todo, siempre me porto bien.

Arreglo mi cabello peinándolo por un lado y coloco un listón color esmeralda para utilizarlo como diadema, arreglo el moño negro de mi blusa blanca y me acomodo mi falda negra, sí, tengo mucha ropa negra, mi mamá me dice que es elegancia.

Una voz lejana dice mi nombre, me giro para ver a Draco con su escoba en mano, su cabello está un poco despeinado y tiene una sonrisa en su rostro. Sonrió al verlo y pasa a mi habitación un tanto emocionado.

—Acaba de salir al mercado la barredora 7 —suelta un suspiro y sus ojos brillan—. Deberíamos tenerla.

—Draco, tienes una escoba ya, hay que esperar, ¿no crees? —él arruga la nariz y me pongo un tanto seria—. Aparte, papá nos compró todo un kit de quidditch, no fue tan barato que digamos...

—Lynx, papá tiene dinero —me interrumpió rodando los ojos.

—Espera a que entres a Hogwarts, después quedas en el equipo de Slytherin y papá te dará la mejor escoba. —le aseguré.

—Tienes razón.

—Siempre tengo razón, Draquito —escuchamos la voz de mamá llamándonos desde la planta baja y ambos salimos de la habitación.

Baje las escaleras al lado de Draco, ambos bajando con el pie izquierdo para después seguirle con el derecho y así sucesivamente. Di un brinquito al llegar al piso y aplaste un poco mi falta, me balancee sobre mis talones y mire a mi mamá sonriendo.

—Te vez muy linda, Lynx —sonrío agradecida y Draco rueda los ojos—. Draco arregla tu cabello, iremos al callejón Diagon para comprar la lista de útiles de tu hermana.

—¿Ya podemos comprar la mía? —pregunto un tanto ilusionado, mamá sonrió con ternura.

—Aún te falta dos años más, Draco —le recordó mamá—. Anda, arregla ese cabello tenemos que irnos.

Draco asintió y subió las escaleras nuevamente, la puerta se abrió y papá entro con su bastón en mano. Nunca entendí porque lo lleva, ni siquiera lo necesita. Saludo a mi madre con un beso en la mejilla y al verme sonrió.

—Lynx, veo que estás lista —asentí sonriente.

Draco llego casi corriendo, al ver a papá tomo postura.

—Hola padre.

—Hola Draco, ¿ya nos podemos ir? —mi madre afirmó—. Muy bien, andando entonces.

...

Siempre me gusto venir al callejón Diagon con mamá para comprar flores y hacer que el jardín se vea más lindo, pero esta vez es emocionante estar en este lugar ya que por fin compraré la lista de materiales para Hogwarts. Creí que nuestra primera parada seria Gringotts pero mi padre dice que no es necesario llegar al banco.

—¿A dónde quieres ir primero? —me pregunta mamá mirándome con una sonrisa.

—Por mi varita —respondo sin rodeos.

—¿Padre puedo ir a la tienda de quidditch? —pregunta ahora Draco mirando a papá.

—No tardes mucho —mi hermanito asiente y camino junto con mis padres hacia Olivander's.

—Una varita me elegirá, ¿cierto? —pregunto mirando a mi papá.

—La mejor varita, Lynx, los Malfoy tenemos las mejores varitas —miro a mi madre quien asiente con una pequeña sonrisa.