SOLD OMEGA | Larry Stylinson [A.U]

Capítulo 39:

Capítulo 39:

La última semana desde su salida con Zayn no lo había pasado muy bien, tenía esas ideas erróneas en su cabeza de que sería abandonado ya que era un inútil, no podía darle cachorros a su alfa y eso sería realmente decepcionante, de hecho había bajado mucho académicamente ya que no podía sacarse esos estúpidos pensamientos de la mente, se le podía ver lo miserable que estaba siendo y no había forma alguna de solucionarlo, sólo era un Omega con problemas que el mismo se creaba ya que en realidad no era algo muy importante para Harry, amaba a Louis incondicionalmente y no lo dejaría por nada del mundo.

Estaba tan decaído que las notas que tocaba en el piano de la casa o de la academia eran tan melancólicas, podía cambiarle el día a cualquier persona con solo tocar su música que transmitía cada uno de sus sentimientos, pero estaba algo claro y eso era que no permitirían ninguna de las personas que lo amaban, que siguiera de esta forma en la cual su salud mental estaba siendo afectada.

La puerta sonó nuevamente obligándolo a enfrentarse con la realidad, llevaba lo que era alrededor de media hora sentado frente al televisor viendo cuánta estupidez se le atravesará.

-¡Abre la maldita puerta!- chilló una voz conocida -¡Vinimos a visitarte, abre ahora mismo!- hizo una mueca abriendo la puerta de mala gana

-¡UN CACHORRO!- gritó mirando al perro entre sus manos y después a todas las otras personas -¿De que se trata esto?- Preguntó

-Bueno, visto como has estado los últimos días decidimos darte una sorpresa- se encogió de hombros

-No sabes la carita que puso cuando lo vi en la perrera- murmuró Harry -se llama Bruce- asintió arrebatándoselo de las manos a Zayn

-Pasen por favor- pidió haciendo espacio -y tú mi chiquillo, eres precioso- susurró acariciando su cabeza

-Te lo he dicho, ya lo perdiste- se encogió de hombros

-Claro que no lo he perdido- se acercó a Louis -¿verdad amor?- Preguntó

-Mi bebé- murmuró ocultando su rostro en el perro -Es maravilloso, nunca había tenido uno.

No podía con toda la emoción que le causaba por fin tener un perro, había pasado un largo tiempo desde la primera vez que se lo había pedido a sus padres, había recibido una gran decepción un poco similar a la que había recibido con esa mala noticia, no tener cachorro definitivamente no era una opción la cual aceptara, pero ahora lo único que podía hacer era conformarse con ese perro que le habían regalado, además la intención era la parte que más adoraba porque sabía que ellos solo querían ver esa sonrisa que ahora estaba sobre su rostro mientras ignoraba completamente su pareja y mejor amigo.

Cerró los ojos momentáneamente antes de darse cuenta de lo que iba a suceder, se puso de pie soltando al perro antes de salir corriendo hacia el primer baño con el que se había encontrado, y así poder vomitar en paz sin tener que pensar en la represalias.

-Mierda- gruñó el alfa poniéndose de pie junto al otro omega

-Lo lamento- susurró apenado

-No te preocupes Zayn, no es del todo tu culpa- sonrió tiernamente -ya sabes, tus hormonas, el fuerte aroma de embarazo que desprendes...de hecho creo que también quiero vomitar- el Omega soltó una risilla

-Quizá lo mejor es que me vaya.

-Quizás ahora es lo mejor- asintió -pero ya sabes que puedes venir siempre que quieras.

-Por supuesto- le guiñó un ojo -le ha encantado el perro y lo has perdido.

[...]

Tomó una bocanada de aire nuevamente intentando ahogar sus gemidos, no había manera alguna de explicar cómo era que habían terminado de esa forma, sólo podía saborear el momento mientras se derretía lentamente entre los brazos de un alfa que lo amaba incondicionalmente y estaba claro que era un sentimiento recíproco, los movimientos eran lentos, lo toques estaban llenos de una dulzura incomparable que terminó por llevarlo al pico de lo más alto del éxtasis, sintiendo como cada extremidad de su cuerpo se envolvía por un fuerte orgasmo y unos dientes se clavaban en su cuello.