SOLD OMEGA | Larry Stylinson [A.U]

EXTRA

EXTRA:

Habían pasado exactamente cinco años desde el nacimiento de su primer cachorro Adam, eso significaba que hoy era su cumpleaños número cinco y probablemente celebrarían este día después de que el cachorro regresara del kinder, se supone que hoy sería un buen día para todos pero Louis no lo estaba llevando nada bien, al despertar tuvo que cuidar de su madrugadora hija Emma a la cual debió alimentar.

Lamentablemente eso no era todo lo que había estado ocurriendo, al final se había casado con Harry y tuvo un buen debut después de empezar su carrera artística, pero la gran preocupación era que los últimos meses su querido alfa había adoptado una actitud completamente diferente a lo acostumbrado, no sabia lo que le ocurría pero quería creer que las cosas estaban bien entre ellos.

-Ricitos- susurró -despierta cariño, es hora de ir al kinder- insistió

-Uhm...mami- hizo puchero -no quiero ir- susurró adormilado

-Oh...que lastima, le diré a papá que regrese tu regalo a la tienda- bromeó

-¡YA ESTOY DESPIERTO!- chilló poniéndose de pie

-No hagas eso, te vas a marear- sonrió poniendo la bandeja de la comida a un lado -come rápido, tienes media hora para alistarte y salir- el cachorro asintió

-Si señor- Louis rió saliendo de la habitación

-Bien...entonces nos vemos allá- carraspeó -no, mi esposo no se puede enterar...ajá...si- asintió

-¿Todo está bien?- preguntó en un susurro

-Si, todo está bien- asintió cortando la llamada -una llamada de trabajo, no es nada- sonrió

-Oh ya veo- respondió decepcionado -¿vas a estar para el cumpleaños de tu hijo?- preguntó

-Claro que si, no me lo perdería por nada.

-¡MAMÁ, EMMA ME ESTÁ QUITANDO MI COMIDA!- gritó fuertemente su cachorro

-Parece que el deber me llama.

Sintió una fuerte punzada en su corazón que lo hacía querer llorar, era exactamente esta actitud la que lo hacía creer que ya no lo amaban; sin embargo decidió ignorar sus pensamientos y siguió con su vida diaria de arreglar a sus hijos para llevarlos al kinder, tenía trabajo que hacer y además de todo eso debía preparar la fiesta de su querido hijo.

Podría decirse que Louis ya era algo reconocido a nivel nacional, esto significaba que debía andar con un escolta que lo cuidara de algún fanático loco que le quisiera hacer algo a él o a su familia, incluso parecía un poco como si estuvieran teniendo la vida perfecta cuando en realidad no era de esta forma, pero no había mucho por hacer.

-¡Adiós mami!- hizo un ademán

-Adiós ricitos, pórtate bien- besó su mejilla -disfruta tu día en el kinder- susurró soltando su mano

-Señor S- Miró al hombre al frente suyo

-Profesor Noah- sonrió -es un placer verlo, espero que mi hijo no le haya causado muchos problemas los últimos días- susurró

-Oh no, claro que no- sacudió su cabeza -es sólo un niño portándose como un niño- sonrió

-Oh bueno, eso es un alivio para mi- carraspeó -supongo que debo irme, tengo mucho trabajo que hacer hoy- dijo mirando el auto

-¿Es tu esposo?- sacudió su cabeza -oh ya veo, parece que no lo conozco- frunció el ceño

-Bueno, es que no viene muy a menudo- suspiró -debo irme, tengo trabajo y debo preparar la fiesta de Adam.