Capítulo 9: Superaste

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-Me salvó la vida... Me tomó un año aceptar esta estúpida nueva versión de mi. Valentina fue la única que estuvo a mi lado. Ella sí me buscó y me encontró. Pagó mi tratamiento... Me llevó a su nuevo hogar. Por alguna extraña razón tuve una estúpidas esperanzas de que aparecieras. -No había marcha atrás, mis lágrimas ya caían y necesitaba sacar todo lo que sentía. -¡Pero que va! Luego comprendí que yo siempre te ofrecí mi mano, pero de ti solo podía esperar desplantes y mentiras. ¿Por qué ibas a ir por mi cuando más necesité a alguien? -Sonreí. -Por lo que comprendí que no debía pasar mi tiempo sentada esperando escucharte entrar por aquella puerta.

Me quedé callada intentando aguantar el llanto y escuché el suyo.

-Si tanto me odias... ¡¿Por qué rayos me buscabas?!

-Porque quería saber si Ramón era real. Quería saber si teníamos un hijo, nada más. Quería saber si yo tenía un bebé humano.

-No es Ramón, Ramón no.

-¿Ángel no es mío? -Era mi única esperanza.

-No le he contado la historia de la Motorista que encontró a Bestia en vano. Se la conté para que supiera como sus madres se conocieron.

-¿Ángel es mi Mini Bestia?

Sentí su las puntas de sus dedos en mi rostro. Por sobre mis cejas.

-Sus cejas gruesas...

Me dejé llevar por su tacto intentado recrear sus palabras.

-Cabello negro y lacio como el tuyo. La nariz como la tuya, su pequeña sonrisa... Cada vez que ríe solo te veo a ti riendo. -Sus dedos pasaron sobre mis labios de manera cuidadosa. -Es un conquistador. Regala pulseras de dulces a las niñas, ayuda a sus maestras a cargar sus cosas... No le gusta el chocolate, pero hay algo en especial en él.

-¿Qué cosa?

-Sus ojos verdes.

-¿Tiene mis ojos? -Sonreí intentado recrearlo.

-Es tu copia, Poché.

No pude aguantar más y lloré.

Deseé estar con él desde el primer momento en el que me enteré de la probabilidad de que existiera y no lo cumplí.

Lo imaginaba, lo intentaba imaginar y Calle me había descrito a un ángel real.

Solo quería abrazarlo y pedirle perdón por no haber estado con él desde el primer momento.

Los brazos de Calle me rodearon y me sujetaron fuerte contra ella.

-¿Sabe que yo soy su madre? -Pregunté con temor.

-No... Sabe que Sebas no es su padre biológico.

-¿Crees que me odie?

-No lo hará, estoy segura de que no. Su corazón es el de un ángel. Quizás se confunda, pero no te odia ni lo hará.

-Quiero hablar con él.

-No es el momento, Poché.

-Es mi Mini Bestia. -Protesté.

-Poché... Es de noche ya.

-Te juro que quería estar con él desde el primer momento...

-Sé que es cierto, te creo. -La escuché sentarse y mi silla se movió. -Si no fuera porque es educado, diría que solo es hijo tuyo. Que yo soy la niñera.

Fin Que MerecióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora