Capítulo 17: Débil

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POV CALLE

-Poché está celosa. -Concluyó Valentina mientras acomodábamos nuestras pertenencias para marcharnos.

-Ella no está celosa. Solo quiere molestarme o no sé.

-Vamos, Calle... Conocemos a Poché. Esos son celos agudos inspirados por haber comido.

-Pulga, no. -Sabía por donde iba.

-Sabes muy bien que sí. Siempre fuiste su debilidad y si se comieron hasta con patatas...

-¿Qué comieron, mami? -Abrí los ojos y sentí la vergüenza en mi rostro.

-Ángel, no escuches las conversaciones de los adultos. -Lo regañé mientras le pasaba su mochila.

-Opino que sigues siendo su debilidad, Calle. Ella está celosa, si no hubiera intervenido hubiera sacado a... -Se acercó. -A Majo a pasear allí mismo. -Habló en voz baja.

-Lo sé y por eso me metí en medio. -Suspiré y tomé mi bolso. -Lo que me tiene mal será estar bajo su techo.

-Apostaría que tú... abajo y Poché arriba tal felino dando vueltas esperando a su presa.

-Sigue soñando. -Caminé hasta la salida y al abrir la puerta me topé con MariLu y Poché de la mano.

-¡Calle! ¿Ya están listos? -Preguntó con una sonrisa y yo asentí mientras miraba a Poché.

Estaba muy seria, enojada diría.

-¡Ángel! ¡Pulga! -Los llamé y salimos.

En el ascensor, Poché no dijo nada luego de haber saludado a Ángel solamente.

En la camioneta se montó sin más.

Estaba enojada, las gafas que llevaba puestas dejaban ver su frente arrugada.

Entre MariLu y ella no hubo mucho intercambio de palabras, ni roces de mano o pelea por cual música poner.

Ángel se quedó dormido recostado de Pulga y yo recosté mi cabeza de la ventanilla.

Cerré los ojos, pero solo veía a Poché.

A Poché sobre mi, Poché debajo de mi, Poché allá, Poché acá...

No iba a intentar nada con ella, había quedado claro. Un último baile y sería todo entre ambas.

Tomé mi celular y comencé a buscar algún lugar donde quedarme. No podía vivir bajo su mismo techo, sería imposible y por lo que demostraba, más imposible para mí que para ella.

Llegamos a la casa, la mujer encargada de cuidar a Jack y a Máx estaba allí.

Pasé directamente a la habitación luego de ver cómo Poché subía de la mano de su novia por las escaleras.

-Ángel, ve a bañarte. -Le dije y él pasó directo a hacerlo.

-Calle... Solo es cuestión de tiempo. -Valentina había entrado y permanecía sentada sobre mi cama.

-¿Tiempo? Siete años es mucho tiempo. -Bufé.

-Siete años en los que tú creías que ella estaba muerta y siete años de ella recuperándose de casi morir.

-Ella cree que nunca la amé y que todo fue una falsa.

-¿Se lo explicaste?

-Sí, pero sé que sigue en eso. Cosa que no tiene remedio. No sirve de nada que sepa la verdad, no va a dejar a su novia por mi. -Me recosté en la cama a su lado luego de quitarme los zapatos y Pulga se recostó a la par de mi.

Fin Que MerecióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora