Íbamos seguras hacia nuestro destino.
Ángel se había quedado a gusto con Pau, Cristina, Mario y Ramón. Kim, Manu y Valentina regresarían con ellos durante el día.
-¿Para dónde vamos?
Definitivamente Poché se había vuelto más impaciente que antes.
-Un lugar. -Respondí sin querer darle detalles.
-¿Por qué tanto misterio?
-Porque es una sorpresa. Las sorpresas son misteriosas.
Entré al recinto de almacenes y me detuve cuando llegué al almacén que tenía en propiedad.
-¿Llegamos?
-Sí. Solo dame un momento.
Tomé el control de la guantera y abrí la puerta.
Sonreí al verlas allí.
Si Poché pudiera ver, su sonrisa resplandecería como nunca.
-Vamos... Cabeza de Jengibre. -Le dije cuando abrí su puerta y la ayudé a bajar.
-¿Ya me dirás dónde estamos? -No respondí y solo la acerqué hasta las motos.
Destapé la primera moto frente a Poché y noté como frunció el ceño.
Tomé sus manos y las puse en los manubrios de la moto.
-Feliz cumpleaños, Cabeza de Jengibre. -Le dije al oído y noté como tanteaba el manubrio lentamente.
-¿Mi... Mi bebé? -Preguntó y una lágrima bajó por su mejilla.
-Tus bebés. Todas están aquí. Todas están casi en las mismas condiciones en las que las dejaste... -La ayudé a sentarse en la moto y sus manos recorrían lentamente cada centímetro de ella. -Las podía dejar en tu casa, pero no podía cuidarlas allí. Las traje aquí y Mario se ha encargado de darles mantenimiento. -Poché extendió su mano hasta agarrar mi brazo y me acercó a ella.
-Creí... creí que estaban echadas a perder.
-No podía dejar que tus bebés se echaran a perder... -Poché me hizo callar cuando llevó una mano a mi barbilla y me acercó a ella.
Me besó haciendo que mis piernas temblaran y mi corazón se acelerara.
-Gracias por todo, Calle. No sé cómo agradecerte que cuidaras mis bebés... Y mi casa.
-No tienes que agradecerme. Lo hice de corazón. Quería cuidar tu escencia.
-Gracias por darme un hijo. Gracias por darme un Angelito.
-Tú también me diste a ese Angelito. -Le dije mientras acariciaba su mejilla.
-No pensé que supieras que era mi cumpleaños.
-¿Cómo olvidar la fecha en la que me atreví a hablarte por primera vez? -Le dije y la besé. -¿Cómo olvidar la fecha en la que la mujer de mi vida nació?
Poché sonrió mientras negaba con la cabeza.
-Mi cumpleaños... Desde que estoy sola y desde que tengo a Máx... Él siempre fue el primero en felicitarme. Luego David y luego Paisa. Ni tan siquiera Angelo sabía, bueno tú sabes mi fecha de cumpleaños y... y tú me has dado el mejor regalo que podría no esperar en mi cumple. Mis bebés y un hijo. -Me abrazo aferrándose a mi cintura y acaricié su cabello.
-No es la única sorpresa. -Comenté y ella se separó. -Tengo una noticia que darte.
-¿Más sorpresas?
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Fin Que Mereció
أدب الهواةSegunda parte de: "Cuento que merece un final mejor". Daniela Calle ha tenido una segunda oportunidad en su vida y la ha aprovechado convirtiéndose en una doctora pediátrica. Su hijo Ángel: su adoración. El hilo rojo que volvía a decorar la muñeca d...