***LEAN LA NOTA AL FINAL***
Nos montamos en el auto de Pulga y ésta manejó a toda la velocidad que pudo.
Sabía que ella iba nerviosa y preocupada por Ángel.
Sabíamos que Sebastián no tenía buenas intenciones con Ángel. Por algo lo tenía.
Metí mi mano en mi bolsillo y sentí el metal en él.
Solo quería llegar y destrozarle la existencia a Sebastián. Quería tenerlo entre mis manos y darle cada golpe que le dio a Calle.
Golpearlo hasta que mis brazos no pudieran más. Golpearlo hasta saber que no volvería a aparecer en nuestras vidas.
Eso debí hacer aquella noche en la piscina cuando me habló.
Debí haberme encargado de él.
-¿Qué haremos? -Me preguntó Pulga.
-Lo voy a matar. -Respondí.
-Creo que eso lo sabía sin que me lo dijeras, pero respecto a Ángel.
-Cuando veas la mínima posibilidad te lo llevas lejos de Sebastián. Yolo que lo distraiga y tú aprovechas. Cuando Ángel esté lejos, yo me encargo de esa escoria.
-¿De verdad lo matarás?
-Con mis propias manos.
-¿Segura?
No respondí. No tenía ni la mínima duda de que eso era lo que haría.
POV CALLE
Terminé la llamada con Poché y llamé de inmediato al colegio. Me confirmaron lo que temía. Fue Sebastián quién lo buscó y se lo llevó.
Sentí que el pánico se apodera de mi y no podía hacer más que sentarme en el suelo e intentar calmarme antes de romper en llanto.
Escuché que la puerta se abrió y unos brazos me rodearon.
-Ya me he enterado. No te preocupes, Calle. Estoy segura que todo estará bien. Sebastián no le hará daño. Él fue quien lo cuidó por casi siete años y es un niño.
-¿Y si se lo lleva lejos?
Recordaba perfectamente la vez en la que se llevó a Ángel casi dos semanas y no me permitió verlo o escucharlo en llamadas.
No había una noche en la que no llorara por mi Ángel. Era como si me hubiesen arrancado un pedacito de mi corazón y el resto del corazón pidiera a gritos ese pedazo de vuelta.
-Vida y Fuerza lo buscarán. Daremos con ellos y Ángel estará en tus brazos antes de lo que piensas. Te prometo que antes que termine el día todo estará bien.
Las palabras de Pau me calmaron un poco y me puse de pie.
-Iré a la casa de Sebastián. Es probable que él aún esté allí. -Tomé las llaves de mi camioneta y salí antes de que Pau pudiera detenerme.
"Con mi hijo no..."
Puse en marcha la camioneta y me dirigí hacia la casa de Sebastián.
Unas lágrimas de frustración bajaron por mi rostro cuando el tráfico no me dejó avanzar.
-Con mi hijo no. -Repetí y giré el volante.
Me colé por la acera a unos diez autos y me metí en la carretera sin importarme el resto. Escuché como las bocinas sonaron, pero ignoré el hecho y aceleré.
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Fin Que Mereció
Fiksi PenggemarSegunda parte de: "Cuento que merece un final mejor". Daniela Calle ha tenido una segunda oportunidad en su vida y la ha aprovechado convirtiéndose en una doctora pediátrica. Su hijo Ángel: su adoración. El hilo rojo que volvía a decorar la muñeca d...